En los 14 años que lleva en Barcelona, Anastasiya nunca había acudido a ninguna manifestación. Desde el pasado jueves ha asistido ya a tres. Junto a su marido y dos hijos de 8 y 10 años, esta ucraniana de la ciudad de Mariupol se ha acercado este miércoles a plaza Catalunya para pedir el fin de la guerra de en su país. “Me siento inútil, apenas puedo ayudar a mi familia que sigue ahí”, explicaba. “Es mi única manera de dar apoyo”.
Convocados por una cincuentena de entidades, alrededor de unas 3.500 personas, según la Guàrdia Urbana, se han reunido en Barcelona para pedir el fin de un conflicto que en apenas una semana se ha cobrado ya miles de víctimas civiles. Había banderas de la Unión Europea, de Ucrania y también muchísimos carteles de “No a la guerra” que se hicieron ilustres durante las movilizaciones contra la guerra de Irak de principios de siglo.
También había carteles que reclamaban ayuda de la UE y de la OTAN para los ucranios y se han visto pancartas que caracterizaban al presidente ruso, Vladímir Putin, como Adolf Hitler, o que simplemente rezaban “Stop Putin”.
“Es prácticamente distópico que estemos con una guerra como esta en Europa en 2022”, opinaba Adrià Sunyé, un estudiante de 19 años. “Hay que pedir las veces que haga falta que se acabe esta locura”, remachaba mientras sujetaba una pancarta que decía ‘Ni guerras ni imperialismos’.
La marcha ha reunido a muchos ucranianos que viven en Barcelona, pero también a muchos catalanes pacifistas preocupados por un conflicto cuya gravedad aumenta a diario. Se veía a gente de todas las edades: niños, jóvenes, abuelos… Incluso ha aparecido un nutrido grupo de rusos con carteles contra su presidente y la guerra que ha sido recibido con sonoros aplausos por parte de los concentrados.
“No hay camino hacia la paz, la paz es el único camino posible”, ha espetado desde el escenario el exdiputado de la CUP David Fernández, en la lectura de un manifiesto en el que se ha pedido el “cese de las hostilidades” y que se garantice la ayuda humanitaria para los ucranianos. “No a la guerra, ni en Ucrania ni en ningún lugar”, ha remachado.
Lejos de las masivas manifestaciones que se registraron contra la guerra de Irak, la concentración apenas ha ocupado el círculo central de la plaza Catalunya, cuya fuente se ha iluminado con los colores de la guerra de Ucrania. En el escenario ha habido actuaciones de Maria Arnal y de Judit Neddermann.