Toni Comín (Barcelona, 1971) hoy es más un conseller de Puigdemont que un diputado de ERC. El exconseller de Salut se ha convertido en el mejor confidente del president. Ambos insisten en que deben repetir en el cargo que ocupaban antes de la destitución del Govern vía aplicación del 155. Pero como ha quedado demostrado esta misma semana en el Parlament, no todo el mundo en el independentismo comparte su estrategia. La contundencia del exconseller choca con la prudencia de su partido. Cuanto más frena ERC, más acelera Comín.