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Los concejales de la CUP de Reus imputados por un manifiesto contra la Policía se niegan a ir a declarar

Los investigados por delito de odio en Reus negaron las acusaciones

Oriol Solé Altimira

Los tres concejales de la CUP de Reus (Tarragona) imputados por un presunto delito de incitación al odio por un manifiesto contra presencia de la Policía Nacional en el municipio se han negado a acudir a declarar este miércoles. La titular del juzgado de instrucción 2 de Reus les había citado porque no comparecieron el pasado día 23 de noviembre junto al alcalde del municipio y otros concejales investigados dentro de la causa que se instruye a raíz de la denuncia de la Policía.

Ninguno de los tres concejales de la CUP –Marta Llorens, Mariona Quadrada y Oriol Ciurana– ha comparecido este miércoles en el juzgado, aunque sí lo han hecho sus letrados y el del resto de investigados.

Fuentes judiciales han informado que por el momento la jueza no ha tomado ninguna medida en relación a los investigados y que en los próximos días resolverá lo que considere pertinente. En anteriores ocasiones, cuando ediles de la CUP se negaron a acudir a declarar, los jueces decidieron que los Mossos les arrestaran para pasar a disposición judicial.

Del total de 14 imputados, siete son el alcalde y los concejales independentistas por un manifiesto del pasado 4 de octubre en el que condenaban la “violencia” ejercida por los cuerpos policiales el el 1-O y criticaban que los antidisturbios convivieran “con nuestro vecindario”. Por ello pedían al Gobierno revertir el despliegue de agentes de Policía Nacional y Guardia Civil en Catalunya.

Los políticos animaban además al hotel de Reus a hacer “hacer todo lo que resulte adecuado y necesario para que de manera inmediata” los agentes dejaran sus establecimientos. Vecinos de Reus protestaban desde el 1-O frente al hotel donde estaban alojados los policías en protesta por las cargas.

Además, en la causa están imputados cuatro bomberos por presuntamente usar material del parque de bomberos de Reus durante las protestas frente al hotel y dos responsables de un gimnasio de Reus (Tarragona) que habrían echado del gimnasio a un grupo de agentes, acusaciones que negaron en su declaración judicial.

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