Duran evita el debate sobre la 'tercera vía' consensuando abstenerse sobre la sucesión
El debate sobre la sucesión monárquica ha vuelto a sacar a la luz la tensión entre las sensibilidades que habitan en la federación formada por CDC y Unió. El grupo nacionalista en el Congreso no tenía decidida a última hora del martes una postura sobre el sentido de su voto en el debate de la Ley de Sucesión, que tendrá lugar el miércoles que viene. Finalmente las fuerzas que componen CiU han llegado al consenso de decantarse por la abstención, evitando así un nuevo encontronazo interno con trasfondo en la consulta del 9-N.
La formación nacionalista se ha debatido en los últimos días entre tres posibilidades. Por un lado, las juventudes y algunos dirigentes de Convergència querían votar en contra, algo que el propio Duran descartó públicamente el martes por la tarde cuando se adelantó a la postura oficial al asegurar que “no tendría sentido votar en contra”. El lider de Unió había dado a entender al Gobierno español que su grupo apoyaría la ley, un gesto que también tendría un ojo puesto en el 9-N. El relevo en la corona anticipa nuevos movimientos del Estado sobre Catalunya, lo que reforzaría la postura de Duran sobre la tercera vía al favorecer el pacto entre gobiernos. El Príncipe Felipe ya ha mantenido reuniones con empresarios catalanes, sabedor de que el asunto catalán es una de las patatas calientes con las que comenzará su reinado.
Finalmente la federación ha preferido situarse dentro de la cautela al consensuar abstenerse. Duran lo ha anunciado en su perfil de twitter minutos antes de que CDC manifestara su decisión. El democristiano ha asegurado que nunca se había decantado por el “sí” a la Ley y ha reprochado a PP y PSOE que todo “lo preparan y acuerden entre ellos y dejan al resto de lado”. El conseller de Presidencia, Francesc Homs, ha justificado la abstención aduciendo que el Govern está centrado en preparar la consulta.
Pese a que el próximo miércoles solo se votará la abdicación, un voto afirmativo tiene claras connotaciones de respaldo a la monarquía que desde el partido que impulsa la consulta se desean evitar. Tal como explicó Mas el mismo día de la abdicación, el proceso catalán sigue inalterable. En ese escenario, CiU necesita medir los gestos ante su electorado, sobre todo después del sorpasso de ERC en las europeas. Un voto percibido como favorable a la corona pondría a los nacionalistas al borde de la incoherencia en cuanto a la consulta.
El hecho de que ERC vaya a votar negativamente a la abdicación vuelve a alzar a la formación que lleva en su nombre la palabra “republicana” como la gran valedora de la ruptura. Esquerra se hace nuevamente con un papel codiciado en medio del debate sobre la monarquía, algo fuera del alcance de CiU por los recelos de Unió a volar los puentes con el Estado.
Fue precisamente el pedigrí favorable al derecho a decidir de Unió y Duran lo que causo la discusión entre los partidos que sostienen al Govern al final de la campaña europea. En aquel momento Duran acusó a los republicanos de estar capitalizando el proceso de forma irresponsable, ataque que fue respondido desde Esquerra asegurando que Duran era tibio respecto a la consulta y echándole en cara su tercera vía. Ahora ha sido el propio lider de Unió quien ha adelantado el voto de su grupo en el Congreso para no entorpecer la imagen de la federación y dejar a un lado el debate sobre el proceso en plena resaca de las europeas. No obstante, Duran lanzó un guiño al futuro rey a pocas horas de conocerse la abdicación cuando le pidió “sensibilidad” sobre Catalunya.
