La suerte decidirá el alcalde en un pueblo de Girona donde empataron ERC y Junts

La alcaldía de Sant Feliu de Buixalleu está pendiente de sorteo. En esta localidad de Girona de 839 habitantes, en la zona del Montseny, la voluntad de los electores quiso que ERC y Junts empataran a votos. 227 sufragios para cada una de las formaciones, tal como adelantó El Punt Avui.  

Ahora mismo, ERC y Junts tienen ambos el 45,85% del voto y se reparten tres concejales cada uno. El problema es que falta un concejal para otorgar, el que suma siete y daría mayoría absoluta a uno de los dos contendientes, pero el empate técnico impide repartirlo. Así que la situación deberá resolverse con un sorteo, tal como prevé la ley electoral. 

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) establece que si dos formaciones empatan a concejales y no hay mayorías alternativas, es el candidato más votado el que debe ser investido alcalde. Pero si ambas tienen los mismos votos, la norma se limita a decir: “En caso de empate se resolverá por sorteo”. Lo que no aclara la ley es cómo se debe llevar a cabo este proceso. 

Hace ocho años, en 2015, ocurrió en la localidad barcelonesa d’Hostalets de Pierola, donde empataron ERC y el PSC y la alcaldía se resolvió introduciendo dos papeletas en una urna y sacando una al azar. El proceso se llevó a cabo en el juzgado de la localidad de Igualada. Y la suerte fue para los socialistas. En otros municipios españoles también se dio el caso en años anteriores, como en Escopete, en Granada. 

A la espera del sorteo, lo cierto es que en Sant Feliu de Buixalleu el empate se podría resolver también antes si la Junta Electoral acepta una serie de votos a ERC impugados. La decisión se debería tomar antes del viernes. Los alcaldables de la localidad son Xavier Santos, de ERC, y el actual regidor del pueblo, Josep Roquet, de Junts, que fue la formación que venció –cuatro a tres– en los comicios anteriores.