El parque de 'les Mamàs Belgues' en el barrio de la Cantereria de Ontinyent ha sido distinguido con uno de los premios 'Casa de la Arquitectura' que otorga el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, reconociendo así la excelencia e innovación de esta actuación urbanística. El galardón, que se enmarca en la categoría de 'Acción pública', premia intervenciones impulsadas por administraciones públicas que dan lugar a una arquitectura de calidad. El premio, dotado con 15.000 euros, se libraba al equipo de arquitectos que lo diseñó, en un acto que tenía lugar este jueves 29 de mayo a Madrid, de manos del secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, Iñaki Carnicero, y en presencia de la ministra Isabel Rodríguez.
El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, expresaba que es “un orgullo” que este reconocimiento recaiga en “el trabajo impecable de Sari Calatayud, Rafa Mira, Silvia Pàrraga y Anna Sanchis, que han sabido transformar un espacio marcado por la tragedia en un ejemplo de resiliencia urbana y respeto por el medio. Un parque inundable que protege, conecta y es ejemplo a escala nacional e internacional”. La propuesta, con el lema “Cantereria, no duermas, que el río crece”, nació a raíz de la DANA de septiembre de 2019, que provocó el desbordamiento del río Clariano y obligó a rescatar 40 vecinos y evacuar más de 150. El Gobierno de Ontinyent consiguió sumar la colaboración de las administraciones autonómica y estatal para dar forma a una estrategia integral de resiliencia urbana dentro del marco de la Estrategia EDUSI.
Los premios reconocen que “el parque representa una reconversión del territorio con una apuesta por la renaturalización, integrándose en el espacio fluvial y reduciendo la vulnerabilidad ante el cambio climático. La intervención incluye la adquisición y derribo de viviendas, la consolidación del talud y la ejecución de un parque inundable que mejora la conexión urbana y recupera la relación histórica con el río. Con un trazado lineal entre el lecho del río y el talud, el parque combina elementos como una plataforma elevada, taludes vegetalitzats, rocallas y zonas de paseo rodeadas de vegetación autóctona. Un muro de mampostería tradicional actúa como mirador y protección ante desprendimientos, integrándose con sobriedad y respeto por el paisaje”.
Las arquitectas destacaban que “el proyecto es intencionadamente austero, porque el protagonista tenía que ser el río”. Según añadían, “hemos querido devolverle el espacio que históricamente ha sido suyo, demostrando que es posible la convivencia con los ciclos fluviales y, a la vez, ofrecer un espacio natural y de calidad para la ciudadanía”. Finalmente, el equipo de Sari Calatayud, Rafa Mira, Silvia Pàrraga y Anna Sanchis, agradecían en el Ayuntamiento de Ontinyent “la valentía que tuvieron, porque era un reto y muchísimo trabajo que había detrás y lo aceptaron sin más. Y a toda la gente de la calle que nos ha acompañado durante todo el proceso, oficina técnica, contratistas, ha habido muchísima gente que nos ha ido acompañante”, concluían.