Comunidad Valenciana Opinión y blogs

Sobre este blog

El movimiento obrero en la conquista de la democracia (1)

Pere J. Beneyto

17 de mayo de 2025 06:01 h

0

Hace ahora 50 años, cuando la agonía, biológica y política de la dictadura coincidió con el agravamiento de la crisis económica, la convergencia de la oposición política y el reforzamiento de las organizaciones sindicales, impulsaron un notable incremento de la presión social que bloquearía la estrategia continuista del franquismo, convirtiendo al movimiento obrero en factor clave de la conquista de la democracia.

Los relatos (parciales) de la transición

Las fracturas provocadas por las diferentes crisis (económica, social, política, territorial e, incluso, cultural) registradas en las dos últimas décadas, han generado relatos revisionistas y construcciones discursivas que no sólo impugnan el anterior consenso narrativo sobre la Transición sino que intentan deslegitimar retrospectivamente aquel proceso histórico, proyectando sobre el pasado los problemas y frustraciones del presente.

Previamente, importantes investigaciones sociológicas e históricas (desde el trabajo pionero de Maravall a los estudios posteriores de Preston, Tuñón y Julià) habían desmontado ya las versiones más elitistas de aquel proceso que enfatizaban de forma acrítica su dimensión institucional (Tusell) y la presentaban, en unos casos, como la continuación natural de un supuesto proyecto “modernizador” del franquismo (Payne) y, en otros, como resultado de un presunto diseño palaciego dirigido por el rey y gestionado por una minoría reformista  (Powell).

Tan insostenibles como aquellas versiones complacientes resultan, en mi opinión, las lecturas hipercríticas, de matriz populista, que califican despectivamente al sistema constitucional resultante de la Transición como régimen del 78, creador de una democracia de mala calidad (Iglesias), incurriendo de hecho en la paradoja de reforzar el discurso de quienes pretendieron en su momento imponer sin éxito un modelo continuista, mientras que se ignOra -cuando no se desprecia- la memoria y la historia de quienes, desde abajo, contribuyeron con su lucha al cambio democrático.

La tesis que sostenemos aquí define y reivindica la Transición como una obra coral (Tomás y Valiente), que ni fue diseñada por ningún oscuro leguleyo ni resultó obra exclusiva de unos pocos, sino el trabajo y la ilusión de quienes -desde el movimiento obrero, vecinal, estudiantil, de mujeres, etc.- lucharon contra el continuismo postfranquista, forzaron los límites de la reforma y pugnaron por la ruptura con el -aquél sí- régimen totalitario, contribuyendo con ello a la configuración de un nuevo sistema democrático, perfectamente homologable a los del entorno europeo que con, sus aciertos y errores, ha hecho posible la mayor y mejor etapa de libertad y progreso de nuestro país.

Desde esta perspectiva, nuestro objetivo es reivindicar la intervención del movimiento obrero y sindical en la transición democrática, atendiendo tanto a su dimensión movilizadora (las grandes huelgas de 1976-79) como propositiva (la construcción de un nuevo modelo de relaciones laborales durante los años 1980-86), frecuentemente ignoradas por los relatos dominantes, e incluso los alternativos, de dicho período histórico.

A tal efecto, realizaremos una reconstrucción de las principales fases del proceso, analizando las características contextuales más relevantes, así como los debates estratégicos del movimiento sindical, su evolución organizativa y el impacto social e institucional de su intervención, en una serie de cuatro nuevas entregas conforme al siguiente índice:

         2.- La larga noche de la dictadura.

                   Hacia un sindicalismo de nuevo tipo

         3.- El franquismo murió en la calle

                   Dialéctica reforma/ruptura

         4.- La transición sindical

         5.- La construcción de un nuevo sistema de relaciones laborales