El actual conseller de Emergencias del Gobierno valenciano, Juan Carlos Valderrama, sostiene que el día de la DANA y en las jornadas posteriores no se movilizó a más efectivos de bomberos por las dificultades para desplazarse y operar. Valderrama, que llegó al Consell un mes después de la riada en sustitución de Salomé Pradas, y que, por tanto, no era el responsable en ese momento, ha defendido que “en una catástrofe la situación es muy compleja” y que “el desplazamiento de vehículos es muy complejo”.
Un documento elaborado por la Societat Valenciana de Gestió Integral dels Serveis d'Emergències (abreviada como SGISE, la empresa pública que coordina a los bomberos forestales), dependiente de la Conselleria de Emergencias, reconoce que el 29 de octubre apenas se movilizó a 36 bomberos de los cerca de 900 de los que dispone en todo el territorio autonómico.
El conseller ha recalcado este miércoles, en un acto con los representantes de los bomberos forestales -al que los sindicatos mayoritarios han dado plantón- que el día siguiente de la DANA, el 30 de octubre, habían 87 bomberos forestales de los 900 que dispone la Generalitat sobre el terreno. El responsable de Emergencias ha acusado al PSPV, que reclamó un informe a la empresa pública que gestiona este servicio, de manipular los datos para ofrecer un relato político. A su vez, los socialistas tildan el informe de falso porque no coincide con los registros operativos.
Emergencias apuntó a Europa Press que “los bomberos y bomberas forestales intervinientes el día 30 de octubre eran 87”, aunque han precisado que “no tiene que ver con la operatividad de las unidades”, ya que la composición mostrada en el informe de operatividad “no recoge la incorporación de personal profesional del SBF que se incorporó a las unidades durante esas jornadas con carácter voluntario, ni el hecho de que algunas unidades que no estaban completas se completaron añadiendo otras unidades cercanas”. También trabajaron ese día jefes de dotaciones, personal de apoyo logístico y personal técnico y administrativo de apoyo a la emergencia en el Centro de Coordinación de Emergencias.
El informe, conocido gracias a una pregunta parlamentaria del PSPV, informa que el día de la riada solo se trasladó a una unidad de bomberos a Carlet y cinco a Utiel, con un total de 36 bomberos forestales más personal de apoyo. Cada unidad de bomberos suele contar con cinco o seis trabajadores, aunque los socialistas denuncian que no todas están completas y que los datos no cuadran. A primera hora de la mañana el río ya había desbordado Utiel, como denunció su alcalde en radio y televisión, y a las 15 horas la consellera Salomé Pradas visitó Carlet para ser consciente en primera persona de las inundaciones, lo que motivó la convocatoria del Cecopi. Media hora antes retiraron a los bomberos que vigilaban el caudal del barranco del Poyo.
Solo en la provincia de Valencia hay 26 unidades terrestres disponibles, con seis efectivos cada una. A ellas se suman las de Castellón y Alicante, que hacen 56, más las unidades helitransportadas y otros medios de refuerzo. Algunas unidades de refuerzo concluyen su periodo de actividad el 31 de octubre, según la planificación, como sucede en Buñol-Yàtova, Alzira, Pedralba o Ayora. Los bomberos dependientes de la SGISE fueron retirados sobre las 19.30 horas, al finalizar el turno, según apuntan algunos trabajadores.