Los estibadores cuestionan que las terminales automatizadas como la proyectada en el Puerto de València aumenten la mano de obra

EFE

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La Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios (CEEP) ha expresado este miércoles su preocupación por la llegada de la automatización a las terminales y los efectos que puede acarrear sobre los puestos de trabajo, tanto en condiciones laborales como en cualificación.

El sindicato celebra desde este martes en el Puerto de València su asamblea confederal de 2023 para analizar la nueva etapa que se ha abierto tras la firma del quinto Acuerdo Marco de la Estiba y las negociaciones para consolidar la estabilidad en los puertos y los tráficos.

El coordinador general del CEEP y de Coordinadora Estatal de Trabajadores de los Puertos (CETM), Antolín Goya, se ha mostrado prudente sobre los efectos de la automatización, que puede generar nuevas oportunidades de trabajo que se deben explorar y, al mismo tiempo, ir acompañada de decisiones políticas que garanticen “el confort” de los trabajadores y que no solo sea una ventaja económica para la empresa responsable.

Respecto a la adaptación del convenio al Acuerdo Marco de la Estiba, ha indicado que en Valencia está abierta la negociación y la previsión es poder cerrarla durante este año. En Castellón está a punto de culminarse y Alicante sigue una dinámica positiva para ello.

En el ámbito de todos los puertos, el proceso va en progresión, según Goya, quien ha precisado que hay puertos donde esa adaptación es relativamente sencilla y en otros hay negociaciones intensas sobre los procesos de los centros portuarios de empleo.

El representante de Coordinadora ha manifestado que no temen el proceso de recursos contra el acuerdo laboral del sector y ahora “es importante dar estabilidad, después de siete años de incertidumbre, y normalizar las relaciones laborales”, y ha considerado que las relaciones con la patronal Asoport no han sido buenas “por falta de diálogo” pero se debería hacer un esfuerzo por ambas partes en acercar posturas.

Preguntado por la ampliación del Puerto de València, que ha generado una gran controversia política por sus efectos medioambientales, Goya ha manifestado que la Coordinadora no tiene una posición política al respecto y “unos afiliados pensarán con un color político y otros con otro”.

Ha vuelto a incidir en la automatización y en los beneficios económicos que supone, y que “se van de España y no repercuten en la sociedad ni en los trabajadores”, según ha manifestado.

El delegado del comité de empresa del Centro Portuario de Empleo (CPE) de Valencia, Óscar Martínez, ha afirmado que la automatización en este puerto incrementará las necesidades de estibadores -ahora hay 1.475- al ampliarse la capacidad desde los 5 millones de TEU actuales a los 10 previstos, y ha apuntado que los avances tecnológicos, y no solo la automatización, van reduciendo la mano de obra y requiriendo personal más cualificado.

Los trabajadores de la estiba ya tienen experiencia en algunos puertos con terminales semiautomáticas, y el interés es poder adelantarse para formar a los trabajadores si es necesario.

Para el presidente de Valenciaport, Joan Calabuig, “disponer de un sector logístico-portuario potente y competitivo, sin lugar a duda, es la mejor receta para nuestra competitividad externa y su impacto en los flujos comerciales es de primera magnitud. Además, la industria logística está en un momento álgido que requiere de profesionales de todas las categorías”.

Durante su intervención, Calabuig ha ensalzado los desafíos a los que se enfrenta el colectivo como la formación continua para seguir avanzado ante nuevos retos; la adaptación a los cambios en el sector logístico; o la especialización de los equipos profesionales.

La asamblea confederal de 2023 de Coordinadora, sindicato que representa a más del 80 % de la estiba, reúne al mayor número de delegados de los últimos años, 320, según ha destacado Goya en una rueda de prensa previa al acto de bienvenida, en el que está prevista la participación del secretario general de Puertos del Estado, Álvaro Sánchez, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Joan Calabuig.