Bolsas de compra reutilizables, ¿qué precauciones de higiene tomar?

oto: Luaterra.es

Marta Chavarrías

La tendencia de sustituir las bolsas de comestibles de plástico de un solo uso por bolsas reutilizables de tela o plástico reutilizable se ha convertido en una alternativa cada vez más popular. España tiene previsto prohibir en 2021 el uso de bolsas de plástico ligeras y muy ligeras, tal como ha anunciado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPAMA), con el fin de acabar con el problema ambiental que suponen. La alternativa menos contaminante son las bolsas reutilizables, tanto de tela como de otros materiales resistentes. No hay duda de que estas bolsas reducen la cantidad de residuos de plásticos. Pero, ¿de qué manera son seguras para nosotros?

Bolsas, un caldo de cultivo de bacterias

Las bolsas reutilizables pueden estar hechas de telas que van desde las fibras naturales como algodón hasta fibras sintéticas, elaboradas a partir de una película de plástico más resistente que el de las bolsas de plástico común. Estos tejidos o materiales pueden contaminarse con bacterias como Salmonella o E.coli a partir de alimentos u otros objetos contaminados.

Constituyen, por tanto, un caldo de cultivo para bacterias transmitidas por alimentos y representan un riesgo para la salud, según el informe Evaluación del potencial de contaminación cruzada de productos alimenticios por bolsas de compra reutilizables, que en su día elaboraron expertos de la Universidad de Arizona y de la Universidad de Loma Linda, California.

Según este estudio, las bolsas están contaminadas sobre todo por bacterias coliformes, incluida E. coli, en cantidades suficientes para causar problemas. Por tanto, constituyen un buen caldo de cultivo para que crezcan bacterias. Incluso un pequeño número de bacterias transferidas de un alimento contaminado a la bolsa puede empezar a reproducirse y multiplicarse, sobre todo si las bolsas se almacenan en condiciones húmedas y cálidas, como debajo del fregadero.

Estos gérmenes, a su vez, pueden contaminar otros productos que entran en contacto dentro de la bolsa. Debe tenerse en cuenta que si la bolsa se reutiliza días o una semana después, la bacteria puede haber alcanzado niveles dañinos y puede transferirse a nuevos alimentos comprados en la próxima compra. Uno de los principales problemas que se detectan en el uso de este tipo de bolsas es, por tanto, el de la contaminación cruzada, que se produce cuando las carnes, los productos y alimentos precocinados se colocan en bolsas sucias.

Según la Agencia de Alimentos Británica (FSA), la carne de pollo es una de las principales fuentes potenciales de infección, en concreto de Campylobacter jejuni, una de las causas más comunes de intoxicación alimentaria en el Reino Unido. A la carne de pollo le siguen otros alimentos crudos como otras carnes, pescado y marisco, así como verduras y huevos.

Un dato curioso es el que aportaba un estudio realizado por expertos de la Universidad de Pennsylvania, según el cual, en la ciudad de San Francisco empezaron a aumentar las hospitalizaciones por enfermedades transmitidas por alimentos como E.coli en el momento en el que se prohibieron las bolsas de plástico, en 2007. Entonces, los expertos detectaron que el “8% de las bolsas reutilizables daban positivo por esta bacteria” y que el “97% de los compradores nunca había lavado las bolsas, ni una sola vez”.

Ocho pasos para reducir los riesgos

Lavar las bolsas con frecuencia. Si lavamos nuestra ropa cuando está sucia, ¿por qué no hacemos lo mismo con las bolsas donde llevamos nuestra comida? Si son de tela, pueden introducirse en la lavadora y después dejarlas secar bien antes de usar. Si tienen algún componente de plástico, deben lavarse con agua y jabón a mano.

Aislar las carnes crudas. Poner las carnes crudas en una bolsa de plástico de un solo uso antes de ponerlas en la bolsa reutilizable. No deben reutilizarse nunca bolsas que contengan carne cruda o aves de corral.

Ojo con los carritos del súper. Algunos estudios advierten que uno de los lugares más contaminados de un supermercado son los carritos de la compra y aconsejan tener especial cuidado a la hora de poner las bolsas en ellos.

Usar distintas bolsas para diferentes alimentos. Mantener separadas las carnes de los productos vegetales frescos y alimentos listos para consumir. Las bolsas usadas para alimentación solo debe usarse para este fin, sin mezclar otros productos como juguetes, ropa u otros objetos.

Usar más de una bolsa para cada tipo de producto. Carne, productos de limpieza y productos frescos deberían ir en bolsas separadas para evitar la contaminación cruzada.

Guardar las bolsas en un lugar fresco y seco, no en el coche. Las temperaturas altas, como las que se alcanzan en el interior de un coche, pueden hacer que las bacterias como Salmonella crezcan más rápidamente. En el coche, la temperatura se convierte en un importante aliado de los patógenos. Debemos asegurarnos también de que la bolsa está bien seca antes de guardar.

No guardar la comida en la bolsa durante mucho tiempo. Esto es así especialmente en el caso de los alimentos que necesitan refrigeración.

Algunos fabricantes están desarrollando bolsas reutilizables con sustancias antibacterianas que reducen el riesgo de contaminación. Estos revestimientos antimicrobianos dificultan que las bacterias puedan sobrevivir en la superficie, lo que hace que la reutilización de la bolsa sea más segura.

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