Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Gustave Caillebotte, un impresionista poco conocido, en el Museo Thyssen

Gustave Caillebotte, un impresionista poco conocido, en el Museo Thyssen

EFE

Madrid —

El Museo Thyssen-Bornemisza descubre a Gustave Caillebotte, una de las figuras menos conocidas pero más originales del movimiento impresionista, en una exposición que se inaugurará mañana lunes y que mostrará la evolución temática y estilística del pintor francés.

Organizada en colaboración con el Musée des impressionnismes Giverny, donde se ha visto con anterioridad, “Caillebotte, pintor y jardinero” estará formada por 64 obras, muchas de las cuales no exhibidas hasta ahora.

Comisariada por Marina Ferretti, directora de exposiciones e investigación del museo de Giverny, la muestra reivindicará la faceta de pintor de Caillebotte (París 1848-Petit Gennevilliers, 1894), reconocido fundamentalmente por su papel de mecenas e impulsor de la corriente impresionista.

Para este movimiento organizó exposiciones y coleccionó obras de artistas como Pisarro, Degas, Renoir, Sisley, Cézanne o Monet, que legó al estado francés a su muerte.

Hijo de una familia acomodada y tradicional, en 1875 y después de que el Salón de París rechazara la primera pintura que presentó de manera oficial, “Los acuchilladores”, Caillebotte se unió a los pintores independientes.

Un año después volvió a presentar esta obra junto a otras cinco de temática urbana en la segunda exposición impresionista.

Paula Luengo, conservadora del Thyssen y comisaria de la muestra en el museo, ha señalado a Efe que Caillebotte es de los pintores menos conocidos del impresionismo “pero uno de los más interesantes. Utilizó vistas en picado en unas obras muy cinematográficas, fue un rompedor con unas composiciones muy modernas que no seguían los cánones”.

Su corta producción, ya que murió a los 45 años, y el hecho de que no vendiera sus cuadros al no necesitarlo debido a su buena posición económica, “ha contribuido a que se le reconozca más como un mecenas y un coleccionista que como pintor”.

Al morir sus padres, el artista heredó una fortuna que le permitió dedicarse a sus grandes pasiones: la pintura, la filatelia, la horticultura y la navegación.

El recorrido de la exposición se inicia con el apartado “El París de Haussmann, un universo mineral” en él se muestra cómo entre los años 1852 y 1870 la ciudad francesa experimentó una importante remodelación urbanística de mano de Napoleón III y el barón Haussmann.

Caillebotte vivió en uno de los nuevos barrios y plasmó en sus pinturas esta transformación poniendo su mirada en los habitantes de la nueva ciudad. Con una paleta en la que predominan los grises, sus pinturas reflejan burgueses con sombreros de copa en contraste con obreros trabajando, mostrando así su interés por las diferentes clases sociales que habitaban la ciudad.

En “Vacaciones en Yerres”, residencia familiar de verano, el artista descubrió la pintura al aire libre y experimentó el poder de la naturaleza. Sus obras representan los caminos del jardín, la estructura ordenada del huerto, los efectos de la luz sobre los estanques o las puestas de sol. Los deportes náuticos y el trabajo en el campo son también protagonistas.

En 1881 Caillebotte compró, junto con su hermano, una propiedad en Petit Gennevilliers, en la ribera del Sena, donde continuó cultivando la pintura de jardines. Allí se hizo construir uno y un huerto, a los que dedicó gran parte de su tiempo y fueron fuente de inspiración, junto con la navegación.

Tras comprarle su parte a su hermano, el artista se instaló definitivamente en la finca de Gennevilliers, que amplió con nuevos terrenos. Su huerto, su jardín, su estudio y su invernadero se convirtieron en su mundo y en su centro de operaciones.

Durante los últimos años de su vida pintó el jardín, sus flores y escenas de navegación de intensos colores, como se refleja en “Orquídeas” (1893).

Etiquetas
stats