Ariodante: el éxito de una epopeya con personajes normales en vez de héroes

Valencia, 1 feb (EFE).- El éxito cosechado por la producción de la ópera Ariodante, estrenada este martes en el Palau de Les Arts de Valencia, se debe no solo a la música de Georg Friedriuch Händel, sino también al acierto de convertir esta epopeya inspirada en uno de los cantos de Orlando Furioso, de Ludovico Ariosto, en un drama con personajes más humanos que viven en un pueblo de pescadores que hacen más creíble esta historia de amores, engaños y traiciones.

Aunque en el libreto original la virtud sale finalmente triunfante, en esta puesta en escena la princesa Ginebra decide abandonar la celebración final de su inocencia y deja plantados a todos los protagonistas, miembros de una sociedad patriarcal y cerrada, con fuertes convicciones religiosas y morales, después de que la hayan acusado injustamente de infiel.

La dirección musical de Andrea Marcon, un experto en música antigua y barroca, ha dado vigor a una partitura de gran belleza ejecutada de forma eficiente por una Orquestra de la Comunitat Valenciana que se ha adaptado perfectamente a la música barroca, que prácticamente estaba ausente catorce años de la programación del Palau de les Arts.

Benjamin Davis, dirección de escena de la reposición -originalmente diseñada por Richard Jones-, ha dotado de dinamismo a un relato teóricamente plano, con unos cantantes y un reducido coro en constante movimiento para mantener el interés por el desarrollo de la historia.

Las partes orquestales en la parte final de cada uno de los actos han cobrado también un especial protagonismo con la intervención de marionetas, que representaban el estado de ánimo de Ariodante y Ginebra en cada uno de los momentos: desde la felicidad por el compromiso matrimonial y los hijos que nacerán de esa unión, a la situación de desamparo en que queda la princesa tras ser repudiada por su infidelidad (y que la llevará por el camino de la prostitución y a actuar como striper), pasando por la reconciliación y el reconocimiento de su inocencia.

Los seis protagonistas de esta ópera han demostrado agilidad y virtuosismo en las numerosas arias que ofrece la partitura, aunque la más sobresaliente ha asido la mezzosoprano rusa Ekaterina Vorontsova, en el papel de Ariodante, el legendario caballero que cae en la desesperación al creer que Ginebra le ha sido infiel, pero una vez que ha descubierto el engaño luchará para rehabilitar el honor de su prometida. Muy aplaudida fue su interpretación del aria “Scherza infida” del acto segundo.

Destacada ha sido también la intervención de la soprano canadiense Jane Archibald como princesa Ginebra, víctima de las intrigas perpetradas por Polinesso (el contratenor francés Chistophe Dumaux) y Dalinda (la soprano norteamericana Jacquelyn Stucker). Junto a ellos también tuvieron una notable intervención el bajo italiano Luca Tittoto (Rey de escocia) y el tenor estadounidense David Portillo (Lurcanio, el hermano de Ariodante, que pondrá al descubierto las malas artes de Polinesso, duque de Albany).

Esta ópera barroca de Handel, una de las más bellas de su producción, no logró llenar de público la sala principal del Palau de Les Arts, pese al descuento del 50 % establecido para los menores de 35 años con el objetivo de atraer a nuevos públicos, aunque si que despertó el interés del president de la Generalitat, Ximo Puig, que asistió junto a la consellera de Justicia, Gavbriela Bravo, y el presidente de la Diputación de València, Toni Gaspar.

Basada en 'Ginevra, principessa di Scozia', de Antonio Salvi, e inspirada en los cantos IV-VI de 'Orlando Furioso', de Ludovico Ariosto', esta producción de Ariodante, coproducida por el Festival de Aix-en-Provence, la Ópera Nacional Holandesa y la Ópera Lírica de Chicago, cuenta con la dirección de escena original de Richard Jones, con escenografía y vestuario de Ultz, iluminación de Mimi Jordan Sherin, coreografía de Lucy Burge, dirección de escena de marionetas de Finn Caldwell y diseño de marionetas de Nick Barnes y Finn Caldwell.

Joan Castelló