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¿De qué hablan las mujeres en la animación? Mulán, Frozen y otros 290 taquillazos bajo la lupa de Bechdel

El cine de animación tiene una cuenta pendiente con las mujeres, tanto dentro como fuera de la pantalla. Los personajes femeninos han mejorado notablemente durante los últimos años gracias a ejemplos como Brave, Moana o la capitana Hawthorne de Lightyear. Pero tras las bambalinas la cosa cambia. La primera producción del líder absoluto en el sector, Pixar, que ha dirigido en exclusiva una mujer ha sido Red, de 2022. No es un dato menor. La representación importa y todo lo que se avanza dentro de los estudios repercute en el producto final, ese que consumen millones de niños y niñas que están configurando ahora su futura visión del mundo.

La conciencia sobre esto hace que las nuevas generaciones partan con ventaja, ¿verdad? Aunque se da por hecho que en las últimas décadas la igualdad ha dado un paso al frente en las cintas de animación, no siempre ocurre. Por suerte hay una forma de comprobarlo: el famoso test de Bechdel, creado por una dibujante de cómics en 1985 –lee aquí nuestra entrevista con ella–. La premisa es simple y su aprobado depende de tres factores: que haya dos mujeres con nombre en la película, que hablen entre ellas y cuyo diálogo no verse sobre un hombre. Su puesta en práctica, sin embargo, ya se complica.

Para comprobarlo, elDiario.es ha tomado una muestra de las 290 películas de animación más taquilleras de todos los tiempos y se han pasado por el filtro de Bechdel Movie List, una página colaborativa donde los usuarios completan un formulario y debaten en los comentarios cuando el resultado no está claro. Hay que tener en cuenta que las tres reglas de Bechdel son muy concretas y no dan cabida a los matices, por eso hay 122 películas aprobadas, 113 suspensas y 25 en discusión. Lee más detalle sobre cómo se hizo este análisis en la metodología.

Una de las películas que ha suscitado más debate es Mulán, de 1998. El personaje de la guerrera china fue un referente para las niñas de la época, sobre todo al compararlo con otras princesas Disney. Varios usuarios argumentan que las conversaciones que mantiene con otras mujeres, aunque sea para rebatirlas, giran entorno a los hombres, el matrimonio y cómo ser una buena esposa. Ocurre lo mismo con La novia cadáver (2005), de Tim Burton, sobre la que no hay un consenso por culpa del personaje de Víctor. En el caso contrario estaría Peter Pan (1953), que cumple por los pelos las tres reglas gracias a las escenas de Wendy con su madre o con la niña india.

Una de las cosas más interesantes es observar la evolución por épocas. En este caso, se han agrupado las cintas por lustros. Cabe destacar que no hay información disponible sobre si aprueban o no el test de Bechdel en muchas películas de la década de los 80 ni de las estrenadas en los últimos dos años, por lo que la proporción podría no ser del todo exacta.

Para comparar muestras similares, analizamos 43 películas de entre 2015 y 2019, y 48 películas de toda la década de los 90. Del primer grupo, más de la mitad (26) pasan el test, y otras 6 están al límite de hacerlo. En cambio, del medio centenar de cintas escogidas de los años noventa, sólo 18 aprueban el test y 3 están en discusión. Es un aumento significativo, teniendo en cuenta que los 90 fueron años muy prolíficos para la animación y a los que pertenecen películas icónicas para el imaginario colectivo, como Aladdin, El rey León, la primera Toy Story, Pocahontas, Anastasia o Hércules. De estas, las tres primeras no lo pasan y las tres últimas sí.

Lo que queda claro es que la animación es un sector masculinizado en cuanto a dirección. Independientemente de que aprueben o no el test de Bechdel, la mayoría de las películas de la historia han sido dirigidas por hombres o, como mucho y en algunos casos puntuales, tienen una codirección femenina. Las cintas dirigidas exclusivamente por mujeres se cuentan con los dedos de una mano: Los osos amorosos (1985), La vuelta al mundo de Alvin y las ardillas (1987), La película de Tigger y Winnie the Pooh (2000), Kung Fu Panda 2 (2011) y Red (2022)

Entre las codirigidas por hombres y mujeres, destacan en los últimos años Brave, Encanto y las dos partes de Frozen, películas que tienen como protagonistas a personajes femeninos. Este equilibrio de poderes no siempre ha sido del gusto de ellas. Brenda Chapman, que dirigió Brave, lo dejó claro a su salida de Pixar: “Era una historia que yo había creado, que provenía de un lugar personal, como mujer y como madre. Que me la arrebataran y se la dieran a otra persona, a un hombre, fue realmente angustioso en muchos aspectos”, escribió en The New York Times. 

Otro factor a tener en cuenta ha sido el del monopolio. El imperio que ostentó Disney durante todo el siglo XX se vio irrumpido por un boom de estudios y películas que no solo se dirigían al público infantil. En esta época también aterrizó en Occidente el cine de animación asiático, que dio una lección al norteamericano en cuanto a la representación de sus heroínas, como ocurre con El viaje de Chihiro y La princesa Mononoke. Pero si bien cuenta con numerosas dibujantes, en el estudio Ghibli no ha existido jamás una mujer directora. 

La introducción de nuevos actores en el tablero provoca que la muestra se amplíe mucho desde el año 2000, momento en el que la animación se permitió incluir un rango de matices amplio y hablar directamente al espectador adulto.

Quizá por eso, desde finales de los 90 hasta ahora, hay más mujeres encargadas del guion, aunque distan todavía de sus homólogos masculinos. Sobre todo, de nuevo, es una rareza encontrar un diálogo o argumento escrito en exclusiva por una mujer. Destacan La Bella y la Bestia (1991), Los Rugrats: Vacaciones salvajes (2003), Frozen (2013), Frozen 2 (2019) o la ya mencionada Red (2022).

Cabe señalar que en muchas de las películas consideradas de guion “mixto” la proporción de hombres y mujeres queda lejos de ser paritaria. Es el caso de Hércules (1 mujer y 4 hombres), Toy Story 2 y Cars (1 mujer y 3 hombres) o Monstruos contra Alienígenas (1 mujer de un equipo de 5 guionistas), entre otros ejemplos.

También encontramos algunas ocasiones donde pasa al contrario...pero son minoritarias. Ocurre en La novia cadáver (2 de sus 3 guionistas son mujeres), Brave (donde sus dos guionistas son mujeres, y una de ellas es también la directora), Spirit: indomable (3 mujeres y 1 hombre), o la última de Pixar, Red, cuyas dos guionistas son mujeres. Todas estas películas aprueban el test de Bechdel.

Hay que tener en cuenta que el test de Bechdel no es la prueba definitiva sobre la presencia de las mujeres en las historias cinematográficas. De hecho, en algunas de las cintas que no lo pasan, las mujeres adoptan un papel fundamental en la trama, como en Tarzán o Shrek. También ocurre lo opuesto: aprobarlo no asegura una representación rica y brillante de los personajes femeninos, como pone de manifiesto la figura de Wendy en Peter Pan.

Aunque el test de Bechdel tiene poco más de 30 años y solo en la última década se ha empezado a usar como barrera para medir la igualdad en el cine, bebe de referentes más antiguos. Como Virginia Wolf, que ya en 1929, en Una habitación propia, reflexionó sobre la representación de la mujer en el arte.

“La galería de personajes ficticios son demasiado simples. Intenté recordar algún caso entre mis lecturas, donde las mujeres estuvieran representadas como amigas. Pero ellas son ahora, y lo fueron siempre, madres e hijas. Casi sin excepción se las muestra debido a la relación que tienen con los hombres. Era extraño pensar que todas las grandes mujeres de ficción fueran, hasta el día de Jane Austen, vistas no sólo desde el otro sexo, sino también únicamente en su relación con el otro sexo. Y qué pequeña es esa parte en la vida de una mujer…”. 

En definitiva, no hay fórmula que sustituya a un estudio de género meditado y consciente. Pero Bechdel puede ser un primer paso para que los estudios y las academias de cine acaten su responsabilidad sobre la igualdad de género y los referentes. Por ejemplo, el Instituto del Film de Suecia la emplea desde 2013 para conceder a los largometrajes una calificación (A) que acredita su fomento de la igualdad de género. No es un mal comienzo.

Por cierto, en esta tabla puedes acceder a todo el listado de películas analizadas de manera más cómoda y rápida, ordenando la información por orden alfabético, por año, por si aprueba o no aprueba el test o por género de la dirección y del guion.

¿Cómo se hizo la selección de películas?

Metodología

Se extrajo de Box Office Mojo el listado completo de 710 películas de animación de todos los tiempos. Se agruparon por lustros y por ranking de recaudación total (datos en dólares no ajustados a inflación) y se seleccionaron las más taquilleras de cada época.

En algunos lustros, la muestra de películas seleccionadas por ranking de taquilla es demasiado pequeña; esto ocurre porque no existe información sobre si cumplen o no el test de Bechdel. En estos casos se escogieron otras películas del mismo periodo de menor recaudación pero conocidas y/o para las que sí exista información. (Por ejemplo: Akira es de las últimas en recaudación para el lustro '85 a '89, pero es mundialmente conocida y hay información sobre si cumple el test, por lo que se ha incluido en la selección).

También se incorporó manualmente una veintena de films muy populares pero que, por recaudación o por fecha, no se incluyen en el listado de Box Office Mojo (por ejemplo, las últimas de Pixar: Soul, Luca, Red, y otras míticas como Alicia en el país de las maravillas o Dumbo). De todas ellas, se seleccionó una muestra de 290 cintas representativas de cada año.

La búsqueda sobre si las películas seleccionadas aprueban o no el test de Bechdel se realizó en bechdeltest.com. Al tratarse de una plataforma colaborativa, algunas películas aparecen en su base de datos, por lo que se realizó esta selección manual. Por último, la información sobre la dirección y el guion se extrajo de las fichas individuales en Filmaffinity.