Bret Easton Ellis: “Las redes sociales se han cargado el poder de la literatura”

“Para nadie”. Clara, concisa y contundente. Así es la dedicatoria con la que Bret Easton Ellis abre su nueva novela, Los destrozos (Random House), que llega tras trece años de silencio literario. El autor de American Psycho y Menos que cero firma su libro más personal, autobiográfico en “un 60%”, donde realiza un viaje a su yo adolescente a través de una historia que mezcla deseo sexual, obsesión y rabia asesina. Un volumen que quiso empezar a escribir en 1981, pero que ha precisado de más de cuatro décadas para ver la luz. Un diario que todavía conserva ha sido clave para recuperar las conversaciones, discusiones y reflexiones incluidas en el ejemplar.

“Es la primera novela en la que hablo del pasado”, ha reconocido este lunes el estadounidense en su presentación en Madrid, horas antes de acercarse a la Feria del Libro a firmar el título. Ellis ha compartido que fue algo que comentó con Quentin Tarantino cuando filmó Érase una vez en... Hollywood: “Me dijo que no quería hacer una película en la que se vieran móviles o se hablara de la mierda que hay ahora en el mundo. Quería hablar de su juventud e infancia. Los destrozos está contextualizado en ese mismo ambiente”.

El autor ha sostenido que “los artistas llegan a una edad en la que dicen: 'Quiero volver atrás'”. Y ha citado como ejemplos a Alfonso Cuarón con Roma, Woody Allen con Días de radio, Steven Spielberg con Los Fabelman y a Federico Fellini con Amacord. “Nunca me lo he pasado tan bien escribiendo un libro. Me sentí muy libre”, ha celebrado. Los destrozos contará con su propia versión para la pequeña pantalla, ya que HBO adquirió los derechos para adaptarla en forma de serie con Luca Guadagnino (Bones and all, Call me by your name) como director. El escritor actuará como productor ejecutivo y guionista, aunque el proyecto está actualmente parado por la huelga de guionistas de Hollywood que continúa sin acuerdo a la vista después de un mes. También está dentro de sus planes dirigir: “Es algo que siempre he querido hacer”.

American Psycho salió al mercado en 1991, nueve años antes de que Marry Harron lo llevara al cine con Christian Bale como protagonista en la piel de Patrick Bateman. Easton Ellis ha afirmado que, a día de hoy, “no cambiaría nada” del libro.

“Hay que vivir la vida con sus errores, controversias, cosas que salen mal, los amores no correspondidos. No hay nada que pudiera haberle dicho al Bret de entonces. Aquel tipo era lo suficientemente inteligente como para escribir y luchar por esta novela cuando se quería cancelar y censurar. Me gusta ver que me mantuve ahí pese a la presión que hubo, incluso cuando había tenido éxito, para cortar y quitarle partes. No sé si era un niño mimado, pero creía de verdad en el libro. Sabía que iba a triunfar”, ha expuesto. Aunque con un apunte: “No sé si tendría algún consejo para el Bret joven. Igual que se metiera menos cocaína. No necesitaba meterse tanta para meterse en este libro”.

Más allá de los homicidios que acaba cometiendo el protagonista, el estadounidense ha defendido que siempre vio la historia como “una comedia social sobre el hombre. Con no ser capaz de encontrar un sitio en este mundo de finales de los 80”. “Ya había escrito dos libros –Menos que cero (1985) y Las leyes de la atracción (1987)–, pero no me gustaba lo que me decía la cultura que tenía que ser un hombre: rico, con abdominales, con una casa muy grande y amigo de Trump. Todo esto puedes ignorarlo cuando tienes una edad, pero con 25 no estás totalmente formado. Necesitas modelos y yo no los tenía. Mi padre no podía serlo –era alcohólico– y estaba buscándolo. No quería escribir una novela sobre matar a mujeres. La furia de Patrick nace de que está atrapado en la sociedad”, ha explicado.

El consejo que podría darle al Bret que escribió 'American Psycho' es que se metiera menos cocaína

Nostalgia por la libertad creativa

El escritor se ha pronunciado igualmente sobre la generación X de la que es considerado cronista y referente: “Ha envejecido muy bien, me gusta ser parte de ella. Algunos dicen que soy más bien un boomer, pero en la tabla de generaciones que yo sigo, entro en la X, que es muy breve comparada con los boomers y los millennials. Estamos en medio. Los de la X compartimos una visión sobre la vida con todos los clichés que tanto se han oído. Hay ironía, un punto de vista sobre el mundo sin entusiasmo, ese querer ofenderte y reírte de todo. Porque si no puedes reírte de todo, no puedes reírte de nada. Hemos crecido en un mundo de libertad de expresión. Esto no existe a día de hoy. Estábamos en un mundo donde podías decir lo que fuera, hacer la película que fuera. No había un ejército de personas diciéndote 'no puedes hacer esto', o 'si vas a hacer esa broma, eres un exiliado'. Teníamos una libertad creativa total”.

Easton Ellis ha valorado que en algunos sentidos la generación X en Estados Unidos es “la más conservadora” al compararla con los boomers, “porque han experimentado esa libertad y no les han gustado estas reglas autoritarias que se han impuesto sobre las opiniones y los tuits. Me gusta haber tenido la oportunidad de ir a la universidad en un momento en el que había toda esa libertad. Era lo normal. Cuando ahora vemos la reacción a ella es una pesadilla, un desastre. No hay felicidad con lo que está pasando; que es rabia, control poder e intentar cortar a todas las personas por un patrón”.

El escritor ha valorado que en Estados Unidos, los liberales, en lo que respecta al ámbito cultural: “No es que la generación X sean conservadores, sino que se han tenido que pasar a esa parte para rechazar el planteamiento de ser silenciados por la izquierda”. “Yo no soy conservador, pero cuando entre mis amigos vemos que hay un movimiento del 12% hacia la derecha no significa que tenga que ver con la política, sino con que la cultura condiciona a la política hasta cierto punto. Es la reacción hacia la izquierda por su lista de lo que se puede decir y lo que no; y sus castigos. Es lo que ha hecho que mucha gente se haya pasado a la derecha, han pasado a opinar eso porque no soportan las condiciones que está imponiendo la otra parte. Inclinarse hacia la derecha no significa ser de derechas, sino ser liberal y libre a nivel cultural”

“Tener un sentimiento liberal, que fue el que yo tuve cuando crecía, y que ahora se lo ha adueñado y cargado la izquierda... No quiero decir que haya un ejército de derechas en la generación X, sino que hay muchos de ella que se habían considerado liberales cuando serlo incluía una libertad de expresión que ya no existe. Ese es el problema”, ha opinado.

Mucha gente se ha pasado a la derecha como reacción a los castigos de la izquierda

¿Qué poder ejerce la literatura?

Easton Ellis ha afirmado que el auge global de la extrema derecha no es algo que le haya afectado en su oficio, pero que sí le preocupa “por las generaciones más jóvenes que no se atreven a expresarse porque hay estos censores”. “Alguien puede decirme que lo que he escrito puede dañar sentimientos de determinadas personas. ¿Y qué pasa? El que se ofenda, que se ofenda. El humor tiene que ver con la marginalización, con la injusticia, con no conseguir lo que quieres”, ha añadido, tajante: “Nunca he querido tocar una tecla para provocar a alguien. Si escribo algo y alguien se ofende, lo siento, no lo leas, pero que no me venga un editor y me diga que no lo puedo publicar. Hay que pasar de esa mentalidad”.

Al analizar el papel que desde la literatura juegan los artistas para combatir –o no– un contexto político en el que la derecha continúa escalando, Easton Ellis se ha mostrado pesimista. “Me encantaría que fuera posible. No sé si la literatura tiene poder, se lo han cargado las redes sociales, que es donde está ahora”, ha lamentado.

Aun así, ha compartido que “las cosas son cíclicas”, de tal forma que “las generaciones siempre reaccionan a las anteriores de la misma manera, y luego las cosas se van recolocando y ordenando. Se pregunta por qué una generación acabó como acabó, y es por ser reaccionaros a sus padres y la sociedad que les habían dejado”. El escritor no pierde aun así la esperanza de que “vaya a acabar esta situación tan terrible. No sé si lo va a hacer desde la literatura, pero sí desde la cultura en general”.

La idea de que los escritores somos ricos es una gran mentira que hay que desmontar

Una opinión formulada por un autor que lleva cerca de cuarenta años dedicado a la escritura, universo sobre el que ha aprovechado para realizar una reivindicación: “A la gente le suele llamar la atención la cantidad de dinero que tienen los escritores, pero si comprendieran cómo es y funciona la industria editorial... Los escritores se llevan un 10%, hay impuestos. Yo estoy bien de dinero pero esta idea de que somos ricos es una gran mentira que hay que desmontar para muchas personas”.