Larga vida a Mark Bell, pionero del tecno británico
“Es con gran tristeza que anunciamos el fallecimiento de Mark Bell de LFO, que falleció la semana pasada por complicaciones tras una intervención quirúrgica. La familia y los amigos de Mark piden que se respete su intimidad en estos momentos tan difíciles”. Así confirmaba Warp Records la muerte del productor británico, co-fundador y mitad del famoso duo de música electrónica LFO y co-productor del histórico Homogenic de Bjork, con la que también se fue de gira con Volta entre 2007 y 2008.
Uno de los primeros grupos emblema de la mítica Warp Records, LFO (Low Frequency Oscillation) irrumpió en la escena de Sheffield en 1988. Mark Bell y su colega Gez Varley encabezaron la ola del House británico con su homónimo LFO (1990) y más tarde con Frequencies (1991), que contenía himnos como We Are Back, su cara B Nurture o Freeze.
Tras una época en solitario en la que produjo a un número de combos populares y produjo varios singles bajo diferentes nombres en pequeños sellos de electrónica, llega Homogenic. El majestuoso homenaje de Bjork a su tierra natal, un disco en el que también colabora con Guy Sigsworth, Howie B y Markus Dravs, y un cambio de registro hacia lo catedralicio.
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Buscando una renovación para su desorientada carrera, el gigante venido a menos Depeche Mode le buscaron para su disco Exciter. Bell hizo lo que Bell hace: encontrar la esencia de lo que hace que este grupo sea este grupo y no otro y hacerle un peinado más corto, brillante, asimétrico y juvenil. Elegante sin ser aburrido, delicado sin abandonar la amenaza subterránea que caracterizó los primeros discos del combo, el décimo disco les devolvió al candelero, aunque brevemente.
En 2003 vuelve LFO (esta vez sin ) con un album llamado Sheath y la epiléptica Freak, un elegante rompepistas cuya leyenda fue reforzada por dos documentos visuales inolvidables: el propio video del single, con las colegialas asiáticas y demoníacas que recuerdan a los descalabros de Aphex Twin, y la secuencia inicial de Enter de Void, la estrafalaria película de Gaspar Noe.
