La portada de mañana
Acceder
Sánchez impulsa una regeneración que incluye una reforma del Poder Judicial
La fumata blanca de Sánchez: cinco días de aislamiento, pánico y disculpas al PSOE
Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Los llamados niños de la calle de Melilla son chavales, la mayoría de origen marroquí, que migraron solos, y tras llegar a la ciudad autónoma intentan acceder a la Península para evitar su expulsión al cumplir 18 años

Sobreviviendo en la calle esperan la oportunidad para colarse desde el puerto en alguno de los barcos que zarpan casi a diario, una misión realmente difícil dado el despliegue policial

Estos menores suelen escapar del centro de menores melillense 'La Purísima' por dos motivos: las denuncias de malos tratos y su miedo a ser expulsados tras cumplir la mayoría de edad