El Gobierno griego deportó este jueves a 13 personas desde la isla de Quíos a Turquía, que junto con los ocho de ayer marcan el reinicio el proceso de devolución de refugiados en el marco del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y las autoridades de Ankara.
Un total de 13 ciudadanos sirios -seis varones, tres mujeres y cuatro menores de edad no acompañados- partieron en un avión, fletado por la policía helena y Frontex, desde la isla del Egeo oriental a la localidad de Adana, en el sureste de Turquía.
Según las autoridades griegas ninguno de ellos presentó solicitud de asilo y habían pedido regresar voluntariamente. En devoluciones anteriores a suelo turco, varios afectadores aseguraron a Human Rights Watch y a Acnur que no pudieron pedir asilo en Grecia. Human Rights Watch denunció en un informe estos engaños durante las deportaciones de refugiados.
Por otro lado, el miércoles ocho personas más, cinco de nacionalidad afganas, dos iraníes y un argelino -la mayoría varones- fueron embarcados desde Quíos hacia el puerto de Cesme, en territorio turco, sin que ninguno hubiera presentado solicitud de asilo, indicó también la Policía griega.