Valencia, 7 mar (EFE).- Varios colectivos de mujeres migrantes han reivindicado este lunes una mayor concienciación de los periodistas y comunicadores a la hora de informar sobre determinadas realidades para evitar la propagación o naturalización de los discursos de odio racistas.
Así lo han dado conocer en una charla con periodistas dentro de la campaña #AtravesadasxLasPalabras, que presenta la ONG Alianza por la Solidaridad, con la que se busca llamar la atención de la sociedad, las instituciones y los propios medios de comunicación sobre la discriminación que sufren las personas migrantes o racializadas.
A través de una serie de vídeos, la campaña muestra el racismo que se esconde detrás de muchos comentarios que reciben cada día estas personas; la discriminación y trabas que les pone la Administración para regularizar su situación, o la criminalización a la que son sometidas por parte de medios de comunicación.
“Las palabras que recibimos cada día, escuchamos o leemos nos atraviesan”, ha asegurado Marcela Guevara, gestora cultural y activista, una idea que comparte Carmen, de la asociación Mujeres, Voces y Resistencias, quien recuerda que detrás de los términos que se usan muchas veces para referirse a las personas migrantes hay rostros.
“Somos más que un término o etiqueta”, ha afirmado para reclamar un cambio de discurso por parte de los periodistas, a quienes pide ser conscientes de la incidencia que tienen sus palabras, por ejemplo, “naturalizando que los trabajos del hogar se asocien a migrantes” o favoreciendo “la hipersexualización y criminalización de personas migrantes y su deshumanización”.
Como ejemplos, Katherine Trujillo, de la misma asociación, ha advertido del tratamiento que se hace con el fenómeno de las bandas juveniles, pues “criminaliza de forma indirecta a muchos jóvenes de origen latinoamericano” y los barrios en los que residen, mientras que “se habla muy poco de por qué existen”.
“No se va al origen del problema, sino que se culpabiliza a los jóvenes, muchos de ellos niños, que poca culpa tienen”, ha señalado Trujillo, quien también ha alertado de la discriminación que existe en los conflictos internacionales, donde parece que haya personas refugiadas de primera y de segunda división.
Ahora, ha añadido, la información solo se centra en Ucrania, cuyos refugiados “son bienvenidos y se les ofrece regularizarlos a su llegada”, pero hay conflictos en otras partes del mundo a los que se resta importancia, y personas de otras partes que llevan años esperando regularizar su situación.
“A los que saltan vallas en Ucrania no se les trata como a criminales, pero en Ceuta y Melilla sí son 'salvajes' que quieren venir a Europa”, ha denunciado para pedir que se hable de los conflictos que dan origen a estas situaciones, y que se contacte con las asociaciones y colectivos afectados para conocer la realidad de estas situaciones.
“No se ve nunca de qué forma ayudarles, solo se les criminaliza”, denuncian las representantes de estas asociaciones, quienes proponen que se contrate a periodistas racializados especialistas en racismo, y evitar asociar la nacionalidad, el país de origen o la cultura con características denigrantes, violentas o negativas.
También proponen verificar las informaciones con organizaciones antirracistas, denunciar en los medios de comunicación los actos de odio racista que ocurran en la sociedad y publicar informaciones positivas de personas migrantes, entre otras cuestiones.