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El número de desplazados forzosos en el mundo se duplica en la última década, pero creció a menor ritmo en 2024

Un año más, el número de quienes que viven lejos de sus hogares tras escapar del conflicto o la persecución supera un nuevo récord, alcanzando en 2024 los 123,2 millones, lo que supone un incremento del doble en la última década. En el último año, siete millones de personas han dejado sus lugares de origen a la fuerza, según el último informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Sin embargo, en el último año y en los últimos meses de 2024 el incremento se ha desacelerado

Pese a la subida en siete millones de refugiados o desplazados, Acnur matiza que el ritmo de incremento se desaceleró en la segunda mitad de 2024 y a finales de abril de 2025, debido principalmente a los retornos, incluyendo deportaciones, de afganos desde Pakistán e Irán, y sirios desde países vecinos de la región, así como cambios en las cifras de desplazamiento interno en países como Sudán.

A pesar del incremento generalizado de las cifras de una década a otra, el trabajo de ACNUR señala a Sudán, Siria, Afganistán y Ucrania como los países con el mayor número de desplazamientos forzosos en el último año, así como a los niños, niñas y mujeres como los perfiles más habituales en dichos movimientos migratorios. Según el informe, el 41% de los refugiados son niñas y el 50% son mujeres y niñas. En el caso de los desplazados internos, el 53% son mujeres y niñas, mientras que, en países como Somalia, la niñez representa el 66% de los desplazamientos internos. Sudán como epicentro de la crisis de desplazamiento y humanitaria

Desde abril de 2023, el conflicto entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido se ha extendido a regiones claves del país como Jartum, Darfur o Kordofan, entre otras. La expansión territorial del conflicto, sumado a la ausencia de ayuda humanitaria tras la paralización de los programas de USAID y que afecta a alrededor de 30 millones de personas, coloca a Sudán como el país líder en desplazamientos forzados en el último año.

Según el trabajo de ACNUR, a finales de 2024, 14,3 millones de sudaneses estaban desplazados, lo que equivale al 30% de la población total. Durante el mismo año, el desplazamiento interno creció un 28%. Si atendemos a 2025, solamente el ataque al campamento de Zamzam en Darfur del Norte, desplazo a más de 400.000 personas, es decir, al 81% de la población del asentamiento informal. Según otras organizaciones como Médicos sin Fronteras, el campamento está al borde del colapso, se declaró en hambruna en agosto de 2024 y los equipos de asistencia humanitaria tuvieron que suspender la ayuda por inseguridad. Siria, Afganistán y Ucrania

Con 13,5 millones de personas desplazadas, Siria sigue siendo una de las crisis humanitarias más prolongadas en el tiempo del mundo. La caída del gobierno de Assad en diciembre de 2024 provocó una oleada de retornos, especialmente desde países vecinos. Según ACNIR, más de 500.000 refugiados y 1,2 millones de desplazados internos han regresado a sus lugares de origen durante los primeros meses de 2025.

Por otro lado, Afganistán registra 10,3 millones de desplazados en un contexto marcado por retornos masivos, especialmente desde septiembre de 2023. Desde entonces, más de tres millones de afganos han regresado al país, incluyendo 780.000 en la primera mitad de 2025. Las personas retornadas regresan a un país que carece de infraestructura crítica y enfrenta una pobreza generalizada.

Por último, tras más de tres años de conflicto a gran escala, Ucrania sigue enfrentando una crisis de desplazamiento masivo con 8,8 millones de personas desplazadas. Según el informe de ACNUR, 740.000 nuevos desplazados se sumaron a los 3,7 millones que permanecen en esa situación. Además, la intensificación de los ataques rusos a infraestructuras críticas civiles ucranianas agrava la situación humanitaria y se estima que alrededor de 12,7 millones de ucranianos necesitan asistencia en 2025.

Reasentamiento internacional

Como escenifican los casos de Siria o Afganistán, en 2024, casi 9,8 millones de personas desplazadas lograron regresas a sus hogares, incluyendo 1,6 millones de refugiados, la cifra más alta en más de 20 años y 8,2 millones de desplazados internos, el segundo mayor registro histórico. En la misma línea, el informe señala que el reasentamiento internacional también ha mostrado avances, con un aumento del 19% en 2024 aunque con visos de fracaso en los próximos meses debido a la suspensión del programa estadounidense. ACNUR estima que 2,9 millones de refugiados necesitarán reasentamiento en 2025, el doble que en 2021.

Respecto a la integración local, en 2024, 88.900 refugiados obtuvieron la ciudadanía o la residencia permanente en sus países de asilo, mientras que 47.200 personas apátridas adquirieron la nacionalidad, lo que supone un aumento del 47% y evidencia un progreso en la inclusión legal y social.

La violencia física y psicológica de la migración

La reducción de los fondos internacionales, especialmente estadounidenses, amenaza principalmente a mujeres y niñas, como los perfiles principales de personas desplazadas. En Sudán del Sur, solo el 25% de los espacios seguros para mujeres estçan

operativos, dejando a 80.000 personas sin acceso a servicios vitales como apoyo psicológico y legal. En Etiopía, más de 200.000 personas han perdido acceso a refugios seguros, mientras que en Jordania se han cerrado al menos 63 programas de apoyo especializado.

Además, las mujeres y niñas son frecuentemente víctimas de violencia y restricciones de movimiento, sobre todo en zonas del Sahel Central. En Burkina Faso, Mali y Níger, la violencia sexual representa uno de cada seis incidentes de protección reportados.

Además, la salud mental es una preocupación crítica: en países como Sudán del Sur, Camerún y Pakistán, el 18% de las mujeres refugiadas sufre depresión, con mayor prevalencia entre mujeres mayores o jefas de hogar viudas o separadas.