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“Conocí BlaBlaCar cuando buscaba opciones para compartir gastos de viaje”

Una "app" social se convierte en "una boutique de hombres objeto"

Marta Garijo

“Desde hace algo más de cinco años estoy trabajando en Madrid y todos los fines de semana voy a Valencia donde está mi familia”, así ha comenzado Javier, un contable de una empresa que cambió sus oficinas de Valencia a Madrid, la explicación para contar cómo conoció esta plataforma. Javier explica que en un primer momento compartía el coche con compañeros de trabajo, pero que conforme estos dejaron de viajar con él tuvo que ir buscando nuevas opciones. Primero probó a poner carteles por la zona de su oficina, luego se unió a un grupo de Facebook de 'Valencianos en Madrid' para tratar de encontrar gente que viajara a esa ciudad y finalmente, alguien le habló de BlaBlaCar.

“Conocí BlaBlaCar cuando buscaba opciones para compartir gastos de viaje”, narra respecto a esta plataforma que le permite “hacer lo que venía haciendo antes” pero de una forma más ordenada. Él cobra 13 euros por trayecto y dice que cuando echa cuentas a final de año, el resultado no le da beneficios porque además de la gasolina “tengo que pagar el mantenimiento del coche”. Después de años haciendo el mismo trayecto ha conocido a lo que ya considera amigos con los que se comunica directamente por teléfono para hacer los viajes juntos por lo que el uso que hace ahora de BlaBlaCar es “residual”.

Usuarios de BlaBlaCar, detectives y consultores han pasado esta mañana por la sala de vistas del juzgado mercantil número dos de Madrid en el juicio de Confebus contra BlaBlaCar ante el magistrado Andrés Sánchez Magro. Por un lado, la acusación ha tratado de refrendar su petición de suspensión de la actividad de la plataforma, que pone en contacto a conductores con viajeros, por considerar que su actividad supone una competencia desleal que ha quitado un 20% de viajeros al autobús. Para lo que ha contado con los testimonios del secretario general de Confebus, Joaquín Tarazaga, y con los cuatro detectives que elaboraron un informe sobre el funcionamiento de la compañía. Por su parte, la defensa ha apoyado su tesis en el testimonio de un viajero y en el de los consultores que han elaborado sendos informes sobre la falta de ánimo de lucro de los conductores de BlaBlaCar y otro sobre el posible impacto de la compañía en el sector.

Los detectives que presentaron el informe sobre el funcionamiento de la compañía han declarado también en el juicio, como ya hicieran en la de las medidas cautelares. Dos hombres y dos mujeres fueron los encargados de hacerse pasar por conductores y viajeros de BlaBlaCar que realizaron varios viajes entre Madrid y otros puntos de la geografía española. “Te metes en la web y te piden una serie de datos, una vez que entras puedes solicitar un viaje”, ha explicado uno de ellos para contar cómo era la experiencia de un viaje compartido. “Se paga a través de una tarjeta. Yo me fui a Albacete y me cobraron una comisión de gastos de servicios”, ha proseguido.

A preguntas del abogado de la acusación, varios de los detectives han asegurado que cuando hablaron con los pasajeros y conductores de los vehículos les dijeron que antes “venían (utilizaban) del autocar”. Sobre este punto la abogada de la defensa ha preguntado sobre la razón de porqué esto no aparece en el informe elaborado por ellos. “En dos horas de viaje se habla de muchas cosas”, ha respondido uno de los detectives.

Datos para apoyar a las partes

Confebus para apoyar su tesis de que BlaBlaCar les quita un 20% de los pasajeros ha presentado una serie de datos con el número de coches y el precio que costaban los trayectos durante un periodo de tiempo. Con estos datos, Joaquín Tarazaga, secretario general de Confebus, ha defendido la tesis de que la oferta de esta plataforma en determinadas rutas “supone hasta el 50% sobre la oferta de las plazas de autobús en estos trayectos de la empresa que tiene la concesión legalmente establecida”. Cuando la abogada de la defensa le ha preguntado si sabía cuántas de estas plazas se llenaban, Tarazaga ha contestado que “la ocupación sale después” y que no habían pedido el acceso a esta información a la compañía.

En la parte de los testimonios de los peritos, la defensa ha llamado a los consultores que elaboraron el informe de Roland Berger sobre la actividad de BlablaCar y al que hizo el documento sobre el impacto de la compañía en el transporte de viajeros. “Los conductores no cobran la totalidad de los costes y por tanto, no hay ánimo de lucro económico”“ ha asegurado el autor del documento.

Por su parte, el economista de Compass LexEcon presentado como perito por la defensa ha asegurado que las conclusiones del informe muestran que BlaBlaCar “no ha tenido impacto en el número de viajeros del autobús interurbano”. Para realizar esta afirmación, ha apuntado que han realizado un análisis de regresión en el que han analizado diversos factores como la evolución de los viajeros de autobús en las diferentes rutas, el número de las plazas ofertadas que fueron ocupadas, otros factores que puedan afectar a la caída de viajeros,... Aun asumiendo que todos los pasajeros de BlaBlaCar hubieran viajado en autobús de no existir la plataforma de coche compartido, el posible impacto nunca sería superior al 0,3%, dada la enorme diferencia de tamaño entre la actividad del autobús y el número de personas que viajaron en BlaBlaCar durante el año estudiado, ha añadido.

El caso de BlaBlaCar iba a quedar visto para sentencia esta mañana, pero una petición de la acusación de Confebus ha retrasado el proceso. El abogado de la acusación ha solicitado un expediente administrativo de la Comunidad de Madrid sobre la empresa y a la espera de recibir la prueba, ambas partes han decidido posponer la presentación de las conclusiones. Por lo que todavía habrá que esperar para ver cuál es la decisión que toma la justicia sobre el primer caso de economía colaborativa en los tribunales.

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