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La espiral alcista de julio convierte a 2021 en el año con la luz más cara de la historia

La espiral alcista del mercado mayorista de electricidad en julio ha convertido ya a 2021 en el año con la luz más cara de la historia. Julio se ha confirmado como el mes más caro en los registros del Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE), con un precio medio de 92,41 euros que pulveriza el anterior récord de 83,3 euros registrado en junio. En el acumulado del año, el precio medio se dispara ya hasta 63,5 euros/MWh, una cifra sin precedentes.

Sin visos de que la dinámica remita, en vista de la evolución del mercado de futuros, esta espiral alcista se explica por el encarecimiento del gas natural y de los derechos de emisión de CO2. El precio medio del denominado pool eléctrico en el periodo que va de enero a julio es un 6,5% superior al anterior récord: los 59,63 euros del mismo periodo de 2008.

Entonces, en los primeros momentos de la anterior crisis financiera, la cotización del petróleo Brent (de referencia para Europa) marcó un récord histórico de 147,5 dólares por barril que se registró el 11 de julio de 2008. Los precios del gas natural estaban en aquel momento fuertemente influenciados por los del crudo.

El mes pasado se batieron varios récords en el pool. El 21 de julio registró el precio medio diario más elevado de la historia, más de 106 euros/MWh, muy por encima del anterior récord de enero de 2002; cuatro días después, alcanzaba el máximo para un domingo (93,2 euros/MWh). Y el 3 de julio alcanzaba el récord para un sábado, más de 94 euros/MWh. La escalada no respeta ni los fines de semana, cuando la demanda es sensiblemente inferior por la menor actividad.

Para este sábado, el precio del pool se relaja hasta un mínimo mensual de unos 61 euros, pero las perspectivas para lo que queda de 2021 son muy poco halagüeñas. Esta semana, Endesa preveía precios elevados en el mercado mayorista español hasta 2023. El pico, según la eléctrica, se alcanzará este segundo semestre, con una media de 97,1 euros/MWh, frente a los 58,6 del primer semestre y los apenas 29 de 2020, un año con precios inusualmente bajos como consecuencia de la gran reclusión. Para 2022, según Endesa, la media estará en 71 euros. Ya para 2023 se situaría en 54,2 euros/MWh.

Los datos de OMIE no están ajustados a la inflación, pero dan una idea de esta histórica escalada, que también está afectando al resto de mercados europeos, por los problemas de suministro de gas ruso, la fuerte demanda asiática de este combustible y la escalada de los permisos de carbono como consecuencia de la mayor ambición climática de la UE y la especulación en ese mercado.

Pero está afectando especialmente al mercado ibérico, que es prácticamente una isla energética por la escasa interconexión con el resto de Europa. Según la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), el precio del pool en julio ha sido un 12,5% superior al de Alemania y un 16,7% superior al de Francia, los dos países que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se ha marcado en ocasiones como referencia.

Considerando la evolución del mercado diario en 2021 y las cotizaciones de los futuros hasta fin de año, según AEGE, el precio medio estimado del mercado eléctrico español estaría en 79,05 euros/MWh, un 131,8% más que en 2020, un 9,8% más caro que el del mercado alemán y un 4,1% más caro que el francés.

Impacto en el bolsillo

El descontrol de precios de julio de 2021, en plena recuperación de la economía gracias a la buena marcha de la campaña de vacunación, va a tener un impacto directo en los bolsillos de familias y empresas.

Según las estimaciones de la OCU, la factura media de un hogar con la tarifa semirregulada del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) –con 4,6 kilovatios (kW) de potencia y un consumo mensual de 292 kWh– se elevará en julio hasta 72,5 euros al mes, un 5,4% más que en junio y un 17% más que hace un año. Sin la reducción transitoria del IVA del 21% al 10% aprobada de urgencia a finales del mes pasado por el Gobierno, la factura se hubiera elevado hasta los 79,80 euros, indica la asociación.

El precio de la energía tiene un peso cercano en la factura de en torno al 24%. Alrededor del 50-55% corresponde a los peajes –el coste de las redes de transporte y distribución– y cargos –los costes asociados al fomento de las renovables, a las extrapeninsulares y las anualidades del déficit de tarifa– y el resto, a impuestos.

Esta espiral se ha comido ya el efecto de la bajada temporal del IVA y de la suspensión del impuesto del 7% a las generadoras. Las dos principales empresas eléctricas en España, Iberdrola y Endesa, han pedido esta semana cambios en el PVPC, que está indexado al pool, para “proteger” al consumidor de la volatilidad del mercado. Esta opción es, con todo, más barata que las denominadas “ofertas” del mercado libre que promocionan las empresas, aunque lleva años en retroceso.

“Muy atentos”

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, reconocía esta semana que es “probable” que el precio de la electricidad en lo que queda de año se mantenga en un rango alto y aseguraba que seguirán “muy atentos” a su evolución, dado que “al Gobierno le corresponde ofrecer garantías a los consumidores que puedan verse más afectados y que esto no suponga una merma en las economías familiares o la recuperación”.

La vicepresidenta tercera ha pedido por carta a la Comisión Europea que se permitan modificaciones en el diseño del actual modelo marginalista de formación de precios, por el que la oferta más cara determina lo que cobran todas las tecnologías en la casación.

Ribera planteó a comienzos del mes pasado recortar el exceso de retribución de hidráulica y nuclear por el encarecimiento de los derechos de emisión, un proyecto que las eléctricas rechazan. Además del recorte a hidráulicas, nucleares y eólicas anteriores a 2005 por el CO2, el ministerio ha presentado un proyecto de ley para sacar el coste de las primas a las renovables de la factura eléctrica. Transición Ecológica calcula que rebajarán la factura final de los hogares un 15%, pero su entrada en vigor no será inmediata.