El expresidente Kutxabank dice que el actual presidente le engañó y no lo va a olvidar

El expresidente de Kutxabank Mario Fernández ha acusado hoy al actual presidente del banco, Gregorio Villalabetia, de engañarle al ocultarle que había encargado un informe y llevado al consejo del banco los pagos al exdelegado del Gobierno Mikel Cabieces, y le advertido: “no lo voy a olvidar”.

“Yo no acostumbro a dejar heridos”, ha llegado a decir hoy a la prensa Mario Fernández visiblemente molesto con su sucesor porque considera que le engañó al destapar el caso, que, según ha explicado, tiene su origen cuando le pidieron que ayudara al exdelegado del Gobierno Mikel Cabieces a buscar una salida profesional por su vinculación en la lucha contra ETA.

Fernández ha declarado hoy como imputado ante la titular del juzgado de Instrucción número 4 de Bilbao, Ana Isabel Álvarez Fernández, en la causa abierta por los pagos de 243.000 euros en tres años de Kutxabank, a través del despacho de abogados de Rafael Alcorta, a Cabieces cuando dejó de ser delegado del Gobierno en el País Vasco.

Hoy también han declarado ante la jueza los otros dos imputados, Cabieces y el abogado Alcorta. Ninguno ha querido hablar ante la prensa.

A los tres se les acusa de los presuntos delitos de falsedad documental y de administración desleal -o de forma alternativa, apropiación indebida-.

Al salir de su declaración, de algo más de una hora, Fernández ha explicado primero que, en su opinión, “Kutxabank no pagó un euro a Cabieces, quien era un colaborador externo del despacho de Rafael Alcorta, que es con el que Kutxabank tenía relación”.

“El señor Alcorta -ha añadido- ha cobrado las minutas correspondientes, todas ellas por servicios prestados a Kutxabank y en consecuencia, la afirmación de la que se parte, que se han pagado cantidades por servicios no prestados, es rotundamente falsa”.

Fernández ha añadido que “he visto el informe de auditoría interna de Kutxabank en el que se dice que se han pagado cantidades (a Cabieces) que no corresponden a servicios prestados”, la base de la acusación de administración desleal.

Al considerar que eso es falso, Fernández ha señalado que “si en la ocasión anterior (al declarar ante el fiscal) les dije que tenía un cabreo 'king size' (tamaño gigante), en esta ocasión además de un cabreo, me siento engañado, y no lo voy a olvidar. No lo voy a olvidar”, ha repetido.

Fernández ha expuesto a la jueza cuál ha sido su intervención desde el momento “cero”, a principios del 2012. Entonces, según detalló en su declaración anterior, un líder del PP le pidió que buscara una “salida profesional” al exdelegado del Gobierno, en base a una “ley no escrita” para atender a personas vinculadas con la lucha contra ETA tras abandonar sus cargos.

Hoy Fernández ha añadido que fue entonces “cuando pedí que se analizara si era posible encontrar un puesto de trabajo para este señor (Cabieces) por unas circunstancias que me siguen pareciendo relevantes, nada más”.

“En octubre o noviembre del 2014 la gente que depende de mí me propone que se concluya esa relación (con Cabieces); en el intermedio no he tenido conocimiento de nada. Ese es un tema de la dirección de recursos humanos (de Kutxabank). A mí no me contaron nada”.

Tras su relevo, el nuevo presidente, Gregorio Villalabeitia, se lo comenta a Fernández en una reunión; inmediatamente, Fernández devolvió de su bolsillo a Kutxabank los 243.000 euros para que no hubiera dudas de que no había perjuicio para el banco.

Es esa reunión la que ha motivado el enfado de Fernández: “En esa cita no se me dijo que se había encargado ya un informe de auditoría interna, que (el asunto) había pasado por el comité de auditoría y que había pasado por el consejo. Me siento sencillamente engañado, y el que me engañó es el que, hablando conmigo, me lo ocultó, el presidente actual de Kutxabank”.

Mañana declararán como testigos del director de Recursos Humanos de Kutxabank, Fernando López de Eguilaz, y del director de Servicios de Auditoría Interna de la entidad financiera, Roberto Moll, encargado de supervisar el informe interno que sirvió como base de la denuncia.