Cáncer de páncreas: hacer de la salud psicológica parte importante del tratamiento

El cáncer de páncreas es un tumor maligno que afecta a un órgano vital inserto en el abdomen y rodeado de vasos sanguíneos vitales. Conocido por su naturaleza agresiva, a menudo se diagnostica en una etapa avanzada, lo que dificulta su tratamiento eficaz.

Si bien no estamos frente a uno de los cánceres de mayor incidencia —es el octavo en prevalencia en España—, comparado con otros tumores como los de mama o pulmón, sí es uno de los más letales ya que es un tipo de cáncer con mal pronóstico. Si hablamos de mortalidad, se sitúa en tercera posición y se estima un crecimiento del 40% en los próximos 20 años, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Son cerca de 10.000 nuevos casos al año en España, unas cifras y unas particularidades que dan sentido a la puesta en marcha de iniciativas y modelos integrales como el que ha desarrollado el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y que tienen como finalidad conseguir un avance relevante en su abordaje, que se enfoca hacia una atención más personalizada, coordinada y humana

Una de ellas es laque, en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), está destinada a dar mayor visualización de los últimos avances conseguidos y a reforzar el acompañamiento integral a pacientes y familias.

En palabras de la Doctora Ángela Lamarca, especialista del Servicio de Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz y co-organizadora de la jornada, el objetivo es que “los pacientes no se sientan aislados y comprendan que hay otras personas atravesando la misma situación”.

Cáncer de páncreas, un tumor que no da la cara

Se trata de un tipo de cáncer que no suele presentar síntomas hasta que ya está en una fase avanzada. Esto se explicaría por la localización del páncreas y al hecho de que, cuando se diagnostica, el tumor ya puede haber afectado a órganos vecinos, lo que dificulta o impide la extirpación quirúrgica, que es la única opción curativa a la que solo optan un 20% de los pacientes diagnosticados de cáncer de páncreas.

Medicina de precisión hacia nuevos tratamientos

El cáncer de páncreas plantea varios retos a la vez: a menudo se diagnostica tarde, cuando hay menos opciones de tratamiento, y no hay un método de detección temprana establecido. Es clave, por tanto, atender a los factores de riesgo y los síntomas de la enfermedad. ¿Por qué es importante la medicina de precisión? Conocer la biología de cada tumor ayuda a determinar el tratamiento del cáncer de páncreas. De acuerdo con este estudio publicado en Lancet Oncology, las personas que reciben un tratamiento adaptado a la biología de su tumor viven, en promedio, un año más que quienes no lo reciben.

Y es precisamente uno de los pilares del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz que, a través de estudios moleculares, identifica alteraciones genéticas específicas del tumor, lo que da mayores opciones de la mano de fármacos en fases muy iniciales de ensayo clínico, una evolución que “ofrece una visión más esperanzadora”, afirma la Doctora Lamarca. La medicina de precisión permite ofrecer terapias dirigidas ajustadas al perfil de cada paciente que están consensuadas por un comité multidisciplinar.

Abordaje multidisciplinar y coordinado

Tras recibir un diagnóstico de cáncer, los pacientes necesitan información, saber cuál es el plan de tratamiento y cuáles serán los pasos a seguir. Un enfoque multidisciplinar, en el que participan no solo oncólogos sino también cirujanos, radiólogos, patólogos, gastroenterólogos, médicos de cuidados paliativos, especialistas en nutrición y profesionales de la salud mental, facilita el proceso y permite llegar a estrategias terapéuticas personalizadas “que no solo busca optimizar los resultados clínicos sino también preservar el bienestar del paciente en todas las fases de la enfermedad”, reconoce Lamarca.

En el cáncer de páncreas en particular resulta fundamental el apoyo nutricional ya que el páncreas deja de funcionar y la digestión de las grasas se ve afectada. De ahí la importancia de tratar, de manera precoz, los síntomas digestivos, y de elaborar planes nutricionales especializados enfocados a contrarrestar la pérdida de peso y masa muscular, frecuentes en esta enfermedad.

Dentro de todo este engranaje, cuidar de la salud mental y el bienestar emocional mientras una persona se enfrenta a una enfermedad difícil y compleja es clave. El impacto psicológico que puede tener es duro, con todo lo que supone: largos periodos de baja laboral, sensación de aislamiento y alteraciones emocionales en las que la persona se siente abrumada, asustada, estresada, ansiosa, enojada o triste. Todas ellas emociones legítimas y contra las que luchan, sabiendo que se enfrentan a tratamientos difíciles y a una enfermedad que puede ser implacable.

Como afirma Marcela Talero, coordinadora de la AECC en la Fundación Jiménez Díaz y organizadora también del encuentro, “el acompañamiento psicosocial es una parte esencial de nuestra intervención”. El objetivo, asegura Talero, es “que el paciente no se enfrente solo a la enfermedad, y que tanto él como la familia se sientan atendidos, comprendidos y acompañados en todo momento”. Son varios los estudios que vinculan el apoyo psicológico y la asistencia más personal con resultados más positivos en el tratamiento del cáncer.