Para prevenir futuras pandemias, es esencial comprender que la salud humana está profundamente conectada con el bienestar del medioambiente y la naturaleza que nos rodea. Es la base de la estrategia One Health, promovida por organismos internacionales como la ONU. Esta iniciativa plantea un enfoque multidisciplinario que aborda la salud de manera integral, al considerar de forma conjunta la salud humana, animal y ambiental, como partes interdependientes de un mismo sistema global.
Este fue uno de los puntos que se debatieron en la tercera mesa de la IV Jornada de Salud: conectando ciencia, innovación y futuro,organizada el pasado 6 de junio por elDiario.es en Barcelona, dedicada a la revolución biotecnológica en vacunas y terapias avanzadas.
Laura Ferrer, directora de I+D de la División de Salud Humana en Hipra, fue rotunda. “Si entendemos la salud solo enfocada a las personas, nos vamos a equivocar”. El mejor ejemplo es lo que ocurrió con la COVID. Ferrer advirtió que en el caso de los virus emergentes, el 75% de las enfermedades infecciosas tienen un origen zoonótico, es decir, animal, por lo que es imprescindible “hacer pedagogía” entre la población para impulsar el desarrollo de investigaciones y vacunas que puedan estar disponibles en caso de emergencias sanitarias. De hecho, Hipra fue la primera y única compañía española capaz de desarrollar un antígeno contra el coronavirus.
Aquel hito solo fue el punto de inicio en su división de salud humana. En la actualidad, la empresa está volcada en una vacuna para combatir el virus del Nilo Occidental, una infección que transmiten los mosquitos —en algunos casos puede ser mortal— y cuya expansión geográfica es imparable. Otro de los proyectos en los que trabaja Hipra es en el desarrollo de otra vacuna contra el virus sincitial respiratorio. Ferrer se refirió, asimismo, al esfuerzo del laboratorio en el impulso tecnológico y del área de I+D para acelerar el avance de productos biológicos basados en proteína recombinante para, en situaciones de emergencia, poder reaccionar lo más rápidamente posible para producirlos a tiempo.
La ponente recordó que la trayectoria de Hipra en este ámbito investigador supera los 50 años. “En todo este tiempo hemos comercializado vacunas altamente innovadoras en el área de la salud animal, y hemos posicionado productos en el mercado que, en determinados ámbitos de patologías, son únicos”, apuntó. Otra de las áreas de trabajo de la compañía es la investigación para combatir las bacterias multirresistentes. En el tramo final de su intervención, Ferrer apeló a la importancia que supone para las pharmas “tener su propia autonomía estratégica”, ya que así no necesitan ser tan dependientes de lo que viene de fuera. Esto es muy útil en el caso de afrontar situaciones de emergencias extremas, como sucede con las pandemias.
Los datos como motor del cambio
Por su parte, Marta Villanueva, directora general de Fundación IDIS, centró su charla en lo que supone “la economía del dato” para el éxito en la estrategia de las organizaciones. “El dato realmente se convierte en algo nuclear”, reiteró. La experta explicó que los denominados “datos de uso secundario”, que se caracterizan porque son “anonimizados”, son un canal fundamental para llevar a cabo las investigaciones. Desde marzo, la UE ya cuenta con un reglamento europeo de datos de salud que obliga a los 27 a crear espacios nacionales que aglutinen estos datos concretos de los ciudadanos de cada Estado miembro.
“Es preciso, imprescindible e inevitable para dar la respuesta a la medicina del futuro y a la investigación el tener espacios de datos de uso secundario”, prosiguió la ponente. En ese sentido, se mostró optimista ya que “estamos en el camino” de unos avances “que van a ser indiscutibles”. Así, subrayó que “España es un referente en materia de creación del espacio de datos”, y resaltó “la disposición” de los pacientes “por compartir sus datos anonimizados” para la innovación, para la creación de nuevas terapias y para avanzar en la medicina que viene.
En su opinión, vivimos un momento de “cambio profundo” donde todos los parámetros que sostenían la forma de entender la sanidad están cambiando. “Evolucionamos hacia un sistema sanitario orientado a prevenir la enfermedad, no a curarla”, reflexionó, que va “de la sanidad a la salud”, lo que supone un “cambio cultural” que ya ha aceptado la ciudadanía. “Nos hemos acostumbrado a oír hablar de detección precoz y de medicina predictiva, de que cada tratamiento sea personalizado y se adapte a lo que le pasa al paciente en ese momento, con su casuística, sus dificultades, su historia”, explicó.
Para poder llevar a cabo con éxito este proceso, dijo Villanueva, “el sector privado del sistema sanitario es primordial”. Desde 2016, un total de 1.110 ensayos clínicos (lo que supone algo más de la mitad de todos los realizados en España) los ha llevado a cabo el ámbito de la medicina privada.
En la mesa también participó Meritxell Mollà, directora clínica del Clínic Barcelona Comprehensive Cancer Center, quien remarcó el liderazgo de España en Europa como referente absoluto de las terapias avanzadas CAR-T, y advirtió de que es necesario informar mejor a la población para que se impliquen en acciones fundamentales como los cribados masivos.
Por último, Montse Martínez, jefa de servicio de Medicina preventiva de la Conselleria de Salut, recordó que “los recursos son finitos”, por lo que es preciso que la innovación contribuya a “evaluar las políticas de salud pública e incorporarlas para mejorar la sostenibilidad del sistema”.