Rodolfo, nadie como él

Rodolfo Ares ha muerto. Mi relación con él durante casi cuatro años como consejero de Interior fue intensa y muy participativa. Sólo puedo decir que nadie como él tuvo una interlocución personal con los sindicatos en la historia de la Ertzaintza.

También es el consejero que llegó a los mejores y mayores acuerdos que nunca tuvo la Ertzaintza. Era una persona que empatizaba y defendía a los ertzainas sin titubeos y con firmeza y con ella puso los medios para esclarecer atentados de ETA sin resolver como la bomba contra la comisaría de Ondarroa o el asesinato de Joseba Pagazartundua y otros muchos más. Nunca le supuso ningún problema estar cercano a los ertzainas, hablar con ellos, preocuparse de sus problemas. Despolitizó en gran medida las direcciones policiales intentando girarlas más por criterios profesionales que políticos.

Era, eso sí, una persona de gran carácter. En Erne también tuvimos grandes desencuentros y discusiones pero, al final, se iban resolviendo a través de la interlocución y los acuerdos. Después de dejar Interior siguió preocupándose de lo que sucedía en la Ertzaintza, algo que no hemos nunca visto con otros consejeros.

Rodolfo Ares ha muerto. Mi relación con él durante casi cuatro años como consejero de Interior fue intensa y muy participativa. Sólo puedo decir que nadie como él tuvo una interlocución personal con los sindicatos en la historia de la Ertzaintza.

También es el consejero que llegó a los mejores y mayores acuerdos que nunca tuvo la Ertzaintza. Era una persona que empatizaba y defendía a los ertzainas sin titubeos y con firmeza y con ella puso los medios para esclarecer atentados de ETA sin resolver como la bomba contra la comisaría de Ondarroa o el asesinato de Joseba Pagazartundua y otros muchos más. Nunca le supuso ningún problema estar cercano a los ertzainas, hablar con ellos, preocuparse de sus problemas. Despolitizó en gran medida las direcciones policiales intentando girarlas más por criterios profesionales que políticos.