La cuna de Espronceda y Carolina Coronado celebra 20 años de literatura, música y teatro

Ana Picón /EFE

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Dos décadas lleva la ciudad pacense de Almendralejo reviviendo la época del Romanticismo vistiendo sus calles del siglo XIX con música, teatro y desfiles para rendir homenaje a dos de sus grandes figuras literarias, Carolina Coronado y José de Espronceda.

Con la participación de cientos de vecinos y visitantes, muchos de ellos desde el principio, como María Cerro, de 75 años, que este año ha estado acompañada por primera vez de su hija. Entre volantes, encajes y sombrillas, hasta tres generaciones han caminado juntas en la tarde-noche de ayer por las calles engalanadas con atuendos de la época del Romanticismo.

“Me hacía ilusión volver a vestirme, en los primeros tiempos de la Ruta participé con mi nieta, que entonces era una niña, y ahora lo comparto con mi hija”, cuenta con orgullo María, modista de toda la vida, que ha confeccionado su propio traje a partir de un vestido de novia.

A su lado, su hija Maribel Rivera, de 47 años, ha estrenado experiencia con un vestido prestado por su tía y confiesa que le ha encantado, porque “la sensación es inolvidable y más si lo puedes compartir en familia”. “Es una manera de vivir la cultura de otra forma y de recordar que aquí tenemos un patrimonio literario que no podemos dejar perder”, ha señalado.

El traje de Maribel, de color azul y blanco con encajes y un gran cancán, se suma a los que cada año el Ayuntamiento de la localidad cede a quienes quieran participar en esta fiesta, declarada de Interés Turístico Regional en 2017, como es el caso de Toni Calvo, otra de las veteranas y presidenta de la Asociación de Mujeres de Almendralejo, que cuenta con más de 200 socias.

Calvo destaca que la Ruta ha conseguido en estos años implicar tanto a jóvenes como a mayores ya que “cada vez hay más participación, la gente se involucra porque es parte de nuestra historia”, aunque admite con humor que lo que menos le atrae son los incómodos vestidos de época: “Lo pasaban fatal con tanta tela, aunque vistos desde fuera resultan preciosos”.

Para ella, la Ruta es, sobre todo, una oportunidad de dar a conocer “una ciudad acogedora como Almendralejo”, que brinda a quien la visita su gastronomía, su cava y la calidez de su gente.

Pero el propósito que inspiró hace 25 años a María del Carmen Díez, una de las fundadoras de la asociación Ventana Literaria y promotora de la Ruta, fue dar a conocer una figura muy importante como es Carolina Coronado, una mujer liberal, comprometida y culta en una época en la que la mayoría de mujeres no sabía leer ni escribir.

“En el año 2000 nadie hablaba de Carolina Coronado en Almendralejo, a Espronceda se le recordaba un poco más por la ‘Canción del pirata’, pero yo pensaba que era injusto que tuviéramos dos poetas extraordinarios y que la gente no los conociera”, ha rememorado.

Díez, que este año ha vuelto a vestir traje de época, explica que en un primer momento la idea de organizar un desfile con ropas del siglo XIX despertó recelos y con el tiempo, el Ayuntamiento acogió el proyecto y la fiesta se ha consolidado.

Sin embargo, insiste en que es mucho más que un desfile colorido, “es un reconocimiento a nuestros poetas y a nuestra historia, ojalá nunca decaiga, porque cuántos pueblos quisieran tener lo que tenemos aquí”.

Con los años, la Ruta del Romanticismo se ha convertido en una de las principales citas culturales de Almendralejo y de Extremadura, con la implicación de asociaciones, colectivos y familias enteras. “La cultura siempre es de minorías, pero esta fiesta consigue llegar a todo el pueblo”, ha defendido Díez.

En las calles iluminadas por velas, entre música y versos, Almendralejo ha celebrado no solo una fiesta, sino un reencuentro con su identidad cultural, un viaje que une generaciones alrededor de la literatura y que, veinte años después, sigue escribiendo nuevas páginas de Romanticismo.