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Feijóo marca territorio frente al resto del PP tras ser reelegido con el 98% de los votos

Feijóo y De Cospedal, este domingo en Ourense

David Lombao

Mariano Rajoy no ha tendido este domingo agenda pública. Tras asistir el viernes a un acto de las Nuevas Generaciones de su partido en Expourense, recinto en el que el PPdeG ha celebrado el congreso autonómico que ha culminado en el mediodía de este domingo, no ha vuelto a pisar el escenario diseñado para la aclamación de Alberto Núñez Feijóo como líder y candidato a las elecciones gallegas a las que se enfrentará, por decisión propia, en solitario y en otoño, en vez de hacerlo el 26 de junio, coincidiendo con las generales y junto a Rajoy. En esta línea de desligar su destino político de lo que pueda suceder en el conjunto de su partido, Feijóo ha aprovechado el cónclave que lo ha reelegido con el 97,2% de los votos para marcar territorio, incluso para erigirse a sí mismo en una especie de hecho diferencial gallego.

Feijóo marca territorio destacando ante la catalana Andrea Levy el gran número de ciudadanía de Catalunya que tiene origen gallego o recordándole al presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, el peso de la emigración gallega en el voto exterior. “Viva Andalucía libre”, exclamó un Feijóo especialmente cómodo en su atril, desde el que contrapuso, de nuevo, la situación de la Xunta del PP con la de una Andalucía en la que aún no se ha completado “la transición” porque el PSOE nunca ha dejado de gobernar allí. “En la mayoría de comunidades autónomas no hay unidad”, “no hay equipo” pero “aquí, sí”. Y por eso, asegura, “aquí, aquí, aquí, Galicia, Galicia, Galicia, ese es nuestro compromiso”.

El actual presidente de la Xunta se lanza a su tercera carrera electoral porque dice tener un convencimiento. “Vamos otra vez a conseguir el gobierno de Galicia, por eso y sólo por eso estoy aquí”, advierte, para seguir dirigiendo la “gran nacionalidad histórica” que, manifiesta, “hemos hecho” entre Gerardo Fernández Albor, Manuel Fraga y él mismo. Tras siete años de gobierno, dice, su propósito ahora es renovar Galicia para ser identificados no sólo por la etiqueta de nuestra ropa“, en referencia a Inditex, y servir de dique para que el Gobierno gallego no caiga ”en las manos“ del PSOE o ”de las mareas de Podemos“. ”Ya hemos visto dónde ha acabado España dándoles sólo una semanas“, asegura.

Con te este argumentario Feijóo da por lanzada una carrera preelectoral en la que el diseño de partido es más parecido al del fraguismo que al suyo propio, con más peso de las baronías provinciales, pero en la que la división de roles sí parece prácticamente la misma que la empleada para lograr su victoria de 2009. El líder y candidato huirá del cuerpo a cuerpo con el resto de fuerzas -“no venimos aquí hablar de la oposición, venimos a hablar del futuro de Galicia”, dice- más allá de lo imprescindible. La dureza e incluso el lodazal, si los hay, le corresponderán al nuevo secretario general, Miguel Tellado, que ya tiene a todos los efectos en sus manos el testigo dejado por Alfonso Rueda, ahora al frente del partido en Pontevedra. El nuevo número dos hará un trabajo “magnífico”, augura el también vicepresidente de la Xunta.

Cospedal, “en provincias”

En ausencia de Rajoy, la representación de la madrileña calle de Génova en la aclamación de Feijóo ha corrido a cargo de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien insta a “muchos que presumen de democracia en otros partidos” a fijarse en que al líder del partido en Galicia lo han escogido “dos mil, dos mil compromisarios”. En un discurso más próximo al trámite que a la pasión, Cospedal ha reciclado parte del argumentario del que ya había echado mano en la campaña gallega de 2009. Feijóo, glosa, es un “referente” que “ilumina” frente a lo que fue un “gobierno de perdedores”, formado por el PSOE con los “radicales nacionalistas” e “independentistas”, en referencia al bipartito.

Si Galicia es hoy una “realidad pujante y segura” es porque gobierna un PP que “garantiza sanidad para todos, educación para todos y pensiones para nuestros mayores”, y eso seguirá sucediendo si Feijóo vence en octubre y Rajoy, en junio. “Queremos cuidar de los que viven en la capital de España, pero también de los que viven en provincias, en el medio rural”, ilustró. “Madrid es una provincia, el resto somos comunidades autónomas”, le replicó Feijóo en su turno.

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