Seis monumentales teatros de Madrid con magia dentro y fuera de las tablas

El Teatro Real de Madrid.

Guillermo Hormigo

Madrid —

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El público acude al teatro para adentrarse en el universo de una obra, para dejarse llevar por una historia emocionante o una puesta en escena arrebatadora. Sin embargo, a veces la magia va más allá de las tablas y está presente en todos los rincones del edificio que acoge las representaciones.

Por esta razón, en Hoy Se Sale hemos recopilado los teatros más destacados de Madrid por su belleza, particularidad, monumentalidad o bagaje histórico. Lugares donde el asombro de la función comienza ya antes de que los espectadores ocupen sus butacas.

Teatro Real: belleza celestial

No todos los enclaves culturales de Madrid pueden decir que tienen a sus espaldas más de 200 años de historia. Desde que su primera piedra se colocara en 1818, este teatro se ha convertido en una referencia de la ópera en la ciudad, en España y en toda Europa.

El Real presenta una fachada imponente con detalles neoclásicos y elementos ornamentales elaborados. Su entrada principal en la Plaza de Oriente revela una escalinata majestuosa que conduce a un interior lujoso, caracterizado por una sala de espectáculos magnífica con capacidad para miles de personas y que en esta temporada cubre su techo con la proyección de un cielo ideado por Jaume Plensa antes de cada representación.

El inmueble ha sido meticulosamente restaurado y renovado a lo largo de los años, de forma que su esplendor original se preserve mientras quedan incorporadas comodidades modernas. La combinación de su rica historia, su diseño arquitectónico y su papel central en la escena artística lo convierten en un símbolo de la belleza y la grandeza teatral en la capital

  • Dónde verlo: Plaza de Isabel II, s/n. Metro: Ópera (líneas 2, 5 y Ramal Ópera-Príncipe Pío)
  • Visitas guiadas: Lunes a domingo a las 10.00, 12.00 y 13.30. 10€ tarifa general, 8€ reducida (mayores de 65 años, menores de 26 y familias numerosas). Compra de entradas e información sobre visitas con audioguía, en otros idiomas o grupales en este enlace

Teatro Albéniz: fachada sorprendente e interior insólito

El Teatro Albéniz no podría estar en este listado si no fuera por la incasable lucha de un movimiento social y cultural que articuló una plataforma para su defensa. Víctima de un progresivo abandono institucional desde 2003, la sombra de la demolición planeó sobre el recinto hasta que fue declarado Bien de Interés Patrimonial en 2016.

No es para menos, ante elementos tan característicos como los autómatas de su fachada. Once figuras de madera diseñadas por el escultor Ángel Ferrant que conforman un retablo de figuras humanas encargadas en 1943 para el propio teatro. Representan distintos tipos regionales y se llaman autómatas porque estaban provistas de un mecanismo formado por un cigüeñal y un pequeño motor que les permitía mover los brazos (tocando una guitarra, abanicándose, balanceando el torso...).

La restauración de las figuras y del interior se completó en 2022. Es cierto que el nuevo Albéniz no es el de siempre, aunque no deja de ser un lugar muy particular. Se ubica en la planta inferior de lo que hoy es un hotel de la cadena UMusic Hotels, de forma que el hall del teatro es también el del complejo hotelero. Algunas estancias comunes permiten incluso ver zonas parciales del escenario, aunque la majestuosidad de su estructura se aprecia mucho mejor desde la butaca.

  • Dónde verlo: Calle de la Paz, 11. Metro: Banco de España (línea 2), Retiro (línea 2), Colón (línea 4) y Chueca (línea 5)

Teatro de la Zarzuela: renacer de las cenizas

El Teatro de la Zarzuela de Madrid es una joya arquitectónica y cultural que destaca por su encanto y su papel histórico en la escena de este género lírico de origen español. Construido en 1856, ha mantenido su esencia arquitectónica original, con una fachada elegante que combina elementos neoclásicos y remates ornamentales más contemporáneos. Por ello fue catalogado como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 1994.

En 1909 un incendio destruyó todo el recinto, rehabilitado en 1913. En los primeros compases del franquismo empieza su declive, hasta que en 1956 (justo un siglo después de su inauguración) lo adquiere la Sociedad General de Autores y recupera poco a poco todo su esplendor.

La entrada al teatro revela un vestíbulo decorado con gusto exquisito, con detalles artísticos que resaltan la riqueza cultural de la zarzuela. El interior presenta una sala íntima que realza la experiencia teatral, ya que proporciona una conexión cercana entre los artistas y el público.

  • Dónde verlo: Calle de Jovellanos, 4. Metro: Banco de España (línea 2) y Sevilla (línea 2)

Teatro Español: las vistas de Lorca

La sede actual del Teatro Español, en la calle del Príncipe a su paso por la plaza de Santa Ana, presenta una fachada clásica y elegante que refleja su rica herencia. Frente a ella, una estatua de Federico García Loca sujetando una alondra completa una característica estampa del centro de la capital.

El interior del teatro combina la tradición con toques modernos. Con ello ofrece un ambiente majestuoso, a la par que acogedor, para los espectadores. La sala principal, con su diseño clásico y ornamentos, proporciona un escenario impresionante para una amplia gama de producciones teatrales, desde clásicos hasta obras contemporáneas, del drama a la comedia surrealista.

Desde su fundación en 1744 (aunque desde el siglo XVI ya sirvió como corral de comedias un inmueble situado en el mismo lugar), ha sido testigo de momentos clave en la historia cultural de Madrid y ha contribuido de manera significativa al desarrollo y la promoción de las artes escénicas en España. Su belleza arquitectónica y su rica tradición lo convierten en un referente cultural en el corazón de la capital española.

  • Dónde verlo: Plaza de Santa Ana, calle del Príncipe, 25. Metro: Antón Martín (línea 1) y Sevilla (línea 2)

Teatro Coliseum: el palacio de los musicales

También imponente aunque mucho más moderno (finalizó su construcción en 1932), este coliseo contemporáneo es un referente de la producción teatral musical en Madrid. My Fair Lady, Cats, Chicago o actualmente Aladdin han pasado por sus tablas. Pero es que además se asienta en la planta baja del homónimo Edificio Coliseum, declarado Bien de Interés Cultural, uno de los edificios más reconocibles de la Gran Vía.

Su estilo es un fiel reflejo del estilo arquitectónico de la época en la que se edificó, con detalles art déco que añaden un toque de distinción. El interior del teatro, con un característico rojo pasión que cubre hasta casi el último rincón, combina elementos tradicionales con comodidades modernas. Destacan las vidrieras, las pinturas alegóricas de Castilla y Valencia en la sala y el vestíbulo y las luminarias de cobre con motivo de instrumentos musicales tradicionales de España.

La sala principal del Coliseum ha sido escenario de diversas representaciones teatrales, musicales y eventos culturales de todo tipo. No en vano, en sus orígenes funcionó también como sala de cine. Una contribución indispensable a la escena artística de Madrid.

  • Dónde verlo: Calle Gran Vía, 78. Metro: Gran Vía (líneas 1 y 5) y Sol (línea 2)

Teatro María Guerrero: lugar con mucho(s) estilo(s)

Próximo al Paisaje de la Luz, fue inaugurado en 1885 como Teatro de la Princesa y adquirió su actual nombre en 1931, en homenaje a su última propietaria (también actriz). Con el estallido de la Guerra Civil, permaneció cerrado hasta que en 1940 adquirió la condición de Teatro Nacional. Restablecida la democracia, en 1978, pasó a ser sede del Centro Dramático Nacional, bajo cuya dirección prosigue.

El teatro cuenta con una fachada principal y porche de estilo neoclásico. En su interior goza de una gran riqueza decorativa, tanto en el vestíbulo de entrada como en la escalera de acceso, con detalles como el medallón esculpido o un gran retrato al óleo de María Guerrero. Todos estos elementos le valieron la declaración de Bien de Interés Cultural en 1996.

Su sala principal, con aforo para 622 espectadores, destaca por su planta de herradura y su decoración en terciopelo rojo y pan de oro. Su original techo está decorado con un gran rosetón de influencia neomudéjar, fabricado con cientos de cristales policromados.

  • Dónde verlo: Calle de Tamayo y Baus, 4. Metro: Colón (línea 4) y Chueca (línea 5)
  • Visitas guiadas (gratuitas): Solo grupales, de 10 a 15 personas. Reservas por teléfono, en el número 915 05 88 02 (atención los lunes de 10.00 a 15.00)
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