ENTREVISTA

Sor Estiércol, el azote ‘queer’ de Vox y la Iglesia: “Solo sueltan odio, son unos ofendiditos”

Alejandro Alcolea

Mallorca —
18 de septiembre de 2025 22:48 h

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Entre la multitud se oye un murmullo. Algunos, sorprendidos, no acaban de procesar lo que están viendo. Soportando una cruz luminosa, sale al paso una monja con tacones y bigote en la plaza del pueblo. Llega en procesión, acompañada por un grupo de costaleros, santificando ceremoniosamente a los vecinos en mitad de sus fiestas. Entre túnicas, sombreros y colores, ondea una bandera del colectivo LGTBIQA+. Se llama Sor Estiércol y es la monja ‘queer’ creada por Albert Iglesias (Felanitx, 1995) para sus performances en las fiestas populares de Mallorca.

Conocido por sus espectáculos transgresores y su atrevida estética no exenta de polémicas, el creador ha sido criticado recientemente a raíz de una de sus últimas acciones en una celebración del municipio de Algaida. “Es una auténtica provocación y una falta de respeto intolerable en un espacio público y en presencia de menores”, explicaba el único concejal de Vox en el municipio, Miguel Martínez. Según apuntaban en el comunicado, vecinos simpatizantes del partido transmitieron al concejal que fue una “vergüenza” tener “este energúmeno” sobre el escenario de su pueblo. 

Como es de pensar, no es la primera vez que Sor Estiércol se vuelve el punto de mira de “los indignaditos” de la extrema derecha, según cuenta el artista a elDiario.es. Tampoco de la Iglesia, que hace dos años ya mostró su rechazo por la interpretación de Santa Catalina Thomàs en una festividad celebrada en Sineu. Su obra, que abarca desde el djset y la performance hasta otros lenguajes como la escultura o la pintura, encarna el legado de una disidencia de género que pelea por colocar sus voces y sus cuerpos en el centro mismo de la vida cotidiana.

¿Sor Estiércol es un homenaje a Pedro Almodóvar? Me ha recordado a la monja de la película ‘Entre tinieblas’

Sí, básicamente. Es mi película favorita de Almodóvar y de ahí sale el nombre. Se ve que genera bastante indignación en el sector ofendiditos que son, vamos, los de siempre. Pero realmente es porque las dos neuronas que tienen, que están peleadas, no se ponen a pensar y reflexionar sobre las cosas, porque si lo piensas, Almodóvar ya seguía los cánones de la moral cristiana y las monjas de la película se ponían nombres feos porque se sentían impuras, pecadoras e impropias. Partían de la moral cristiana de autoflagelarse para expiar un poco sus propios pecados. 

Entonces, ellas se ponen un nombre que las humilla como personas porque no son dignas de Dios, y va por ahí mi trabajo. No se trata de reírme, burlarme o blasfemar contra Cristo o la Iglesia, en ningún momento. Si lo piensan me parece perfecto, pero no es así porque nuestra cultura es la religión cristiana, quieran o no quieran. Y la Iglesia también cometió el error de fagocitar celebraciones paganas y hacerlas suyas, cuando eran expresiones del pueblo. Y me da mucha pena, pero esto no es propiedad de la Iglesia. Esto es propiedad del pueblo, que vive sus tradiciones y su cultura, y tenemos la libertad de vivirlas y resignificarlas a nuestra manera.

No se trata de reírme, burlarme o blasfemar contra Cristo o la Iglesia, en ningún momento. Si lo piensan me parece perfecto, pero no es así porque nuestra cultura es la religión cristiana, quieran o no quieran

En algunas performances y actuaciones se ve cómo, partiendo de la cultura popular y de canciones de artistas pop como Fangoria, Carmen Sevilla o Azúcar Moreno se crea algo completamente nuevo. ¿Cómo se expresa hoy la disidencia de género a partir de ellas?

Sí. Sólo hacer un apunte, porque también estoy considerando necesario introducir esta parte como folclórica también mallorquina, porque debido a la persecución de nuestra lengua este folclore cabaretero no se ha podido desarrollar y lo ha promovido la españolidad de la que hablamos. Que a mí me encanta, pero una cosa no quita la otra. Y creo que es muy interesante el hecho de que las grandes folclóricas han sido una inspiración muy grande para el colectivo porque que tenían esos amores prohibidos, desde parte de los márgenes, como mujeres.

Porque estas folclóricas charlan del hombre que engaña a su mujer para estar con él y no sé qué. Y esto era, históricamente, la vida de los hombres gays o disidentes del colectivo. Es decir, eran quienes tenían romances con hombres casados. Y claro, te sientes identificado en todo esto. Y todo esto conforma este mundo de teatro, de revista, de cabaret, que yo siento muy mío. Es muy interesante entender de dónde viene el peso de estas grandes folclóricas en el colectivo.

Claro, como una especie de protodisidencia.

Sí, porque a su vez estaba muy valorado y potenciado, pero a la vez tampoco se quería mostrar del todo. El franquismo se apropió de todo este folclorismo, pero claro, las mujeres que lo hacían tampoco estaban muy bien vistas. ¿Me entiendes? Era como sí, pero no.

Volviendo a Almodóvar: Entre tinieblas es una película de los ochenta que venía a reflejar la liberación de las restricciones franquistas. Que Sor Estiércol resucite ahora y vuelva a generar polémica, en pleno auge de la extrema derecha, puede ser un signo de la situación política actual.

Completamente. Además, ya han empezado a enredarlo todo. Vi una noticia en la que mezclaban una bandera de Palestina, que yo a veces la he sacado, y creo que ahora gracias a eso la incluiré en mis visuales, para que aparezca siempre. Aunque espero que no tenga que salir durante mucho más tiempo. Están mezclando y tergiversando la realidad a favor de ellos de una manera tan ridícula, que dices: ¿Cómo puede la gente seguir a estos individuos que están mintiendo y metiendo por medio a menores? Era algo totalmente para el público general y la gente se lo estaba pasando en grande. El problema es que han dejado que esta gentuza llegue a las instituciones. Y esta gentuza son los herederos de los millones de muertos que hubo en Europa por culpa de los nazis. Y no, no hemos lidiado con eso.

Están mezclando y tergiversando la realidad a favor de ellos de una manera tan ridícula, que dices: ¿Cómo puede la gente seguir a estos individuos?

Esos señores se han quedado dentro de las instituciones y ahora han encontrado la manera de blanquearse. Se les ve venir de lejos. Están todo el tiempo peleando e insultándose. Tú ves discursos políticos de hace quince años, yo qué sé, de los 80 o 90, y dices: ‘Sí, sí, lo hacían mucho mejor que nosotros ahora, hoy en día’. Obviamente, también te encuentras discursos de entonces que están llenos de machismo y homofobia, pero en el aspecto político, el ambiente era mucho más educado y con una información más contrastada. No sé… Ahora todo ha derivado en una vorágine de desinformación, de odio. Esta gente lo único que hace es soltar odio en vez de hacer cosas productivas y positivas para la sociedad.

¿Cómo suele reaccionar el público en las actuaciones, en general? 

Yo siempre digo que hay lugares seguros, que son los orgullos, eventos en los que estás tranquilo y sabes que no te vas a encontrar con ninguno de estos esperpentos. Pero claro, luego hay otros actos que son públicos, que están patrocinados y financiados por colectivos o ayuntamientos, y ahí sí que te los encuentras. Solo me agredieron físicamente una vez y fue el primer año que fui a Montuïri. Me tiraron un cubito en la cabeza, y no había mucha seguridad. 

No puedes evitar que vengan los indignados de turno, aun sabiendo que si hicieras exactamente lo mismo, pero siendo una persona binaria, y sobre todo un hombre, no se llevarían las manos a la cabeza, ¿verdad? Y luego comentarios y gestos siempre hay alguno. Tal vez tengo la suerte de que a mí me llama gente que quiere que esté allí, que quiere que vaya a su fiesta, o a una noche concreta del año. Por eso digo que, en parte, tengo la suerte de que sea así. Porque sé que tengo la tranquilidad de que la gente que me contrata lo hace sabiendo cómo es mi show, porque les gusta y porque apuestan por esa reivindicación. 

Solo me agredieron físicamente una vez porque no había mucha seguridad. No puedes evitar que vengan los indignados de turno

En el caso de las críticas, ¿pueden venir simplemente por el hecho de que no le identifican como una persona normativa o heterosexual?

Tal cual. Bueno, la sexualidad creo que ya es el último escalón. Lo que realmente les descoloca es mi expresión de género, que es disidente o no binaria. Porque, para ellos, si lleva bigote tiene que ser un hombre, pero también me ven con un body. Y entonces sueltan disparates machistas y LGTBIfóbicos del tipo: '¿De qué va disfrazado? ¿De mujer?' Yo no voy disfrazado de mujer. Primero, porque no voy disfrazado: lo que llevo no es un disfraz, soy yo, y además no son disfraces, es ropa de calidad. Y segundo: ¿qué pretendes decir? ¿Que ser una mujer es un disfraz? Eso es una aberración para la inteligencia, para la evolución y para el análisis histórico. 

Pero yo creo que ya no estamos hablando de temas de sexualidad. Porque mi sexualidad yo no la hago pública. En cambio, la expresión de género y la identidad de género sí que son algo visible. No porque yo lo comparta, sino porque es un hecho público: la expresión de género la haces en sociedad. Muchas veces me dicen cosas sobre la sexualidad y yo digo: 'Mi sexualidad no la sabéis'. Están suponiendo muchas cosas.

Yo no voy disfrazado de mujer. Primero, porque no voy disfrazado: lo que llevo no es un disfraz, soy yo, y además no son disfraces, es ropa de calidad

En muchos casos es en los márgenes donde se encuentra mayor inclusividad. ¿Hay posibilidad de una cultura diversa dentro del sistema cultural actual?

Desde luego, ha habido un boom de los orgullos en los pueblos. Nunca ha habido tanto orgullo. El mismo día del evento en Algaida, por ejemplo, yo venía de pinchar antes en el Orgullo de Llubí, que era la primera vez que se celebraba. Obviamente, hay que ser muy conscientes y muy analíticos para ver si esto es un lavado rosa o no. Porque ya hay ayuntamientos donde yo estoy vetado y, sin embargo, han hecho orgullos. Dos ayuntamientos de Mallorca han dicho explícitamente que no a mi propuesta. ¿Por qué? ¿Porque es demasiado reivindicativa? Perdone, señora, pero usted se está lavando la cara con una celebración del Orgullo y, al mismo tiempo, está rechazando a una persona del colectivo. Entonces, ¿qué tipo de orgullo estamos haciendo?

Aun así, yo creo que siempre va a existir una resistencia fuera del sistema. Una resistencia que será más... digamos, más verdadera, más sincera. Todos los proyectos que surgen desde colectivos alternativos, asamblearios, etc., están luchando y apostando por esta causa de forma auténtica. Por tanto, sí, yo creo que sí que hay espacio. Lo hay fuera y lo hay dentro del sistema, pero tenemos que estar muy atentos a esto.

Dos ayuntamientos de Mallorca han dicho explícitamente que no a mi propuesta. ¿Por qué? ¿Porque es demasiado reivindicativa? Perdone, señora, pero usted se está lavando la cara con una celebración del Orgullo y, al mismo tiempo, está rechazando a una persona del colectivo

Por terminar, ¿qué otros proyectos artísticos tiene en marcha?

Estoy empezando a pintar y a recuperar la arcilla de Felanitx, de un monte que estaba ya casi desaparecido, con la intención de recuperar las gerretes felanitxeres, que es algo que ya en los años ochenta se dejó de hacer. Ya no hay nadie que produzca esa arcilla específica. Entonces estoy pintando cuadros con la arcilla para reconectar con procesos más tradicionales, más lentos. Volver a conectar con la tierra, con pigmentos naturales que no suponen contaminación. 

De hecho, aquí en mi casa vivió un alfarero. Creo que algo de su energía ha quedado. Y sí, ahora mismo estoy en ese momento, intentando centrarme más en la parte artística. Porque la parte de DJ está muy bien, pero es más estacional: en verano vas como loco, y luego todo se calma. De momento, tengo este proyecto y me estoy metiendo de lleno en él, quiero seguir por ahí.