El Gobierno ha pedido a los integrantes de la Flotilla de la Libertad que se dirige a Gaza con ayuda a humanitaria que no se adentre en la zona de exclusión decretada por Israel. El Ejecutivo ha trasladado esa petición a pesar de haber enviado un buque de la Armada con la pretensión de que protegiera a los integrantes de la misión ante los ataques del ejército de Benjamin Netanyahu.
“El buque no podrá entrar en la zona de exclusión establecida por el ejército israelí ya que hacerlo pondría en riesgo la integridad física de su tripulación y de la propia flotilla”, señalan fuentes gubernamentales, que han trasladado a los integrantes de la flotilla esa misma información tras comunicarles que el buque ya se encuentra en un radio para operar en labores de rescate de ser necesario.
“El Gobierno recomienda encarecidamente a la flotilla que, en las actuales circunstancias, no se adentre en la zona de exclusión, porque hacerlo pondría en riesgo severo su propia seguridad. La misión de la flotilla es encomiable y legítima, pero las vidas de sus integrantes tiene que estar por encima”, agrega el Ejecutivo.
En una entrevista en TVE, el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, ha explicado que el Gobierno español ha hecho esta petición porque su “prioridad absoluta” es la “seguridad” de la flotilla. Aunque ha defendido que se trata de una causa que “no puede ser más justa”, ha explicado que lo que no va a hacer el Ejecutivo es meter al buque en “aguas que Israel ha declarado exclusivas”. Tras reconocer que “el Gobierno de Netanyahu se esta saltando toda la legalidad internacional” y que “no estamos hablando con un interlocutor normal”, ha sostenido que “hemos llegado hasta donde hemos podido”.
La Global Sumud Flotilla considera que el Gobierno español ha “renunciado” a “ofrecerles la protección necesaria” para llegar hasta Gaza con el apoyo del patrullero Furor. “Por acción y omisión, el Gobierno español se convierte en cómplice de lo que pueda suceder”, ha declarado en un comunicado la organización. Para la Flotilla, la petición española supone “aceptar como normal esta amenaza de asalto a una acción pacífica y humanitaria” y “avalar la impunidad de Israel y silenciar la denuncia del genocidio”. En este sentido, los activistas reclaman al Gobierno español que garantice su protección hasta el territorio palestino, exigiendo la apertura de un corredor humanitario.
La misión humanitaria, que pretende desafiar el bloqueo israelí de Gaza, también ha reprochado a España “haber respaldado el plan neocolonial de (Donald) Trump”. “Vuelve a alinearse con el Estado de Israel en lugar de defender el derecho internacional y la vida de quienes intentan romper un bloqueo ilegal”, añade.
No obstante, la posición no es compartida por el conjunto del Gobierno. Sumar ha enviado este miércoles un comunicado en el que pide que se garantice la protección de las embarcaciones en lugar de pedirles que se retiren.
“La responsabilidad del gobierno de España no es pedirles que se retiren, es protegerles si deciden seguir. El Gobierno tiene la obligación de defender la legalidad internacional y de proteger y dar cobertura a la Flotilla. De la misma forma, es necesario que la Unión Europea garantice su protección y el normal desarrollo de su labor humanitaria”, trasladan fuentes de Sumar.
La coalición asegura que la flotilla tiene derecho a la libre navegación “y su carga y sus objetivos son completamente legales”, y que además se inscriben en los llamamientos de Naciones Unidas para que pueda entrar ayuda humanitaria en la Franja. “Cualquier intento de evitar que la Flotilla desarrolle su labor humanitaria es cometer una grave ilegalidad contraria al derecho internacional”, sostienen.
La Flotilla se adentra en zona “de alto riesgo”
La Global Sumud Flotilla enfila ya el último tramo de su viaje para romper el cerco israelí a Gaza con ayuda humanitaria. La iniciativa ha alertado en la madrugada de este martes de su entrada en la “zona de alto de riesgo” en su travesía hacia el enclave palestino, la zona donde Israel ha interceptado anteriormente otras embarcaciones pese a ser aguas internacionales, a partir de las 150 millas náuticas desde las costas del enclave palestino (unos 270 kilómetros).
“Estamos en alerta máxima”, ha avisado la flotilla a través de su canal de Telegram a las 00:03 GMT. “Hemos entrado a la zona de alto riesgo, el área donde flotillas anteriores han sido atacadas o interceptadas. Permanezcan alerta”.
En un comunicado posterior, han denunciado que, en las primeras horas de esta mañana, Israel ha lanzado “una operación intimidatoria” contra la Flotilla. “Uno de nuestros barcos líderes, el Alma, fue rodeado agresivamente por un buque de guerra israelí durante varios minutos. Durante el incidente, las comunicaciones a bordo, incluidas nuestras transmisiones por circuito cerrado, fueron desactivadas de forma remota y el buque de guerra se acercó peligrosamente, lo que obligó al capitán a realizar una brusca maniobra evasiva para evitar una colisión frontal”, describen. “Poco después, el mismo buque de guerra se dirigió hacia el Sirius, repitiendo maniobras de acoso similares durante un largo periodo de tiempo, antes de marcharse finalmente”.
Los activistas tachan estas maniobras de “imprudentes e intimidatorias” y aseguran que han puesto “en grave peligro” a los participantes. “La Flotilla Global Sumud es una misión pacífica y no violenta que transporta ayuda humanitaria y civiles de más de 40 países. Interferir en nuestro paso es ilegal y cualquier ataque o interceptación constituye un crimen de guerra. A pesar de estos actos de agresión, la flotilla continúa su rumbo con determinación. Nuestra misión sigue siendo clara: desafiar el asedio ilegal de Israel a Gaza, apoyar al pueblo palestino y entregar ayuda a una población sitiada que se enfrenta al hambre y al genocidio”.
Según la radio pública israelí Kan, el Ejército se prepara para interceptar los más de cuarenta navíos de la Flotilla que se dirigen hacia Gaza con el fin de llevarlos al puerto de la ciudad de Asdod (centro de Israel), donde serán interrogados y deportados como en ocasiones anteriores.
Italia pide a la Flotilla que abandone antes de la “zona crítica”
Horas antes de que el Gobierno español trasladara su petición a sus integrantes, la misión había criticado que el barco de la marina italiana que también escolta al convoy ofreciera a los tripulantes que abandonen el intento antes de llegar a una “zona crítica”. “Es sabotaje” y “un intento de desmoralizar y quebrar una misión humanitaria pacífica”, ha denunciado la organización.
La primera ministra de Italia, Georgia Meloni, ha justificado su insistencia en que la flota detenga su marcha en que, de no hacerlo, ello pueda “servir de pretexto” a quienes quieren romper el “equilibrio frágil” surgido tras el plan de paz patrocinado por Donald Trump. “Creo que la Flotilla debería detenerse ahora y aceptar alguna de las diversas propuestas presentadas para la entrega segura de la ayuda”, ha escrito en X.
La intervención de un buque italiano en labores de escolta a la flotilla se produjo la semana pasada después de que varios de los barcos sufriesen ataques con granadas aturdidoras y explosivos, según denunciaron los activistas que iban a bordo. El Gobierno italiano, que ha supeditado el reconocimiento de Palestina a la liberación de los rehenes que la Hamás retiene aún en Gaza, había prevenido en las últimas horas que cesaría en su labor cuando la flotilla se acercase a menos de 150 millas náuticas (278 kilómetros).
Los miembros de la flotilla entienden que el Gobierno de Meloni ejerce la “cobardía disfrazada de diplomacia” con este anuncio. “Si Italia quisiese realmente proteger vidas, no actuaría como facilitadora de Israel ni presionaría a civiles para que se retirasen”, prosigue la nota.
El escrito afea que Italia, “en lugar de emplear su considerable poder naval en romper un bloqueo ilegal, decida escoltarnos solo hasta el punto de peligro y después trate de separarnos y llevarnos de nuevo a tierra con las manos vacías mientras Israel continúa la carnicería con el pueblo palestino con total impunidad”.
El comunicado de la flotilla insiste en que la singladura continúa y asegura que “la armada italiana no hará descarrilar esta misión”.
El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, explicó que este martes habló con su homólogo israelí, Gideon Saar, para pedirle que no recurra a la violencia si detiene a los italianos a bordo de la flotilla. “No están allí con intenciones bélicas, pero debemos evitar cualquier problema”, manifestó.
El patrullero español Furor y dos barcos turcos acompañan aún a la flotilla, que encara la parte más peligrosa del viaje conforme se acerca a la costa gazatí.