La derecha apoyada por Trump lidera el recuento en Honduras ante la debacle de la izquierda con más del 50% del voto escrutado

Néstor Prieto Amador

Tegucigalpa —
1 de diciembre de 2025 09:36 h

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Los candidatos de la derecha hondureña, Nasry Asfura, del Partido Nacional, y Salvador Nasrrala, del Partido Liberal, lideran el recuento de votos en las elecciones presidenciales de este domingo, mientras que la candidata de la izquierda, Rixi Moncada —del oficialista partido Libre—, se ubica en una alejada tercera posición.

El Centro Nacional Electoral (CNE) publicó los primeros resultados oficiales cerca de las 23.00 horas locales (las 06.00 horas del lunes en España), con el 34,25% de las actas escrutadas, y situaba a Asfura en cabeza, con el 40,62%, seguido de Nasrrala, con el 38,78%. Más alejada aparecía Moncada, del Partido Libre, con el 19,60%.

A medida que avanza el recuento la diferencia entre conservadores y liberales se ha reducido a escasos 4.000 votos. Con el 55,87% de las actas escrutadas, Asfura lideraba con un 40% y 735.000 votos, frente al 39,8% y 731.000 sufragios de Nasrrala.

Estas elecciones, que se han desarrollado sin incidentes significativos, se han celebrado en un contexto de creciente polarización, acusaciones cruzadas de fraude electoral y la irrupción de Donald Trump. El mandatario estadounidense instó a votar por el aspirante del conservador Nasry Asfura, advirtiendo contra lo que llamó el “avance del comunismo” y señalando que, si Asfura no triunfa, “Estados Unidos no malgastará su dinero”.

Causas detrás de la debacle de Libre

El resultado fue recibido con euforia en los búnkeres electorales de conservadores y liberales y con escepticismo entre las filas de Libre. “Agradecida con el Partido LIBRE y nuestro pueblo, que masivamente salió a votar por mi propuesta de reforma económica y democrática. Mañana en conferencia de prensa, informaré mi posición en relación con los resultados que publica el CNE”, aseguró en un escueto mensaje en la red social X la candidata oficialista, Rixi Moncada, que aspiraba a dar continuidad a cuatro años de gobierno de la progresista de Xiomara Castro.

De confirmarse, el resultado electoral enterraría la aspiración de la izquierda hondureña de revalidarse en el poder tras “más de un siglo de bipartidismo y doce años de dictadura”. El gobierno de Xiomara Castro, primera mujer presidenta del país, ha logrado un crecimiento económico sostenido y reducir la tasa de pobreza a niveles prepandemia, pero la inseguridad —aunque ha disminuido ligeramente— y las acusaciones de nepotismo han pesado entre los hondureños.

Además, la polarizante campaña que situaba a Libre —partido que se autodefine como de “socialismo democrático”— como responsable de arrastrar al país hacia el supuesto “narco-comunismo” venezolano, sumada a las advertencias de Donald Trump, podrían haber “activado el voto del miedo”, según fuentes de la formación consultadas por elDiario.es. En un país donde las remesas enviadas desde Estados Unidos representan alrededor de una cuarta parte del PIB, esos mensajes encontraron terreno fértil.

“Hemos perdido la batalla mediática”, resumía un dirigente de nivel medio del partido en declaraciones a elDiario.es. “Tanto las cadenas privadas como los principales periódicos y muchos influencers llevan años construyendo una narrativa en nuestra contra”. Añadió que “la Iglesia evangélica y la católica también se volcaron contra nuestro Gobierno”, en un país donde una amplísima mayoría de la población se identifica como cristiana.

Manuel “Mel” Zelaya, expresidente liberal hondureño que creó el partido Libre tras sufrir un golpe de Estado en 2009, evitó pronunciarse sobre los resultados y llamó a sus seguidores a velar por el resultado. “La solicitud de mantenernos en pie de lucha hasta obtener el escrutinio final con el 100% de las actas presidenciales, alcaldías y diputaciones de nuestra candidata Rixi Moncada, es lo moral, patriótico y apegado a una verdad plena que el pueblo ordenó en las urnas y que no podemos desconocer”, publicó en X.

Cautela entre los que encabezan el recuento

El entorno del Partido Nacional aseguró que Asfura, exalcalde de Tegucigalpa y empresario de la construcción, no se pronunciaría hasta que el escrutinio avanzase más. No obstante, desde la formación conservadora se mostraron confiados en la victoria y reiteraron su agradecimiento a los presidentes estadounidense, Donald Trump, y argentino, Javier Milei, por su respaldo público.

A su vez, el candidato liberal, el excéntrico presentador de televisión Salvador Nasrrala, aseguró que la diferencia que le separa de la presidencia no es relevante. “23.000 votos es prácticamente nada” aseguró tras sostener que la mayoría de las actas por escrutar favorecerán a su candidatura. “Nosotros nos vamos a declarar ganadores en el momento en el que el CNE empiece a dar una tendencia a nuestro favor mañana primero de diciembre” dijo. Con más del 50% del voto escrutado, efectivamente se redujo a tan solo 4.000 puntos.

En declaraciones a la prensa tras conocerse el primer avance, Nasrrala aseguró que le están “llamando varios inversionistas extranjeros” con el objetivo de instalarse en Honduras tras su triunfo. Además, aseguró que todos los militantes de su partido que han acompañado el escrutinio serán “recompensados” con “oportunidades laborales” si llega al gobierno.

Además, Nasrrala aseguró que, de llegar al gobierno, “la relación con EEUU y con Taiwán va a ser muy buena”, una declaración significativa teniendo en cuenta que el Ejecutivo de Xiomara Castro rompió relaciones con Taipéi y reconoció a la República Popular China en 2022. También afirmó que rompería relaciones diplomáticas con Venezuela en caso de que Nicolás Maduro permaneciera en el poder.

Polarización y desconfianza

Tanto Nasralla como Asfura —candidatos de los partidos del bipartidismo hondureño, que se han alternado en el poder en el país durante más de un siglo— califican al gobernante Libre de “comunista” y de buscar subordinar al país a la “narcodictadura venezolana”. Moncada, en cambio, ha señalado a sus rivales de actuar como “marionetas de la oligarquía” y ha prometido que, frente al modelo “de la minoría”, impulsará un gobierno “socialista democrático” destinado a “democratizar la economía”.

Las dudas sobre la integridad del recuento de votos se intensificaron en la recta final de las elecciones. El CNE demoró la divulgación de los resultados preliminares en más de dos horas y ha anunciado que no realizará más actualizaciones durante la noche madrugada de este lunes. Los tres principales candidatos expresaron su malestar por el retraso y exigieron explicaciones a las autoridades.

La desconfianza del ente electoral había aumentado desde finales de octubre, cuando circularon cerca de dos decenas de audios que involucrarían a una representante del Partido Nacional ante el CNE, a un diputado de esa misma formación y a un militar en activo en un presunto plan para manipular los resultados. Pese a todo, la jornada electoral se ha desarrollado sin incidentes significativos, aunque con un fuerte despliegue militar.