Estados Unidos ha interceptado otro petrolero con crudo venezolano por segunda vez este fin de semana en aguas internacionales del Caribe y por tercera vez en doce días. Así lo han revelado al menos dos funcionarios estadounidenses a la agencia Reuters. Uno de ellos dijo que pesaban sanciones sobre el barco.
Según Bloomberg, se trata del Bella-1, con bandera panameña, pero relacionado con la Guardia Revolucionaria de Irán mediante la compañía Louis Marine Shipholding Enterprises. La nave se estaba aproximando a la costa venezolana en el momento de la intervención.
Consultados por EFE, el Pentágono y la Guardia Costera refirieron todas las preguntas sobre la operación a la Casa Blanca, que de momento no ha corroborado los reportes sobre la acción en curso.
Este sábado el Ejército estadounidense interceptó el barco Centuries, también con bandera panameña, según The New York Times, y el pasado día 10 abordó otro, el Skipper.
Hace cuatro días, Trump ordenó un bloqueo total a la entrada y salida de este país a buques petroleros sancionados por el Gobierno estadounidense, dentro de la presión que ejerce sobre el Gobierno de Maduro, al que Washington acusa de liderar una red de tráfico de drogas.
Desde agosto, EEUU mantiene un amplio despliegue militar dentro de una campaña antidrogas en la que ha destruido a unas 30 supuestas lanchas vinculadas al narcotráfico y asesinado a más de un centenar de sus tripulantes, lo que ya ha resultado en la primera denuncia formal por asesinato extrajudicial.
Mientras, Caracas rechazó la incautación del Centuries como un “robo y secuestro” por parte de Estados Unidos de “un nuevo buque privado” que transportaba crudo venezolano.
El otro asunto clave es qué ocurrirá con el crudo que transportaban esos barcos. Después de retener el Centuries, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó: “El buque irá a un puerto estadounidense, y Estados Unidos tiene la intención de incautar el petróleo”.