La líder opositora venezolana María Corina Machado salió este jueves al balcón del Grand Hotel de Oslo tras llegar a la capital noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz, saludó a sus seguidores ya de madrugada y cantó el himno de su país con la mano en el pecho. En lo que fue su primera aparición pública desde enero de este año, Machado salió posteriormente por la puerta del hotel para acercarse a las decenas de venezolanos congregados en el exterior para recibirla.
Entre móviles que la filmaban y gritos de “¡viva!”, Machado se acercó a las vallas levantadas por la Policía noruega por motivos de seguridad, aunque en varias ocasiones se subió a las mismas para acercarse más a sus seguidores, darles la mano, lanzarles besos e incluso abrazarlos.
Una y otra vez hizo el gesto de 'gracias' con sus manos, tanto en el balcón como después a pie de calle, aunque no llegó a pronunciar un discurso, ni siquiera breve, algo que tiene previsto hacer, inicialmente, dentro de pocas horas en una rueda de prensa junto al primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre.
La salida al balcón de Machado fue una sorpresa, ya que pocos minutos antes el presidente del Comité Nobel Noruego, Jørgen Watne Frydnes, dijo que ya no habría un encuentro con ella, porque la exdiputada quería reunirse inmediatamente con su familia, que no ha visto en dos años.
No obstante, su equipo precisó minutos después que sí saldría posiblemente al balcón a saludar. Machado aterrizó en el aeropuerto de Gardermoen sobre las 11 de la noche, hora española, tras un largo viaje desde Venezuela, donde vive en la clandestinidad.
Su llegada a Oslo ha estado marcada por la incertidumbre. El fin de semana pasado aseguró al Instituto Nobel que estaría en Oslo para la ceremonia de entrega del Premio Nobel del miércoles, si bien la víspera del acto solemne no pudo participar en la tradicional rueda de prensa de los laureados como estaba previsto, ni tampoco llegó a tiempo al Ayuntamiento de la capital noruega para recoger el galardón.
El mismo miércoles aseguró no obstante en una conversación telefónica desde un lugar desconocido con Frydnes que estaba ya “de camino” a Oslo y que tan pronto como llegue, podrá abrazar a toda su familia “y a tantos venezolanos y noruegos que conozco y que comparten nuestra lucha y nuestro esfuerzo”.
En Oslo ya la esperaban su hija Ana Corina Sosa, que pronunció el jueves en nombre de su madre el discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz, sus dos hijos, su hermana y su madre, Corina Parisca.
De Venezuela a Curazao
El viaje a Oslo de la opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz María Corina Machado comenzó el martes con la salida de su país por vía marítima hacia Curazao, según hipótesis de analistas, y se completó con un viaje en avión a la capital noruega, con escala en Estados Unidos.
Machado, de 58 años, llegó en la madrugada del jueves a la capital noruega a bordo de un avión privado que, según las páginas de rastreo de vuelos FlightRadar24 y FlightAware, partió esta mañana desde Curazao, una de las islas de los Países Bajos en el mar Caribe, situada solo 65 kilómetros de la costa de Venezuela.
Según el registro de vuelo de ambas plataformas, el avión que la llevó a Oslo, donde este miércoles su hija Ana Corina Sosa Machado recibió el Premio Nobel, ya que no pudo llegar a tiempo a la ceremonia, es un Legacy 600 del fabricante brasileño Embraer.
El avión, con capacidad para 13 pasajeros, está matriculado en México, tiene como base el Aeropuerto Internacional Santiago de Querétaro y es operado por la compañía JetVip Business Aviation.
Para recoger a Machado, la aeronave partió ayer del Aeropuerto Ejecutivo de Miami Opa Locka, en el estado de Florida (EE.UU.) con destino al Aeropuerto Internacional Hato de Willemstad, capital de Curazao, a donde llegó anoche.
De allí, según las páginas de vuelos, el avión partió este miércoles a las 6:42 hora local (10:42 GMT) para un vuelo de cuatro horas y 43 minutos hasta el Aeropuerto Internacional de Bangor, situado en el estado de Maine (EE.UU.), donde hizo una escala técnica.
La última parte del viaje, un vuelo de seis horas y 24 minutos desde Bangor hasta el aeropuerto de Oslo Gardermoen, concluyó cerca de la medianoche en la capital noruega.
En la madrugada del jueves en Noruega, Machado se reencontró en el balcón del Grand Hotel de Oslo con sus familiares, amigos, aliados políticos de varios países y decenas de venezolanos que la esperaron durante horas a la intemperie para recibir su saludo y festejar el Premio Nobel de la Paz.