Agresiones e insultos en una tradición en La Rioja que no deja sitio a las mujeres

“El machismo sigue teniendo mucho poder en Cervera del Río Alhama”. Así resume los últimos incidentes Irene Morales, una de las participantes en la Gaita Mixta, la danza que reivindica la participación de las mujeres en una tradición folclórica que sigue sin permitir la participación de las mujeres. Este domingo, cuando ellas bailaban en la plaza, los participantes de la gaita oficial, exclusivamente masculina, entraron, les impidieron continuar, en un momento de tensión en el que hubo incluso insultos y empujones.

La tensión alrededor de la Gaita de Cervera continúa e incluso se ha acrecentado. Hace dos años, la Cofradía de Santa Ana y San Gil aprobaron unos estatutos para no permitir la entrada de las participantes de la Gaita Mixta a las iglesias. Por ello, desde entonces, cuando la Gaita masculina está en el interior de los templos, ellas danzan fuera. Así estaba ocurriendo este domingo, en la primera danza de las fiestas de San Gil. “Pero cuando salieron, en vez de esperar, como había pasado en otras ocasiones, ellos decidieron entrar por la fuerza a la plaza, empujando a quien se pusiera por delante, nos rodearon e interrumpieron nuestro baile”, cuenta Irene Morales.

En ese momento, según han denunciado, los participantes de la Gaita masculina y quienes les apoyan, incluso algunos niños, profirieron insultos a las personas que estaban apoyando a la Gaita mixta mientras bailaban. Estas personas que estaban apoyando a las mujeres fueron incluso empujadas durante la danza. “Nosotras nos quedamos paralizadas y decidimos dejar de bailar, no íbamos a entrar en el cuerpo a cuerpo. Vivimos esta situación con tristeza; que a pesar de ser algo tan evidente sigan sin dejarnos participar”.

Ante “la falta de respeto”, ellas entraron en la iglesia para cumplir con la tradición de pasar la bandera y los pañuelos a las imágenes de los santos. “Nos parecía una respuesta justa a lo que había pasado y además teníamos ganas de hacer el homenaje a nuestros patrones”. Dentro no se produjeron incidentes “porque quienes apoyan la Gaita masculina ya no estaban”, y ellas lo vivieron “con mucha emoción”. Sin embargo, temen alguna represalia ante el incumplimiento de los estatutos, aunque apuntan: “también es nuestra iglesia”.

Por su parte, han descartado de momento la opción de denunciar las agresiones verbales y físicas aunque está sobre la mesa y recuerdan que tienen las pruebas de estos hechos. Lejos de acercar posturas, “la situación va a peor, se retrocede”, considera Irene Morales, por lo que reconoce que actualmente ve imposible la posibilidad de unirse en una sola gaita con hombres y mujeres. “El objetivo actualmente es la convivencia y vemos que ni eso es posible”.

Aun así, para Irene Morales y sus compañeras situaciones como las de este domingo, o como la que vivieron en las fiestas de Santa Ana, cuando los gigantes y los gaiteros se pusieron delante de ellas para taparlas, es un impulso: “Así vemos más claro seguir, tenemos la tranquilidad moral de estar haciendo lo correcto”. Por ello, las participantes de la Gaita Mixta vuelven a salir este lunes a las calles de Cervera en el día grande de las fiestas, a reivindicar a golpe “pom-pom-pom” que las mujeres tengan su sitio en esta tradición.