Cáncer de pulmón, el gran desafío
Según Pilar Garrido, del Servicio de Oncología del Hospital Ramón y Cajal “el cáncer de pulmón es en la actualidad uno de los mayores retos sanitarios tanto por el elevado número de pacientes que se diagnostican cada año como por el consumo de recursos ligado a esta patología. A pesar de los avances diagnósticos de los últimos años, más del 50% de los pacientes debutan con enfermedad metastásica y en muchas ocasiones coexisten con enfermedades asociadas al tabaquismo (pulmonar, cardiaca, vascular) que comprometen y limitan las alternativas de tratamiento”.
Se han producido avances importantes en el diagnóstico del cáncer de pulmón que permiten optimizar la obtención de muestras de tumores y, al mismo tiempo, clasificar la enfermedad con mayor precisión.
Uno de los avances más relevantes es la identificación genética de marcadores predictivos y pronósticos en el tumor, que permite conocer los grupos de pacientes con más riesgo de recaídas (las llamadas “firmas genéticas”). Dicha información sirve para poder administrar tratamientos personalizados.
Con el objetivo de presentar las últimas novedades y actualizar los conocimientos en esta neoplasia, GlaxoSmithKline (GSK) ha organizado el Tercer Foro de Cáncer de Pulmón bajo el auspicio del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP). La reunión –en la que han participado un número importante de oncólogos y expertos directamente implicados en la atención del paciente con cáncer de pulmón- ha servido para llevar a cabo una revisión de los últimos avances en el abordaje diagnóstico de este tipo de neoplasia, su tratamiento y las expectativas futuras para el cáncer de pulmón.
“El cáncer de pulmón constituye una de las principales causas de muerte en España. Cada año se producen alrededor de 18.500 nuevos casos en nuestro país. El factor de riesgo más importante para su desarrollo es el tabaco, y por lo tanto es importante incidir sobre la población general mediante las campañas anti-tabaco”, afirma Garrido.
Según Enriqueta Felip, del Servicio de Oncología del Hospital Vall d'Hebron, “el cáncer de pulmón es una enfermedad de una gran relevancia clínica y requiere la atención multidisciplinar e integrada de diferentes especialistas involucrados en el diagnóstico y tratamiento”.
CÁNCER MICROCÍTICO
El tratamiento del cáncer de pulmón depende de la histología del tumor (sí es microcítico o no microcítico), la fase en el momento del diagnóstico y la situación clínica individual de cada paciente. El carcinoma microcítico es uno de los subtipos de cáncer de pulmón y representa entre el 15-20% del total de los diagnósticos.
En este caso el manejo clínico está determinado básicamente por el grado de extensión del tumor en el momento del diagnóstico (enfermedad localizada o enfermedad extendida). Según Garrido “si la enfermedad está localizada, el tratamiento de elección suele ser quimioterapia y radioterapia torácica; y si el paciente presenta enfermedad diseminada el tratamiento es quimioterapia exclusivamente. Por último, todos aquellos pacientes que obtienen buena respuesta al tratamiento reciben irradiación craneal profiláctica para disminuir el riesgo de metástasis cerebrales”.
BIOLOGÍA DE LOS TUMORES
Las expectativas en el manejo de los pacientes con diagnóstico de cáncer de pulmón se orientan principalmente a la investigación basada en la propia biología del tumor, según comenta Dolores Isla, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza, “los ámbitos de estudio más importantes se refieren a la identificación de dianas para tratamientos dirigidos contra ellas y la determinación de marcadores que determinen el beneficio de una terapia específica”, añade.
Felip subraya que “es fundamental poder predecir en cada paciente las posibilidades de recaída o repuesta a los tratamientos, para poder individualizar las necesidades de tratamientos oncológicos. La investigación en la biología de los tumores es uno de los retos más importantes en el abordaje del cáncer de pulmón”.
“También la incorporación de nuevos fármacos y combinaciones son líneas de investigación de interés que condicionan ya el abordaje terapéutico de nuestros pacientes”, añade.
Entre las pruebas de imagen que permiten conocer más precisamente hasta donde se encuentra extendido el tumor y así clasificarlo mejor -además de valorar la eficacia de los tratamientos antineoplásicos- cabe destacar el PET-TC, que evalúa la actividad metabólica del tumor.
ESPERANZA
Como señala Manuel Dómine del Servicio de Oncología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, “el futuro del cáncer de pulmón es esperanzador. La nueva clasificación por estadios de la Internacional Association for the Study of Lung Cancer (IASLC) que entrará en vigor el año próximo nos permitirá clasificar mejor el cáncer de pulmón desde el punto de vista pronóstico y nos ayudará a elegir las mejores opciones de tratamiento multidisciplinario”. Asimismo, para este experto las pruebas de detección precoz no han mostrado reducción de mortalidad en cáncer de pulmón aunque pueden permitir tratamientos más limitados. Por su parte, la prevención del tabaquismo, causante del 90% de los cánceres de pulmón, probablemente tiene más impacto que la implantación de estas pruebas de detección precoz.
En la clasificación patológica los cánceres de pulmón se subdividen en cáncer microcítico (célula pequeña) y cáncer no microcítico de pulmón. “En los últimos años los oncólogos estamos subdividiendo estos últimos en escamosos y no escamosos (adenocarcinomas y carcinomas indiferenciados de células grandes) debido a que los no escamosos responden y tiene mejor pronósticos con nuevos fármacos”, explica.
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