Cigüeñas que traen cigüeñas

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La población de cigüeñas riojanas creció en diecisiete parejas durante 2007, aunque su número tiende a estabilizarse, según los últimos datos del censo elaborado por la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja, que en las próximas semanas iniciará el recuento correspondiente a este año.

En estos momentos, la población de cigüeñas de la Comunidad alcanza las 457 parejas reproductoras repartidas por tejados, campanarios y postes de los más diversos lugares.

Ave muy querida por casi todos los ciudadanos europeos, símbolo de la natalidad y de las buenas nuevas, las cigüeñas vivieron su momento de mayor esplendor en La Rioja entre 2002 y 2003, cuando su población pasó de 326 ejemplares a 434.

Alfaro sigue siendo el lugar preferido de la Comunidad para anidar por este pájaro zancudo, de cuello largo y que acostumbra a alimentarse de culebras, ranas y peces.

Allí se concentran 165 parejas, 110 de los cuales se asientan sobre el tejado de la colegiata de San Miguel, que acoge de esta manera a la colonia más grande del mundo localizada sobre un único edificio.

El resto vive repartido fundamentalmente por Logroño (49 ejemplares), Calahorra (36), Haro (33), Santo Domingo de la Calzada (31) y Nájera (26).

Hace unas décadas, raro era el ejemplar de cigüeña que se quedaba en La Rioja para afrontar el invierno y que no optaba, como siempre había hecho este ave, por emigrar a África para buscar el calor durante los meses más crudos del año en el Hemisferio Norte.

Está constatado que las cigüeñas pueden llegar en sus migraciones hasta el cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de este continente, después de haber volado más de doce mil kilómetros, aunque lo normal es que se asienten en las tierras que hay un poco más allá del desierto del Sahara, antes de regresar a Europa.

Por esta razón, los antiguos romanos, que idolatraban a esta ave porque la identificaban con la llegada de la primavera, nunca llegaron a conocer donde hibernaba.

YA NO EMIGRAN

Hoy día, la Consejería de Medio Ambiente de La Rioja calcula que entre el quince y el veinte por ciento de los ejemplares que vive en la región no emigra ya a África.

Contrariamente a lo que se pueda pensar, la razón fundamental para ello no hay que buscarla en el cambio climático y en la continua mejora de las temperaturas invernales, sino que más bien viene motivada por el progresivo aumento de los basureros.

En ellos, las cigüeñas han encontrado una fuente inagotable para su alimentación diaria, que se produce durante las horas más calurosas del día, para luego regresar, con la puesta de sol, a sus nidos.

Contrariamente a la idea que esta fijada en el imaginario popular, de que las cigüeñas son fieles a su pareja durante toda la vida, lo cierto es que estos pájaros son tan solo fieles al nido que construyeron, al que vuelven cada año y por el que son capaces de luchar incluso hasta la muerte.

Para evitar en la medida de lo posible esta situación y para dar cobijo a los nuevos ejemplares que puedan llegar a la Comunidad, la Dirección General de Medio Natural ha previsto instalar a lo largo de este año veinte postes de madera con estructura metálica.

Ocho de ellos ya se encuentran colocados en Alberite, en las inmediación del río Iregua y en el casco urbano.

Hasta ahora, las cigüeñas criaban en la torre de la iglesia de esta localidad, pero debido a las obras de restauración y al aumento de ejemplares ha sido necesario adoptar esta medida.

Al igual que sucede en Alberite, en Cenicero se van a colocar otros diez postes en la ribera del Ebro para sustituir a diez de los doce nidos que fue necesario retirar de la torre de iglesia de la localidad.

Los otros dos postes tendrán como destino Cuzcurrita del Río Tirón, con el objetivo de recuperar a las parejas que hubo quince años atrás sobre el tejado de la iglesia.

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