Comienza el Ramadán
Millones de personas en todo el mundo profesan el Islam, una religión monoteísta con siglos de historia tras sus espaldas. Ahora, en pleno siglo XXI lucha por escapar de los prejuicios que han nacido en su contra en la comunidad internacional, sobre todo después de los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001. Pero vincular Islam y terrorismo es un error, como el juzgar sus costumbres sin conocerlas.
¿Es un peligro para la salud?
Esta semana (el pasado 11 de agosto) comenzaba el mes de Ramadán para la comunidad musulmana. Esta costumbre consiste en el ayuno y abstinencia total de todo aquello que rompe el ayuno (bien sea comida o bebida o relaciones sexuales) desde el alba hasta la puesta del sol. El ayuno es obligatorio para todo musulmán adulto, tanto hombres como mujeres.
Los menores de edad no están obligados a realizar este ayuno, pero es común que algunas familias los obliguen a realizarlo para que se acostumbre a ello, y practicarlo sin mucha dificultad al ser mayor.
Según recoge la Junta Islámica en su página Webislam, no debe ayunar el enfermo mental, ni el menor, ni el viajante, ni a la mujer durante la menstruación o puerperio, así como la embarazada, o la lactante que teme por su pequeño, ni los ancianos débiles.
De esta manera, el esfuerzo del ayuno sólo lo realizarían personas sanas, con posibilidades de recuperarse de inmediato, y no las personas que puedan tener problemas de salud.
Justificación sagrada
La celebración del Ramadán coincide con el noveno mes lunar y empieza el ayuno con la aparición de la luna a finales de Sha“ban (octavo mes en el calendario lunar islámico).
El Ramadán encuentra su justificación en las palabras del profeta Mahoma,
“ayunad a su visión y romped a su visión y si se os oculta concluid el mes de Ramadán contando treinta días”. El profeta insistía en esta idea como forma de purificación, “se fue la sed, se hidrataron las venas, y se logró la recompensa con el permiso de Dios”.
Pero la importancia de este mes para los musulmanes no sólo radica en estas palabras del profeta, el Lailat-ul Qadr, la noche del decreto, es la noche en la cual Mahoma recibió la primera revelación del Corán, “y así comenzó su misión como Profeta y Mensajero de Alá”, subrayan desde la Junta Islámica.
Además desde la comunidad islámica se insiste en que el Ramadán no es sólo un ayuno, sino que tiene una parte fundamentalmente espiritual. “El ayuno es una gran escuela de disciplina y doctrina, tanto espirituales como morales, pues no se limita a la abstinencia de comer o beber solamente, sino de todo lo que sea mala palabra, mal acto o mal pensamiento. El ayunante debería ser indulgente en caso de ser insultado o agredido por alguien, debiendo evitar todas las obscenidades”, señala la organización musulmana.
El Ramadán en Europa
Muchos países europeos cuentan con un importante número de población musulmana dentro de sus fronteras. Gracias en gran parte al fenómeno migratorio, la celebración del Ramadán se ha ido conociendo e integrando en las sociedades europeas. Por ejemplo en Francia, donde se encuentra la comunidad más numerosa de la Unión Europea (unos cinco millones de personas), este mes se ha asociado con las celebraciones en familia y los nuevos mercados a explotar.
Muchos supermercados aprovechan este período para lanzar promociones de carne halal,
es decir, la que no prohíbe la sharia. El mercado halal, libre de sangre, de algunos aditivos y sacrificado según manda el Corán, mueve en Francia 5 millones de euros, el doble que los productos biológicos.
Además, tal como recoge Euronews, se ha producido una verdadera transformación con nuevos productos que inundan las estanterías de los supermercados.
En España la situación es similar, donde, según el presidente de la Junta Islámica, la población musulmana oscila entre los 1,5 millones y los 2 millones, si se tiene en cuenta a los inmigrantes que están en el país de forma irregular.
Sin embargo, en el caso de nuestro país el mes de Ramadán ha suscitado una pequeña polémica. Dado las altas temperaturas que se vivirán en estos días en España, algunos empresarios agrícolas catalanes han hecho firmar a los temporeros musulmanes un documento en el que se les eximen de cualquier responsabilidad mientras trabajan en la recogida de fruta, según informa el diario El País.
De esta manera, pretende evitar posibles denuncias o requerimiento de responsabilidades por el desfallecimiento de alguno de los trabajadores durante su turno de trabajo.
Las críticas a esta medida han llegado desde diversas asociaciones islámicas tanto de Lleida como del Departamento de Trabajo de esta provincia, que han expresado sus dudas sobre la validez de dicho documento.
Además, las autoridades musulmanas en España han recordado el acuerdo de cooperación entre el Estado Español y la Comisión Islámica de España que recoge expresamente en uno de sus artículos que los musulmanes que lo deseen “podrán solicitar concluir su jornada laboral una hora antes de la puesta de sol durante el mes de Ramadán”.
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