El Barça, líder tras remontar ante el Dinamo de Kiev
Buen partido del FC Barcelona para conseguir el liderato del grupo F, con una trabajada victoria sobre el Dinamo de Kiev (1-2), que se sobrepuso a un grave error de Valdés en el segundo minuto de partido para, a base de toque y paciencia, disipar las dudas y obtener el billete para octavos como primero de grupo.
El Barcelona se encontró con un inicio de partido que no hubiera soñado ni en sus peores pesadillas. En la primera acción peligrosa del partido, Valdés se tragó un servicio de falta directa, escorada a la izquierda del ataque ucraniano, que Milevskiy peinó con la cabeza sin desviar apenas la trayectoria. Tras detener el balón en primera instancia, se le escapó y acabó en el 1-0, en el minuto 2, trastocando los planes de Guardiola. No hicieron caso del frío, pues el motivo del mal inicio no fue el clima sino el citado fallo, y poco a poco calentaron motores para conseguir el objetivo principal. El Dinamo no vio balón, no dispuso de ocasiones claras para ganar y el Barça controló y dominó en todos los aspectos para anular a su rival a base de hacerle correr tras el esférico.
Sin embargo, el gol desencajó a los blaugrana pues todo lo que pudieran tener preparado se fue a pique. El Dinamo, cómodo, intentó buscar acciones puntuales mientras se cerraron atrás. Hacia el minuto 12 no se empezó a hacer el Barça con el control del balón, pero a partir de aquí ya no dejó de tocarlo. Messi, Alves o Ibrahimovic tuvieron el gol del empate en sus botas, pero tuvo que aparecer Xavi desde segunda línea para disipar las dudas y evitar que los blaugrana quedaran congelados. Leo Messi, tras un error de Shovkovskiy, que le entregó el balón, se fue sólo hacia él pero estuvo más lento de lo normal, fue alcanzado por los defensas, y al final su disparo fue detenido por el meta ucraniano. Alves probó un tiro con 'folha seca', e Ibrahimovic fue asistente en otra buena acción y conectó también un potente disparo, y es que el Barcelona, pese al error inicial, hizo un buen partido y jugó el balón con criterio y sin perder los nervios. Eso sí, faltó un poco de velocidad en la transición.
Por su parte, el Dinamo estaba bien plantado sobre el terreno de juego e hizo correr al Barcelona en búsqueda de espacios. Costó, pero al final la superioridad técnica de los blaugrana, y sobre todo el hecho de no luchar contra el reloj, dio sus frutos. Tras un rondo perfecto, una combinación entre Messi e 'Ibra' acabó a los pies de Abidal, quien de primeras puso un centro raso para que Xavi, solo, se tirara al suelo y con la puntera marcase el gol del empate. Excelente forma la de Xavi de celebrar su partido centenario en Liga de Campeones.
El partido se calmó hasta llegar casi al descanso, cuando Alves, con un potente centro-chut, obligó a Shovkovskiy a despejar de puños y acto seguido, en el área contrario, Piqué también usó las manos para cortar una contra, recibiendo su primera tarjeta amarilla en esta 'Champions'. Ya en la reanudación, Xavi e Iniesta, secundados por un Busquets en muy buena forma, orquestaron de nuevo el juego blaugrana y tranquilizaron tanto el partido como el ambiente. No hubo acciones claras para ningún equipo, si bien Leandro Almeida remató en el segundo palo, sin oposición, pero su remate se fue a la red exterior de la portería de Valdés.
El Dinamo no tuvo la pelota en su poder durante más de un minuto. La posesión blaugrana fue aplastante, pero no se acercó con mucho peligro al área contraria. Cierto es que el empate le servía para ser primero de grupo, y que para los ucranianos era el billete hacia la Europa League debido a la derrota del Rubin Kazan contra el Inter de Milán. Aún y así, el Dinamo estuvo a punto de hacer cambiar las cosas en una bonita jugada individual de Yarmolenko, que dejó atrás a Alves, pero un Abidal muy atento impidió empalmar el balón a 'Sheva'. Con el paso de los últimos minutos todavía se hizo más evidente la superioridad blaugrana, pero no en el marcador. El público silbaba, quien sabe si al 'no juego' de su equipo o a la pasividad blaugrana, y es que lo sucedido en el terreno de juego parecía ser un pacto de no agresión mutuo.
Pero lejos de esto, el Barça apuntilló el liderato cuando menos lo parecía, y obra de un desaparecido en ataque. Messi, redimiéndose del fallo en la primera parte, tomó la iniciativa para botar una falta directa y la coló por la escuadra, donde Shovkovskiy no pudo llegar de ninguna de las maneras. Todavía tuvo el argentino otro mano a mano con el portero, que le volvió a ganar la partida. Ya en los últimos segundos, Ibrahimovic dirigió un misil de falta directa, tierra-aire, hacia un Shovkovskiy que la detuvo sin saber cómo y que recibió un fuerte balonazo. Se acabó aquí el encuentro, con los blaugrana como primeros y los ucranianos fuera de Europa.
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