El circuito de Shanghai dará la salida a un 'nuevo' Mundial

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inicio noticias relacionadas fin noticias relacionadas fin multimedia El Gran Premio de China de este domingo (9.00 horas), pese a ser la tercera cita de la temporada, será el punto de partida a un 'nuevo' campeonato después de que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) confirmara como legales los polémicos difusores traseros que han utilizado en las dos primeras pruebas del curso BrawnGP, Toyota y Williams, y que han revolucionado el Mundial.

Los excelentes rendimientos en estas dos primeras pruebas de las escuderías que han utilizados los elementos de la discordia, han puesto 'patas arriba' el Mundial

y ahora los grandes aspirantes al título, como Ferrari, McLaren-Mercedes, Renault o BMW-Sauber, comienzan una carrera por incorporar cuanto antes estos difusores a sus monoplazas para volver a ocupar las primeras posiciones.

Aunque parece que no será hasta el Gran Premio de España, que se disputará el 10 de mayo en el Circuit de Catalunya, cuando la mayoría de estos equipos puedan tener ya unos difusores similares a los diseñados por Ross Brawn,

muchos monoplazas ya incorporarán para la cita china mejoras en sus coches. Sin embargo, si serán capaces de reducir considerablemente las más de cinco décimas por vuelta que les separan ahora de la cabeza, es una absoluta incógnita.

Ante esta situación, los BrawnGP de Jenson Button y Rubens Barrichello y los Toyota de Jarno Trulli y Timo Glock, es decir, los cuatro primeros clasificados del Mundial, partirán de nuevo como favoritos en el trazado de Shanghai, que vuelve a recibir la visita del 'gran circo' apenas seis meses después, y es que este gran premio abandona por primera vez desde su creación, en 2004, su habitual hueco casi al final del calendario.

La reacción de los 'grandes' para esta cita se antoja, por tanto, complicada,

aunque las excelentes oportunidades para adelantar que brinda este circuito y la siempre imprevisible meteorología asiática permiten imaginar cualquier escenario.

ALONSO QUIERE REPETIR SU VICTORIA DE 2005

El español Fernando Alonso (Renault), quinto en el campeonato y el primer clasificado de los pilotos que no cuenta en su coche con los difusores 'mágicos', aunque es consciente de la dificultad de estar todavía a la altura de BrawnGP y Toyota, aspira a conseguir en China una victoria que ya logró en 2005, con su primer título ya en el bolsillo.

Dos segundas plazas y el cuarto puesto del año pasado en las campañas sucesivas son los números del asturiano en este trazado

, al que, en esta ocasión, llega como el piloto en activo con más victorias --con 21-- y avalado por las siete carreras consecutivas en las que ha conseguido puntuar, racha que vio cortada en Malasia, hace poco menos de quince días.

Tras su quinto puesto en el Gran Premio de Australia, cita que abrió la temporada, y el undécimo puesto del caos y el diluvio de Sepang, Alonso es uno de los favoritos que ha salido más indemne de este convulso inicio de campeonato, y en tierras chinas tratará ahora de, como mínimo, volver a ocupar una plaza en el podio.

FERRARI Y MCLAREN BUSCAN UNA REACCIÓN

Los dos equipos que más presión tendrán en esta cita son Ferrari y McLaren-Mercedes, a quienes tras un nefasto comienzo de curso, ya no les valen las excusas y tienen la obligación de volver a copar las primeras plazas desde este mismo fin de semana. Y es que un solo punto, el conseguido por el británico Lewis Hamilton en Malasia, es toda la cosecha de los cuatro pilotos de ambas escuderías en las dos primeras carreras.

Precisamente, el vigente campeón del mundo, que todavía está a expensas de que la FIA tome una decisión sobre su mentira en Australia, fue el último piloto que se subió a lo más alto del podio en este circuito, en una victoria que le sirvió para dar un paso muy importante hacia su reciente título.

Pero si delicado es el ambiente que se respira en la escudería de Woking, no menos complicada es la situación en Maranello, ya que 'Il Cavallino Rampante' ha realizado el peor arranque de Mundial desde 1992, después de irse de vacío de Australia y Malasia, dejando además sensaciones preocupantes, incluso en la calificación.

Por ello, los dos pilotos de Ferrari, Felipe Massa y Kimi Raikonnen, que si no suben al menos uno de los dos al podio en China, firmarían el peor comienzo desde 1986, quieren enderezar el rumbo en un circuito que se le da especialmente bien al finlandés, que ganó en 2007 y que ha terminado en el podio en otras tres ocasiones.

Mientras, desde su privilegiada posición, el sorprendente líder del campeonato, el británico Jenson Button, que, después de dos triunfos consecutivos, ya suma tres victorias en la Fórmula 1, lo que le coloca al mismo nivel que sus compatriotas Mike Hawthorn, Peter Collins y Johnny Herbert, quiere aprovechar la situación revuelta que se vive en todos los equipos para seguir ampliando su distancia al frente del campeonato.

En una situación parecida parte en tierras chinas el brasileño Rubens Barrichello, vencedor en esta prueba en 2004 y que cuenta con una desventaja de cinco puntos respecto a un Button que ha logrado brindar a BrawnGP, antiguo equipo Honda, el mejor inicio de una escudería debutante en un Mundial desde 1950, cuando Alfa Romeo también ganó las dos primeras carreras en su estreno en el campeonato.

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