El Gobierno italiano convoca un referéndum sobre la reforma electoral

El Consejo de Ministros en funciones de Italia ha decidido convocar el referéndum para reformar la ley electoral el próximo 18 de mayo, según ha dado a conocer el ministro encargado de las Relaciones con el Parlamento, Vannino Chiti. No obstante, si el presidente de la República, Giorgio Napolitano, decide disolver las Cámaras y convocar elecciones, la celebración del referéndum saltará automáticamente hasta el año 2009 y tendrá que ser el nuevo Gobierno quien decida la fecha definitiva de la consulta.

Después de que el Tribunal Constitucional aprobara la consulta, el Gobierno del dimisionario Romano Prodi tenía que fijar una fecha entre los próximos 15 de abril y 15 de junio, ya que sino, el Gobierno que saliera de las elecciones se podría haber visto obligado a realizarla antes del 15 de junio de este año, debido al vacío interpretativo que deja la ley al respecto.

Por esta razón y a pesar de la alta probabilidad de que Napolitano convoque finalmente elecciones anticipadas, el Consejo de Ministros en funciones decidió fijar la fecha y evitar así un posible cambio de la ley electoral a pocos días de la elección del nuevo Ejecutivo con la norma vigente.

ALTERNATIVAEl referéndum sigue siendo la única alternativa que queda para quienes prefieren ir a las urnas con una ley nueva

, después de que fracasara el intento de Napolitano de formar un gobierno interino para las reformas. Esta iniciativa popular, que cuenta con el apoyo de 821.000 firmas y cuya constitucionalidad fue aprobada el pasado 16 de enero, busca atribuir el premio de mayoría al partido que obtenga más votos y no a la coalición que gana las elecciones, tal y como prevé el actual sistema. Su objetivo es reforzar a los partidos grandes y reducir la posibilidad de que entren en el Parlamento los denominados “micropartidos”.

No obstante, todas las previsiones apuntan hacia la convocatoria inmediata de nuevas elecciones, dada la obstinación de los partidos del centro-derecha, que, en su afán por ir a las urnas cuanto antes, también se oponen a la celebración del referéndum.