El Naturhouse se reparte los puntos

J.D. Arrate: Malumbres (11 paradas, 1 penati); Vargas, Beljanski (2), Berrios (1), Salaberria (1), Kobin (4), Rudovic (2) -equipo inicial-, Vucinic (0 paradas); Jurkiewicz (6), Arrieta (4), Arroyo (1p), Ivo Díaz (3), Stefanovic (4) y Serrano (1). Lanzamientos: 42. Pérdidas: 9.

Naturhouse La Rioja: Aguinagalde (5 paradas y 1 gol); Parra (3), Gedeón Guardiola (4); Pavlovic (3), Isaías Guardiola (2), Baskin (1), Vigo (2) -equipo inicial-, Torrego (2 paradas), Agirrezabalaga (3), Belaustegi (1), Stojanovic (7, 4p), Amargant (1), Velasco y Romero (1). Lanzamientos: 46. Pérdidas: 7.

PARCIALES: 0-2, 1-4, 5-6, 8-8, 10-9, 13-12 (descanso), 17-13, 20-15, 23-20, 24-24, 27-28 y 29-29 (final). ÁRBITROS: Raúl Cuevas y Agatha Gracia (Cataluña), que excluyeron a Jurkiewicz, Ivo Díaz, Vargas, Berrios, Kobin y Serrano por el Arrate y a Belaustegi, Isaías Guardiola y Amargant por los riojanos.

ARRATE - NATURHOUSE LA RIOJA, 29-29

El Naturhouse La Rioja comenzó con buen pie esta segunda vuelta del campeonato liguero y logró empatar en la siempre complicada cancha de la Juventud Deportiva Arrate. Los locales, a pesar de que en fases del partido dieron la impresión de que se podían llevar el partido de calle, no en vano llegaron a disfrutar de una máxima renta de seis goles (19-13), no pudieron mantener su nivel todo el choque y su rival, mostrando ambición y determinación pasó a dominar por completo en el tramo final.

Tanto dominio visitante hubo al final que a su rival, en virtud de lo acontecido en los minutos finales, no le quedó otro remedio que dar por bueno el empate aunque sea a regañadientes, porque bien cerca estuvo de ceder finalmente una derrota por la mínima.

El panorama se le tornó claroscuro para la Juventud Deportiva Arrate a falta de tan sólo dos minutos y medio para la conclusión del choque, con dos goles (27-29) abajo y después de que Arroyo desaprovechara una pena máxima y Kobin sufriera una exclusión. Con Cutura viendo el partido desde el graderío, un rehabilitado Ivo Díaz optó con acierto echarse el equipo a su espalda y jugarse en inferioridad un uno contra uno del que sacó petróleo al reducir a uno las diferencias (28-29) y forzar la exclusión de Amargant.

El Arrate, lejos de desmoronarse, esta vez mantuvo la compostura y tras recuperar el balón provocó que Belaustegi tomara el mismo camino que su compañero Amargant en una jugada algo polémica que levantó bastantes protestas. Con un hombre más sobre la cancha Jurkovicz certificó el definitivo empate, aunque el Naturhouse llegó a disponer de una última oportunidad para llevarse los puntos. Oportunidad que quedó en nada al lanzar fuera Pavlovic un golpe franco con el cronómetro a cero. Y es que Ipurua respiró aliviada, pues seguro que recordó como el Granollers se llevó entonces la victoria, de esta guisa en la segunda jornada.

El partido se caracterizó por los sobresaltos. Al Arrate le costó centrarse al encajar de salida un demoledor parcial de 1-5 ante un rival que salió fortísimo y mostrando sus mejores virtudes. El equipo local no dio una a derechas al principio y necesitó ocho minutos para anotar su primer gol. De inmediato, con un bajónd el rival ciertamente incomprensible, recuperó terreno al reducir las diferencias a la mínima expresión (4-5), aunque no fue hasta el minuto veinte, cuando logró pasar a tomar por primera vez la iniciativa en el marcador, gracias al acierto del recién incorporado Jurkiewicz. La contienda se mantuvo equilibrada hasta el descanso.

A partir de la reanudación los locales dieron un golpe de efecto al dejar el partido bien encarrilado. Los continuos robos de balón le proporcionaron un colchón de seis goles (19-13) que a la postre fue insuficiente. El tempranero tiempo muerto solicitado por el técnico del club riojano resultó providencial, todo un acierto pues serenó totalmente a sus hombres e influyó decisivamente en su gran final de partido.

Volvieron a meterse de lleno en la contienda tras rentabilizar dos pérdidas de balón. El Arrate perdió el rumbo del partido y a punto estuvo de echar por la borda el trabajo realizado hasta entonces pero al final tuvo algo de fortuna.