El tráfico de trenes, recuperado casi por completo
Los empleados de la Société Nationale des Chemins de Fer (SNCB, Sociedad Nacional de Ferrocarriles) belga dieron anoche por finalizada la huelga que se inició espontáneamente el pasado lunes tras el accidente en los alrededores de Bruselas que causó 18 víctimas mortales, según informa el diario belga Le Vif. Por el momento, únicamente los maquinistas de la línea Mons-Bruxelles mantienen su acción de protesta.
Tras la colisión entre dos trenes que tuvo lugar en la localidad de Halle (al sur oeste de Bruselas) el pasado lunes por la mañana, los trabajadores de la SNCB iniciaron su huelga en protesta por la degradación de sus condiciones de trabajo en los últimos meses. Los maquinistas y operarios de la empresa de ferrocarriles belga consideran que este empeoramiento de sus condiciones laborales puede llevar a tragedias como la que se produjo hace dos días, que según cálculos casi definitivos ha dejado ya 18 víctimas mortales y más de 170 heridos.
Ayer por la noche, la huelga se dio por finalizada y ya hoy por la mañana el servicio era casi normal, como confirmó un portavoz de la SNCB a la agencia de noticias Belga.
A las pocas horas, sin embargo, se ha sabido que los conductores de la línea Mons-Bruselas habían decidido continuar sus protestas con otros métodos. Así, han iniciado lo que han denominado una “operación caracol”, haciendo circular sus trenes a no más de 60 km/h y causando, con ello, considerables retrasos en este trayecto. Los viajeros, aún así, han podido llegar a sus destinos.
Mientras tanto, en el tramo donde se produjo el accidente, continúan las tareas de recogida de escombros, que según han confirmado fuentes de SNCB, aunque son rápidas podrían prolongarse algunos días.
Polémica por la seguridad
Tras el drama y la conmoción que han quedado en Bélgica tras el accidente, ahora se suceden las búsquedas de responsabilidades. Se ha iniciado una fuerte polémica entre la dirección de la empresa ferroviaria belga y la Comisión Europea, a la que acusan de demoras en la instalación de los servicios de seguridad.
Los dirigentes de Infrabel, la compañía que gestiona la red, y de la SNCB, la sociedad que explota el servicio, denunciaron las lentitudes de la Comisión en el equipamiento de la red con servicios como el frenado de emergencia, según informó el diario francés Le Monde.
Estos empresarios consideran que los retrasos y la falta de acuerdo en el seno de la Unión Europea hicieron que Bélgica no pudiera comenzar a equipar su servicio ferroviario con sistemas de seguridad hasta el 2006. Estaba previsto que el proceso terminase en 2013. De los dos trenes que intervinieron en el choque del pasado lunes, sólo uno de ellos tenía instalado el sistema de bloqueo en caso de que hubiese un fallo en el semáforo o se lo saltase al estar rojo.
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