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Elsa González: “El mayor enemigo de la independencia es la debilidad de los medios y el paro”

Elsa González: "El mayor enemigo de la independencia es la debilidad de los medios y el paro"

Laura Olave Lozano

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Con un 30% de profesionales en paro y, unas condiciones laborales más que cuestionables, los periodistas riojanos celebramos ayer nuestro patrón, San Francisco de Sales, con la compañía de la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González.

¿Tenemos motivos para celebrar?

Tenemos motivos para protestar, autocriticarnos e incluso para celebrar. No porque la situación sea excelente, que no lo es, porque es cierto que estamos sufriendo unos años muy complicados en los que se han perdido demasiados puestos de trabajo. Además se están pagando unos salarios que no son razonables ni dignos para cualquier profesión y menos para una que está amparada por la Constitución. Y lo más grave es que con la debilidad del periodismo, de los medios y de los periodistas, los políticos y los empresarios adquieren una fortaleza demasiado elevada. La debilidad de los periodistas, y de los medios de comunicación, no es buena para la independencia. Aunque también es verdad que, en ocasiones, medios y periodistas colaboramos y participamos de esta situación porque no arañamos para ver qué hay detrás de una rueda de prensa... También es cierto que las redacciones están muy mermadas y esto dificulta la práctica de un buen periodismo.

Y están muy mermadas porque estamos a punto de superar una línea roja, casi 11.000 puestos de trabajo perdidos en los últimos años en toda España y, aún así, todavía hay esperanza. El interés del ciudadano y de la sociedad por la información es más elevado que hace años, a lo que hay que añadir la irrupción de los medios digitales y los puestos de trabajo que poco a poco van generando.

En estos momentos en los que hay un exceso de información es imprescindible el papel del periodista.

En efecto. Además considero que estamos en un gran momento lleno de oportunidades teniendo en cuenta la gran cantidad de soportes que hay y lo fácil que es acceder a ellos. Pero hay que tener cuidado. Las redes sociales, por ejemplo, son imprescindibles para el periodismo pero solo nos comunican porque la información hay que confirmarla. El periodismo es otra cosa y los periodistas son necesarios. En este sentido, debemos tener claro que el periodista tiene que marcar su marchamo de credibilidad porque, si no lo hace, estaremos sembrando la sociedad de incertidumbre. Tenemos una responsabilidad enorme con la ciudadanía.

Y ¿qué es lo que ha pasado para llegar a esta situación tan crítica?

Muchas cosas… una crisis económica que ha mermado la publicidad en los medios de comunicación y otra estructural. El mundo digital se ha impuesto al papel que, además de haber pedido peso específico entre la ciudadanía, ha visto cómo han disminuido las ventas. Creo que el papel perderá su preponderancia y todos los medios se irán sumando y ahormando dentro de la sociedad. De hecho, en países democráticos, todos los medios de comunicación tienen futuro, y un gran futuro. Yo creo en un futuro híbrido, la clave está en la ética.

La Asociación de la Prensa de La Rioja ha celebrado su centenario con la puesta en escena de ‘El escándalo’ una obra de teatro que recrea la eterna crisis del periodismo: morir o venderse…

El periodismo y el periodista siempre han recibido presiones, y presiones muy duras. En estos tiempos, y con esta crisis, el mayor enemigo de la independencia es la debilidad de los medios y el paro. Por esta razón, el periodista y el medio de comunicación, deben ser capaces de manejar y no ceder a esas presiones. Es un juego que existirá siempre y del que la libertad debe salir vencedora. Es más, cuando la situación hace unos ocho años era totalmente distinta y vivíamos en plena burbuja, tampoco éramos mucho más libres porque no se denunciaron corrupciones profundas. Acostumbrémonos a recibir presiones y aprendamos a saber frenarlas.

A pesar de todo sigue siendo optimista…

Por supuesto. Los periodistas debemos afrontar el futuro unidos y en eso estamos. Ahora mismo estamos en pleno proceso de creación de los colegios profesionales. La unidad nos hará ganar derechos y fuerza ante las instituciones públicas. La prosperidad del periodismo está ligada a la libertad de cualquier sociedad.

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