¿Es es éste el futuro de las plazas de toros?

Cataluña prohibió ayer la celebración de corridas de toros en todo su territorio. Esto significa que miles de plazas de toros quedarán obsoletas, vacías e inservibles. Millones de metros cuadrados tirados a la basura. Pero tal y como está la economía, no hay que desperdiciar nada de nada.

Y eso ya lo saben los ayuntamientos de Tarazona en Zaragoza o en Valladolid. La antigua plaza de toros de la ciudad alberga ahora un centenar de viviendas con la particularidad que muchos de los cosos taurinos se habían construido en los centros históricos de las ciudades por lo que dotan a las viviendas de un marco urbanístico incomparable. Y por módicos precios, al menos en Tarazona. Según publica la página web inmobiliaria elidealista.com por 120.000 euros podemos tener un piso de 80 metros cuadrados y dos dormitorios. Y hasta un ático de 120 metros cuadrados con 4 dormitorios por 150.000 euros. Un chollo, vamos.

Puede que eso sea lo que pase con las plazas de toros de Cataluña: que estén destinadas a engordar la ya debilitada burbuja inmobiliaria. Donde antes dejaba sus posaderas personajes como la Duquesa de Alba o los famosos de postín, se ubicarán sofás de diseño o muebles de Ikea. Donde antes paseaba de grana y oro el matador catalán José Tomás, se construirán columpios y zonas verdes. Es el progreso.

Pero miremos para casa. ¿Se imaginan la plaza de toros de La Ribera de Logroño con su cubierta de cristal y todo convertida en una nueva versión de Ecociudad? ¿O la recién estrenada Arnedo Arena sirviendo de modestos adosados?