Hay que reforzar la ayuda a la población vulnerable de Pakistán
La situación en Pakistán tras las catastróficas inundaciones sigue siendo alarmante. La necesidad de ayuda urgente no ha desistido, ya que la población tiene unas necesidades básicas que cubrir para poder sobrevivir.
Por este motivo, tres comités de Derechos Humanos de Naciones Unidas han urgido al gobierno de Pakistán y a las agencias humanitarias a reforzar la ayuda a la población más vulnerable del país.
En un comunicado conjunto, el Comité sobre los Derechos del Niño, el de la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y el de los Derechos de las Personas con Discapacidades solicitaron que se tomen medidas especiales para prevenir la estigmatización de esas personas e incrementar la vigilancia y protección de sus garantías fundamentales.
Mientras tanto, la organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha comenzado la distribución a gran escala de semillas de trigo que beneficiarán a más de medio millón de familias campesinas pakistaníes, el equivalente a cerca de cinco millones de personas.
Con esta distribución los campesinos podrán sembrar en la actual estación de siembra (que finaliza en diciembre), pese a la devastación provocada por las peores inundaciones que ha sufrido el país.
El suministro de semillas a las familias vulnerables tiene una importancia crucial, ya que se calcula que entre 500.000 y 600.000 toneladas de semillas de trigo se perdieron o resultaron dañadas a causa de las inundaciones.
La seguridad alimentaria de decenas de millones de pakistaníes depende de esta temporada de siembra. La próxima cosecha de trigo no tendrá lugar hasta la primavera de 2011. La FAO suministra también a los beneficiarios semillas de hortalizas y fertilizante.
Las lluvias monzónicas dejaron un saldo de 1.600 muertos, miles de heridos, casi dos millones de pakistaníes sin hogar y más de 20 millones de afectados.
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