La reforma de la negociación colectiva se convalida en el último momento
El Congreso de los Diputados ha convalidado la reforma de la negociación colectiva, aprobada por el Consejo de Ministros el 10 de junio, gracias a la abstención de CiU, PNV, CC y UPN y con el voto en contra de PP, IU-ICV, ERC, BNG y UpyD. El PSOE se ha vuelto a quedar solo, todos los grupos han arremetido con dureza contra el texto.
En concreto, ha salido adelante por 169 votos a favor, 159 en contra y 20 abstenciones y se tramitará como proyecto de ley. Para conseguir la convalidación, la tensión se ha respirado hasta el último momento. El rechazo del decreto hubiera supuesto un duro revés para el Gobierno y endurecería la presión de los mercados sobre España.
Ante la tardanza de la decisión, el ministro de Trabajo e Inmmigración, Valeriano Gómez, ha defendido el texto en numerosas ocasiones. Con el voto dudoso y finalmente en contra del PP, el Gobierno ha logrado la abstención de CiU y PNV después de que se retirara el artículo que da prioridad a los convenios estatales sobre los autonómicos.
Valeriano Gómez ha insistido en que, “no es una reforma a medias ni insuficiente” porque, a su entender, aborda las necesidades actuales, pero respeta la negociación colectiva porque “no establece el poder hemegónico de una parte sobre otra”. El PP considera que la reforma es “papel mojado” porque no cuenta con los agentes sociales y no crea empleo.
Equilibrio, eficacia y temporalidad
Gómez ha rechazado que la iniciativa debilite la negociación y ha destacado que los rasgos fundamentales de la propuesta son “profundidad, eficacia, equilibrio y respeto”. “Si rompemos el equilibrio y se da todo el poder a sólo una de las partes, eliminaremos la negociación y se desintegrará un modelo que ha funcionado bien en las últimas tres décadas”, ha señalado.
La reforma de la negociación colectiva, según el ministro, está basada en la vigencia del convenio y la flexibilidad negociada, “la ultraactividad no supone prorrogar condiciones salariales o aumentos de la jornada”. A lo que ha añadido, “merece la pena mantener este esquema durante un tiempo, pero no indefinidamente”, ha asegurado el ministro, que también ha querido subrayar que el arbitraje “solo se pronunciará” sobre los aspectos en los que no haya acuerdo.
Además, el Gobierno ha defendido que en el texto no se ha plasmado una “filosofía de flexibilidad impuesta: solo hay un 5% de la jornada anual que puede ser distribuido por el empresario a libre disposición” y ha subrayado que la reforma busca que la única flexibilidad de las empresas sea el despido.
Otras posturas
Desde las filas del PP, la diputada Fátima Báñez ha subrayado que “hoy, más que nunca, se siente la debilidad de un Gobierno sin apoyos claros en esta Cámara”, algo que consideró no puede prolongarse por más tiempo. Según la diputada 'popular', la propuesta de los convenios del Gobierno es “para salir del paso y cumplir el calendario de Bruselas; es una reforma superficial y que tendrán que ser en un futuro reforma para reformar”.
Por su parte, el diputado de CiU Carles Campuzano ha explicado que su grupo apuesta por un modelo que “no nos condene” a un paro estructural como el que tiene España, o a que el despido sea la única salida a una situación de crisis. Por ello, asegura que, “somos partidarios de una reforma a fondo” de la negociación colectiva.
El portavoz del PNV en el debate, Emilio Olabarría, ha señalado que algunos grupos “nos sentimos engañados”, y añadió que la reforma “no va a posibilitar una mejora de la competitividad” de la economía española, ni va favorecer la creación de empleo. Mientras, el diputado de Coalición Canaria Fernando Ríos ha asegurado que es necesaria una reforma pero se abstuvo.
El diputado de IU-ICV Gaspar Llamazares ha lamentado que se otorga “mayor poder” a los empresarios, y el diputado de ERC Joan Ridao ha denunciado que el Gobierno “lo estropea absolutamente todo” cuando no hay acuerdo entre patronal y sindicato. Según la diputada del BNG Olaia Fernández, la reforma “desgraciadamente desembocará” en recortes socio laborales, y para la diputada de UPyD, Rosa Díez, es el “primer fracaso del Gobierno de la etapa post Zapatero”.
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