La sangría de los ERE afecta a 1.000 trabajadores riojanos
Se acabó la bonanza económica y con ella la idílica relación entre los trabajadores y los empresarios. Cuando se trata de dinero, no hay amigos y precisamente ahora, dinero es lo que no hay. La crisis ha dejado en números rojos a muchas empresas de La Rioja que han notado un importante descenso de la demanda y eso ha repercutido en la producción. No salen las cuentas y toca reducir plantilla: no hay tanto trabajo para tantos empleados. Hasta ahí, todo bien. Pero cuando la dirección de la empresa y los trabajadores se sientan a negociar un acuerdo es entonces cuando surgen las asperezas.
Hasta hace relativamente poco tiempo la palabra “ERE” era conocida básicamente por profesionales del derecho laboral. Ahora quién más o quien menos sabe qué significa “Expediente de Regulación de Empleo (ERE)” porque conoce a alguien, porque tiene algún familiar o porque él mismo está incluido en uno.
Martinsa estrenó el año 2009 con un expediente de regulación de empleo. El 60% de su plantilla veía su contrato rescindido. Y no era la primera vez que la empresa dedicada al sector inmobiliario presentaba un ERE. Martinsa, con empresas ubicadas en diversas regiones de España, pretendía reducir su plantilla a 190 empleados. Los sindicatos se oponían a “este recorte drástico”. Empezaba la lucha.
De lucha también saben los trabajadores de IFI que a principios de febrero conocían la decisión de la dirección de cerrar las puertas definitivamente. Los 71 trabajadores de la planta denunciaban entonces que llevaban sin cobrar desde hacía 5 meses, una situación que se prolongaba en el tiempo y que parecía que nadie era capaz de solucionar. Iniciaron una serie de concentraciones ante las sedes de los accionistas de la empresa como Caja Rioja y el Gobierno regional. Finalmente y gracias a la presión mediática consiguieron una salida más o menos justa.
Phroscol, PC city, Muebles Salcedo, Tonelería Riojana, Rioglass, Kaufil, Uralita en Alfaro... así hasta 11 históricas empresas riojanas que han presentado ERE ante el Juzgado de lo Mercantil de Logroño. En total casi 300 trabajadores que se quedan sin empleo y que han iniciado una lucha sindical para reclamar un acuerdo lo más beneficioso posible.
Esta crisis económica que cada mes se cobra miles de parados en España y en La Rioja ha abierto una brecha entre los agentes sociales y económicos. Las buenas relaciones entre empresarios y sindicatos que había propiciado la bonanza económica parecen haber saltado por los aires cuando en el Juzgado de lo Mercantil de La Rioja se acumulan los ERE.
Los empresarios aseguran que el Expediente de Regulación de Empleo es una figura totalmente regulada por la legislación laboral y por lo tanto está al alcance de todo aquel que la necesite. Un procedimiento con todas las garantías legales por lo que no se presenta ante el Juzgado 'alegremente' sino que son necesarias diversas cuestiones como un informe de la Inspección de Trabajo. Los sindicatos también remarcan que un ERE es una figura contemplada en el Estatuto de los Trabajadores y que está regulada según qué causas. Pero lo cierto es que sus posturas se enfrentan cuando ese ERE se materializa en 20, 30 o 40 trabajadores despedidos.
Emilio Abel de la Cruz, secretario general de la Federación de Empresarios de La Rioja, asegura que cunado un empresario presenta un ERE ha valorado antes una serie de medidas y las ha tomado previamente. “Cuando los pedidos y la actividad económica baja lo que está bajando pretender que la empresa mantenga los mismos puestos de trabajo es inviable” afirma De la Cruz, “además presentar un ERE en el momento adecuado muchas veces puede salvar a la empresa. Muchos ERE son de suspensión y no extinción, por lo que se demuestra la responsabilidad de los empresarios, que muchas veces no se toma en cuenta”.
Para Enrique Raposo del sindicato UGT de La Rioja, los empresarios utilizan la figura del ERE “con demasiada alegría”. “Conocemos las consecuencias de la crisis en las cuentas de negocio pero no es menos cierto que ha habido muchos años de altísimos beneficios que no se han invertido en la empresa”.
“SI LA SITUACIÓN SE ENDURECE PODRÍA HABER UNA HUELGA GENERAL”
Cuando un ERE se presenta ante la autoridad competente llega la hora de cerrar acuerdos. Y eso es lo más complicado porque comienza así un tira y afloja entre la dirección y el comité de empresa que, en ocasiones, se traslada a la calle: desde concentraciones públicas hasta los medios de comunicación.
“No es un proceso agradable. El empresario tiene una disminución de pedidos y muchas veces desde los sindicatos eso se pone en duda. Este no es el mejor punto de partida para negociar porque hay que convencer a los representantes sindicales de los datos que ya aparecen incluso en los periódicos” afirma De la Cruz.
“Nuestra responsabilidad es exigir que los datos que ofrece el empresario sean reales porque estamos hablando de dejar en el paro a mucha gente” dice, por su parte, Raposo. El secretario de Acción Sindical de UGT estima que los trabajadores que están pendientes de aprobación de ERE en La Rioja y que, por tanto, se quedarán en paro representan una cifra redonda: 1.000 personas. Por eso, el papel de los sindicatos ha tomado fuerza desde que comenzar la crisis. “Lo que quieren los empresarios son despidos baratos con coste cero y esto significa que los trabajadores serán despedidos con poco dinero. Debemos ser muy insistentes y poner a disposición de los trabajadores todos los recursos jurídicos y económicos para dar respuestas a sus problemas”.
Que un ERE es una figura perfectamente legal es de sobre conocido pero, ¿existen los ERE encubiertos?. Raposo asegura que si. “Determinados empresarios pueden no querer hacer un ERE porque sabe que los sindicatos y las leyes protegen a los trabajadores” y continúa “por lo que buscan subterfugios para despedir individualmente a cada trabajador. Les ofrecen un dinero para rescindir voluntariamente su contrato. Ese dinero se cobra en negro y el trabajador no tiene derecho a ninguna prestación por desempleo”.
¿Lo peor ya ha pasado? ¿Seguirán presentándose más ERE?. Empresarios y sindicato coinciden en este punto: no hay lugar para el optimismo. Los datos del último mes de marzo han sido un mazazo para las previsiones menos pesimistas. Sin embargo se vislumbra la luz al final del túnel.
“Nos gustaría que estos ERE fueran los últimos, pero seguramente se seguirán presentado expedientes en función de la situación económica. Y entiendo que son instrumentos normales que se ajustan a los periodos de trabajo” dice la FER.
“Sí se ve algún rayo de esperanza en la desaceleración del desempleo: sigue aumentando pero el crecimiento comparativo es menor” asegura UGT, “pero mientras no estemos en un crecimiento neto de la actividad económica y del empleo... Si la situación se endurece es posible incluso una huelga general no contra el Gobierno sino contra la patronal”.
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