Las FARC matan a un líder que cuestionó su lucha
Colombia sigue viendo como los grupos paramilitares y la guerrilla siguen desarrollando su actividad a pesar de los duros golpes que el actual gobierno de Juan Manuel Santos ha asestado a esta última.
La última hora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es el asesinato de un líder de la guerrilla, conocido como El Sordo o Lucho por cuestionar la lucha armada, según ha informado el comandante del Ejército colombiano Edgar Cely.
El Sordo o Lucho, de 30 años de edad, habría muerto el domingo cerca del municipio de Miranda, en el suroeste del país. Al parecer el líder guerrillero había manifestado ante otros insurgentes que las FARC ya no tienen futuro.
“Estaba encadenado, tenía cadenas en el cuello, en las manos y en los pies”, relató el almirante Cely. “Lo ajusticiaron, lo mataron porque dijo que las FARC ya no tenían futuro”, añadió.
Asimismo, el comandante precisó que el dirigente guerrillero fue reclutado con apenas siete años. Tropas militares encontraron su cadáver en un campamento rebelde descubierto en la zona. En la operación militar se capturó además a dos guerrilleras que custodiaban el campamento.
En opinión de Cely, el ajusticiamiento de El Sordo pone de manifiesto la disciplina “estalinista” y “la paranoia” de las FARC. En relación con el caso pidió a los rebeldes que se desmovilicen “para que no terminen asesinados por su propios compañeros”.
Nuevas acusaciones de espionajes
Por otro lado, el fiscal general de Colombia, Guillermo Mendoza Diago, ha llamado a declarar al ex director de los servicios secretos Andrés Peñate y al nuevo embajador colombiano ante el Vaticano, César Mauricio Velásquez, por su presunta responsabilidad en las escuchas y seguimientos ilegales contra jueces, periodistas y políticos opositores realizados durante el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe.
Peñate fue director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) desde noviembre de 2005 hasta agosto de 2007, mientras que Velásquez, que el pasado lunes tomó posesión como embajador ante la Santa Sede, fue secretario de prensa de Uribe.
La subdirectora de Operaciones del DAS, Martha Leal, reveló la semana pasada en un interrogatorio que Uribe, según Peñate, dio la orden de realizar seguimientos a la ex senadora Piedad Córdoba durante un viaje que la opositora realizó en 2007 a México, informó Caracol Radio.
Anteriormente Leal, acusada por la Fiscalía, sostuvo que Peñate le dijo que Uribe había expresado su malestar por las columnas y artículos escritos por el presentador de Noticias Uno Daniel Coronell, motivo que debía convertir al periodista en uno de los blancos del DAS.
Una salida
Ante este panorama, la ex senadora Piedad Córdoba ha reiterado la necesidad de buscar una solución “humanizada” al conflicto con los grupos armados ilegales que vive Colombia.
En una entrevista concedida este martes a La Radio del Sur, Córdoba insistió en que la vía del intercambio humanitario, como se conoce popularmente al canje de guerrilleros presos por policías y militares secuestrados, es la mejor opción para poner fin al conflicto.
Sin embargo, la que fuera senadora advirtió de que aquellos que manifiesten su apoyo a esta medida podrían ser considerados por el gobierno de Juan Manuel Santos como terroristas, ya que ella misma fue destituida e inhabilitada durante un periodo de 18 años por sus presuntos vínculos con las FARC.
“Todos los que hablamos de esto pasamos a ser terroristas por obra de algunos personajes. Hay una estrategia mediática para mostrar que nosotros somos los peligrosos. Estuve 20 años en el Congreso sin una sola denuncia, y ahora soy la peor, soy como Ben Laden”, dijo Córdoba.
En este sentido, la ex legisladora consideró que esta decisión del Ministerio Público constituye una advertencia “muy fuerte para quienes procuran escenarios de paz”. “La persecución a defensores de los Derechos Humanos se fundamenta en intereses de sectores que se oponen a una salida negociada”, insistió.
Además, la colombiana adelantó que enviará una carta a las FARC y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la que solicitará a las guerrillas que “hagan un pronunciamiento más fuerte contra el secuestro, las minas antipersona y el reclutamiento de niños”.
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