Insignes bernabeos

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El alcalde de Logroño, Tomás Santos, entregó este martes las insignias de San Bernabé a Eduardo Gómez, Joaquín Negueruela y Joaquín Gómara, en reconocimiento de sus respectivas trayectorias personales y profesionales en favor de la ciudad.

El acto de entrega tuvo lugar a partir de las 12.30 horas en el salón de plenos del Ayuntamiento, y contó con la asistencia de la corporación municipal, los galardonados en otras ediciones y familiares y amigos de los premiados.

Eduardo Gómez dedicó la insignia a su familia, y agradeció al diario La Rioja, donde ha escrito durante décadas, que le permitiese “siendo muy joven, escribir comentarios sobre el fútbol regional”, actividad que, a su juicio, es el principal motivo del reconocimiento de hoy.

Gómez fue presentado por Felipe Royo, quien destacó su “humanidad, amor a Logroño y constante batallar por una ciudad mejor”. Gómez (Logroño, 1932) ha escrito cinco libros de Gastronomía y colabora en las páginas de Diario La Rioja con sus crónicas de pelota, de historia y gastronomía.

Es uno de los fundadores de la Cofradía del Vino de Rioja; miembro de número de la Cofradía del Pez; miembro de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza; socio de los Amigos del Monasterio San Millán; miembro de la Academia de Cocina de La Rioja y socio el Club Taurino Logroñés. Además, durante 17 años ha sido corresponsal en La Rioja de la guía gastronómica Gourmetour.

El momento más emotivo del acto lo protagonizó Joaquín Negueruela, quien, al agradecer el galardón al Consistorio y el apoyo a quienes le acompañaron en la “gesta” de llevar el CD Logroñés a primera división, recordó al recién fallecido Felipe Bermejo.

El perfil de Negueruela lo dibujó José Luis Gilabert, quien consideró que el homenajeado “dirigió el club con sabiduría, humildad y cariño”. Joaquín Negueruela (Molina de Aragón, 1925) vive en Logroño desde los cuatro años. Estudió en el Colegio de los Maristas y con trece años entró a trabajar en el negocio de curtidos 'Emiliano Alonso', donde llegó a ser gerente hasta su jubilación. Un grupo de amigos le animó en 1983 a tomar las riendas del Logroñés y, de la mano de Delfín Álvarez como entrenador, logró el ascenso a Segunda División, tras un gol de Pita al Osasuna, en el último minuto del último partido de Liga.

Con poco dinero y mucho entusiasmo, en tres años logró el ascenso del club a Primera División por primera vez en su historia. Con él como presidente, el Logroñés alcanzó los 10.000 socios y vivió su época más dorada.

Por su parte, Joaquín Gómara, avanzó que “seguiré trabajando por la ciudad”. “No es ni una amenaza ni una promesa”, bromeó. De esbozar algunos detalles de la carrera de Gómara se encargó Rafael Martínez Casas, quien recordó que es “un logroñés de pura cepa, que nació en la calle Laurel un 9 de junio, Día de La Rioja”.

Joaquín Gómara (Logroño, 1940) ha desempeñado en su larga trayectoria pública responsabilidades como la de presidente y vicepresidente de Amigos de La Rioja, presidente del Orfeón Logroñés, presidente-fundador del partido Alternativa Riojana, fundador y vicepresidente de la Asociación de Vecinos Avezo, y portavoz de la Comisión Organizadora del Homenaje al Doctor Castroviejo. En la actualidad coordina el homenaje que se tributará en septiembre al desaparecido músico riojano José Fernández Rojas.

Para cerrar el acto, el alcalde dedicó algunas palabras a cada galardonado. De Gómez, Santos destacó su “altruismo”, su carácter de “cronista estrella de pelota” y su condición de “vividor, en el buen sentido, de la ciudad”. Respecto a Negueruela, el alcalde aseguró que “ha escrito las páginas más bonitas del logroñés”, y de Gómara destacó su gran participación en numerosas entidades e instituciones relacionadas con la ciudad.

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