Los trabajadores de IFI podrían solicitar la rescisión de sus contratos esta semana

Los trabajadores de Industrias y Fundiciones por Inyección (IFI), dedicada a la fabricación de piezas de aluminio para automóvil y mobiliario, podrían presentar esta semana la solicitud de rescisión de sus contratos en la empresa en el Juzgado de lo Mercantil, agotados ante la falta de respuesta de la empresa.

Así lo anunció ayer a Rioja2.com, Jesús Izquierdo, responsable de MCA-UGT, horas antes de que empleados, familiares y representantes sindicales salieran a las calles logroñesas en protesta por la situación a la que se ven sometidos desde que, en agosto, la empresa dejara de pagar sus sueldos -más la paga extra de junio- a sus más de 80 empleados.“La situación comienza a ser difícilmente soportable para los trabajadores”,

reconoce Izquierdo. La manifestación, que ayer recorrió el centro de Logroño desde el Espolón logroñés hasta la sede de Federación de Empresarios de La Rioja, supone un paso más en unas movilizaciones que se iniciaron ya hace días, se agravaron con la paralización indefinida de la producción la semana pasada, y continúan con dos puntos fundamentales como objetivo: el pago de los salarios y un plan de viabilidad para el centro.

Hoy, jueves, los empleados volverán de nuevo a concentrarse frente a la sede de la empresa, en el Polígono El Sequero, a la espera de que sus protestas den fruto, algo que no se consiguió en la última reunión con la dirección de la compañía, hace dos semanas.

Varias podrían ser las posibilidades de futuro. Por una parte, la firma podría presentar un concurso de acreedores para la continuidad o liquidez definitiva de la empresa o bien ofrecer un plan de viabilidad que permita reestructurar la plantilla y garantizar el trabajo de la planta.

Por si ninguna de las dos opciones se produjera, MCA-UGT contempla ya otras alternativas. Por una parte, estaría la presentación de la solicitud de rescisión de los contratos por autorización judicial; paralelamente, el sindicato recurriría también a la Inspección de Trabajo, en la que ya se presentó denuncia en su momento ante el desmantelamiento progresivo de la empresa que se estaba produciendo de un tiempo a esta parte.

“Nuestro objetivo es que se apruebe un plan de viabilidad o, en su defecto, un concurso de acreedores para la continuidad de la empresa que permitiera mantener el mayor número posible de puestos de trabajo”, asegura Izquierdo. “Sin embargo, hemos de ser realistas”, afirma. La compañía, a pesar de continuar recibiendo pedidos, tiene “muchas deudas” -entre ellas, las contraídas con los propios trabajadores- y es difícil que pueda asumirlas.

Así las cosas, y a la espera de que alguna de las vías fructifique, la situación de incertidumbre de los 80 empleados de IFI podría prolongarse, según los cálculos del sindicato, hasta cinco meses más.